-¿Por qué un Omega esta solo a esta hora? -Pregunto el ojí-zircón mientras caminaba junto al pecoso.
Después de chocar le ofreció compañia para dejarlo en sus aposentos. Era muy tarde y el Beta no dejaría a un Omega tan lindo solo a mitad de la noche.
-Bueno... Vengo de la casa de un am- digo... De un conocido. Si, es que, se enfermó y pues, m-me pidió ayuda. -Hablaba mientras movía de forma extraña las formas.
-Oh ya veo. ¿Y no te acompaño a la puerta o siquiera te ayudó con lo de un taxi?
-Eh... No...
-¡Pero que descortés! Disculpa Midoriya pero tu conocido es un grosero sin modal alguno.
-Esta bien Iida, como dije estaba enfermo.
-Eso no le impide darte así sea para un taxi. ¿Acaso la enfermedad no le deja saber que hora es?
-Jajaja... Eso parece. No se. Jajaja...
El Beta quedo boquiabierto por la dulce risa del Omega, era tan tranquila y armónica.
-Tienes una risa presiosa Midoriya.
-Jajajaja... ¿Qu-? ¿Qué dijiste? -Hablaba mientras volteaba la cabeza en dirección al peliazul.
-Dije; que tienes una risa presiosa.
-E-eh... ¿Eso, eso crees...?
-Si...
Fueron unos minutos de silencio los que se apoderaron del ambiente, los zafiros y las Esmeraldas estaban en un encuentro de brillos y sentimientos.
El peliverde quien tenía las mejillas rojas, desvío la vista y sonrió anonadado. Incrédulo por las palabras del Beta.
Mientras que el peliazul admiraba aquella sonrisa, sus mejillas se pintaban igualmente de rojo, solo que este era más claro. Tirando a ser un rosado magenta.
Ya llegando a la humilde casa del pecoso, el Beta pregunto si podía tener el número del pecoso.
El Omega sonriente asintió gustoso y compartió su contacto con aquel extraño. Lo importante no era el que no lo conociera. Lo importante para Izuku fue la manera tan dulce y cortez en que lo trato.
Eso dominaría a cualquier Omega.
.
Ya al siguiente día el peliverde fue llamado por el gerente del restaurante más o menos a las diez de la mañana. Pidiendo que por favor fuese a este.
Con algo de nervios fue al restaurante, le aviso a su madre antes de salir por si se demoraría.
La mujer Omega pregunto si no debía de ir a la Universidad, pero el contrario contestó que esta semana fueron de inspecciones, por ende no habían clases.
Ya la otra semana debía de volver; más específicamente en tres días.
Llendo a un paso lento, llegó al restaurante. Un chico de cabellera bicolor lo recibió; Todoroki Shoto.
-Hola Midoriya. -Saludo el bicolor con una ligera sonrisa.
-Sho- ¡Shoto! -Salio corriendo hacia el Alpha y lo abrazo por el cuello. -Ay Shoto... Disculpame... Yo no... Yo no quería que nada de esto pasará... Lo lamento mucho...
-Esta bien Midoriya, nada de esto es tu culpa.
-Si si es mi culpa... No te dije nada y por eso te... Te... -Levanto el rostro, el cual tenía lágrimas secas y otras nuevas saliendo. Sus mejillas ruborizadas y esas Esmeraldas desprendiendo brillo. -Lo siento.
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𝐴𝑙𝑝ℎ𝑎
RomanceKatsuki Bakugou alpha dominante, hijo único de la familia Bakugou, heredero a su fortuna. Aborrece a los omegas, le parecen seres inútiles. Pero para heredar la riqueza de su Madre Alpha, debe de casarse con uno. Tiene de opción elegir uno, o que su...