04| Problems

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Rusia, junio de 1985

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Rusia, junio de 1985


















































Habían pasado casi diez años desde que pizo el pueblo en donde había crecido. En donde se había criado, en donde sus más hermosos recuerdo recidian. Aunque si bien ahora compartía un montón con los Cullen, esos eran especiales, unos que jamás olvidaría. Al menos esos detalles estarían ahí para toda su eternidad. 

Estaba ahí porque todos habían tomado sus destinos en las vacaciones, Edward era su compañia en esos momentos. Y después de mucho tiempo, quizo regresar por primera vez el vampiro no dudo en acompañarla en ningun momento. Esta vez no tenia ningún sentimiento de pena, solo sentía melancolía al pasar por los lugares en los que siempre recorría. 

Su primer parada fue el cementerio, eran aproximadamente las siete de la tarde y como era invierno ya estaba oscuro. Nadie iba a verla andar por los pastos. Tomo la rosa que estaba ahí descansando frente a su tumba. Había sido puesta ese día, alguien se había tomado el tiempo de pasar por ahí. Ese gesto simplemente hizo que sonriera sin poder evitarlo, su corazón se sentía cálido. 

— Esta muy bien cuidada, alguien vine muy seguido a verte.— Mencionó Edward en cuanto la vio agarrando la rosa con una sonrisa. 

— Ese es un detalle verdaderamente hermoso, ¿no crees? 

— Demasiado, diría. 

Su vista fue hacia su derecha en donde recidia una tumba que no había estado nunca ahí. Se sorprendió demasiado al ver su nombre. Estaba ahí pero el ya no lo estaba. Camino hasta ahí, se arrodillo ante la tumba. Pasó su mano de forma delicada, acariciando su nombre. Petr Gumennik estaba tallado en ella. Su fecha de muerte había sido en el 1978, dos años después de su muerte humana. 

— Petr.— Murmuró. Tenía la esperanza de que quizás lo podría ver desde lo lejos. Pero eso no podría suceder jamás. 

— Murió dos años después que vos. Es sorprendente la conexión que tenían. 

— Era muy hermosa. Simplemente no puedo creerlo. Pensé que quizás podría verlo una vez más. 

El también había abandonado este mundo no podría verlo. Suspiró, levantándose del lugar. La última vez que lo vio que probó sus labios, fue su despedida definitiva. Caminaron a paso lento mientras tarareaba a lo que fue su casa. Las luces aún estaban encendida. Se asomo por la ventana de la Sala. Sonriendo al ver a las dos personas que le dieron la vida abrazados mientras miraban el fuego prendido en en la chimenea. 

From my heaven | Caius VolturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora