Origen "Magia y Sangre"

Capítulo 19

Giré buscando la propietaria de esa voz, detrás de los árboles había una mujer, se la veía joven, pelo oscuro que con la luz de la luna se veían reflejos azules, su piel brillaba como si se hubiera bañado en purpurina, los ojos eran grandes y rasgados parecido a los de un gato, de color azul intenso, desprendía magia, una magia extraña.

- ¿Quién eres? –ella sonrió de medio lado.

- Vaya, vaya, aún no sabes quién soy ¿verdad? –yo la miraba confusa, algo me decía que esta conversación era muy importante para mí.

- No, estaba durmiendo y me he despertado aquí.

- Eres muy hermosa y mucho más poderosa de lo que imaginaba, lástima que acabarás como él –su mirada se entristeció y en ese momento lo supe.

- ¡Eres el Hada! Tú, tú puedes ayudarme –ella soltó una carcajada.

- Y a él ¿quién lo ayudó? Nadie –sus palabras desprendían rabia y dolor- Sufrirás como él sufrió, morirás como él murió.

Me desperté y estaba en mi habitación, mi pelo y mi ropa estaban mojados de sudor, me levanté y cogí mi cuaderno de dibujo. Empecé a dibujarla como la recordaba, así tendría una imagen de ella.

Con el dibujo acabado bajé corriendo las escaleras, mis padres estaban en el salón hablando con alguien.

- Papá, mamá, la he visto –estaba deseando enseñarles el dibujo, mi padre se me acercó.

- Lyn cariño, déjame presentarte, este es nuestro amigo Drake, es uno de los brujos de la casa Blackmore, nos está ayudando a buscar el medallón –de pie al lado de la chimenea había un hombre, se le veía un poco mayor que mi padre, era pelirrojo con muchas pecas repartidas por su cara, sus ojos eran de un azul tan claro que parecían casi blancos, su sonrisa era amable y daba confianza.

- Encantada y gracias por ayudar –él se me acercó.

- Es un placer ayudar a mis amigos, me alegro de conocerte por fin.

- ¿Qué has encontrado? –dijo mi madre.

- Esta noche he conectado con alguien a través de los sueños –mi padre y su amigo se miraron.

- Pero eso es casi imposible –dijo Drake- Solo las hadas tenían ese poder.

- Lo sé –les dije a los tres- Y precisamente con una he hablado, con la que hizo el medallón -les acerqué el cuaderno enseñándoles mi dibujo- Es ella.

- No puede ser –Drake se paseaba nervioso por el salón- Esa hada está muerta.

- No, no lo está y yo he hablado con ella.

- ¿Qué te dijo? –preguntó mamá.

- Me dijo que yo la buscaba, que no me iba a ayudar porque a él nadie lo ayudó, y que sufriría y moriría como él.

- ¡No! –mi madre se llevó una mano al pecho, el miedo cubrió su rostro- No lo permitiremos -mi padre se acercó a ella para consolarla.

- Mamá.

- Lyn prepárate, tienes que ir al colegio.

A regañadientes subí a prepararme, lo que quería era seguir investigando, apenas faltaban tres días para mi cumpleaños y la transformación estaría completa.

Nada más llegar mis amigos estaban esperándome, entre ellos se encontraba Iris. De ella aún no sabía muy bien que pensar, a veces creía que nos llevaríamos bien y otras no me gustaba su forma de tratarme, también podría ser la forma en la que la habían criado y creo que los híbridos en su familia no éramos muy bien recibidos.