Capítulo 14

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Llegamos a la casa de la manada pasadas las siete, ya había muchos coches aparcados, el camino de entrada estaba decorado con guirnaldas de farolillos blancos a cada lado.

La casa era impresionante, tenía tres pisos de altura, era una mansión increíble en piedra beige con tejados en tonos marrones y balaustradas en madera, toda rodeada de bosque.

A pesar de la música y el ambiente que había, podía oír a los lobos centinelas que vigilaban los alrededores, las veces que he venido aquí era para los entrenamientos y nunca me había acercado tanto a la casa. Siempre estaba bien vigilada, pero esta vez habían triplicado la vigilancia, añadida a la que los otros alfa se habían traído con ellos más segura no podía ser.

La fiesta se concentraba en el jardín trasero de la casa, todo se veía deslumbrante y precioso, había mesas repartidas con manteles blancos, cada una de ellas decorada con un centro de flores y una vela ancha, los árboles que bordeaban todo el jardín y daban al bosque estaban decorados con más farolillos blancos, había una zona que la habían dispuesto como pista de baile, del centro salían varias cintas en raso blanco mezcladas con tiras de tul blanco y guirnaldas de flores blancas haciendo que acabara en forma de carpa.

Mujeres de todas las edades engalanadas en vestidos preciosos todos blancos, se veía como un sueño.

Anteriormente había ido a fiestas e incluso de gente de mucho dinero, pero nada se podía comparar a lo que estaba viendo en este momento, no era cuestión de lujo, esto era mágico de verdad

- Evie –miré y ahí venía Vivian, estaba preciosa su pelo suelto lo adornaba una corona de flores blancas, el vestido era con cuello halter y vaporoso, me recordaba más a una ninfa que a un licántropo.

- Vivian –nos dimos un abrazo- Estás preciosa ¿Dónde has dejado a William?

- Está con un grupo de amigos –me miró de arriba abajo- Vas a ser la sensación de la fiesta.

- Gracias, pero tengo que admitir que aquí las chicas son preciosas y los chicos no hablemos, parece que los hagan en molde –las dos nos reímos, alguien tosió detrás nuestro.

- Evelyn, tenemos que saludar al Alfa y a nuestra Luna.

- Por su puesto tía Helen –miré a mi amiga- Perdona, nos vemos más tarde.

Acompañé a mí tía y primos donde estaban el Alfa, la Luna de la manada y una niña, mi tío al ser el beta ya se encontraba con ellos saludando a los invitados. Nos acercamos a ellos, tío Jack se acercó a besar a tía Helen y dejando una mano en su cintura para no separarse de ella, él hizo las presentaciones pertinentes.

- Alfa Adam, te acuerdas de mi sobrina.

- Por supuesto Evelyn –agaché la cabeza mostrando mi respeto, por el brillo de sus ojos sé que lo agradeció- Ella es mi mujer y Luna de nuestra manada Aurora y nuestra princesita Amanda.

- Es un placer -Luna Aurora se acercó y me cogió de las manos, su mirada era dulce y amable, sentías calidez cuando estabas cerca.

- Me han hablado de ti, conociendo la belleza de tu madre, tú no podías ser menos.

- ¿Conoce a mi madre?

- Por supuesto, somos amigas –me asombré, mi madre nunca la había mencionado y creo que mi cara me delató- Adara siempre te había querido mantener alejada de este mundo, al menos hasta que llegara el momento –yo la miré confusa, primero a ella y luego a mis tíos.

- Momento ¿Qué momento?

- Bueno Alfa, Luna, os dejamos tenéis mucha gente que saludar –tía Helen nos alejó.

Origen "Magia y Sangre"Where stories live. Discover now