Origen "Magia y Sangre"

Capítulo 16

La mañana llegó, yo estaba sola en mi cama, miré el reloj eran cerca de las siete, tenía que levantarme o llegaría tarde al colegio. Después de arreglarme bajé corriendo las escaleras.

Mi padre se encontraba en la cocina, ya tenía preparado el desayuno, mamá estaba sentada en la mesa con un vaso en la mano mientras leía unos papeles, entré con una gran sonrisa, por fin estábamos juntos.

- Buenos días –los dos se giraron y me devolvieron la sonrisa.

- Buenos días, Lyn –me acerqué a mi madre y le di un beso, luego me acerqué donde estaba mi padre y le abracé mientras mi olfato se dirigía a lo que estaba preparando.

- ¡¡¡Tortitas!!! –una sonrisa golosa se me plasmó en la cara- Papá ¿Me acercarás al colegio?

- Hoy no vas a ir, tenemos que hablar –me senté al lado de mi madre, mi padre me puso delante un plato lleno de tortitas.

- Tengo algo que deciros -él se sentó delante mío con otro plato también lleno de tortitas y un café a su lado- Me han estado pasando cosas.

Con calma mi padre cogió su taza acercándosela a los labios, dio un sorbo y la volvió a dejar en su sitio.

- Lo sabemos, tus tíos nos han ido informando –yo negué con la cabeza.

- No lo sabéis todo –los dos estaban atentos a lo que les decía- Sé lo que puede pasarme, lo de los híbridos –la cara de mi madre se puso más blanca de lo que la tenía siempre, mi padre se tensó- Es por eso ¿verdad? Por eso me habéis dejado aquí.

- Evelyn cariño –mi madre me cogió la mano- No dejaremos que nada te pase, aún no estamos seguros de que pueda ocurrir, solo estamos siendo precavidos –me levanté enfadada, estaba harta de que me trataran como a una niña.

- ¡NO! Ya está bien, decirme la verdad...por favor. ¿Porque puede afectarme a mí y no al resto de los híbridos? –mi padre carraspeó y me miró.

- Por tu origen, como ya sabes tu madre es una Vasili, y yo soy el primogénito de los Dankworth, el poder que fluye por tu sangre es inmenso, tu madre en la escala de los vampiros al ser una Vasili su fuerza es superior a otros de su especie. A los brujos los gobiernan tres casas, los Blackmore, los Radclyfe y los Dankworth, cuando ocurrió lo de tu madre mi puesto en la gran casa lo ocupó mi primo, cabe decir que no tiene tanto poder como yo y ellos lo saben, pero nunca aceptarían a tu madre como mi pareja en la gran casa para gobernar a mi lado. Desde que eso pasó ellos están resentidos ya que su poder no es tan fuerte como antes.

- Y por eso yo soy peligrosa ¿Voy a volverme loca? –mi padre se levantó poniéndose a mi lado y agarrándome de los hombros con suavidad.

- No, no, no...nunca dejaré que eso te pase.

- ¿Por qué nos hemos cambiado tanto de lugares?

- Porque buscábamos pistas, hace mucho tiempo las hadas crearon un amuleto, ese amuleto podía quitar la parte "mala" de los híbridos, llevamos desde tu nacimiento buscándolo.

- El Ocryx –su cara reflejó sorpresa.

- ¿Cómo... como sabes eso?

- He soñado con él, esperad.

Subí corriendo a mi habitación, busqué en el estante superior de mi armario hasta que lo encontré y con él en las manos bajé corriendo a la cocina.

Me senté de nuevo entre mis padres, con el álbum entre mis manos empecé a explicarles.

- Una semana antes de saber todo esto de los sobrenaturales tuve un sueño, no sé porque lo dibujé, lo que sí sé es que ese sueño se hizo realidad, después de lo ocurrido cada vez que tengo un sueño o visión lo dibujo. En uno de ellos soñé con el medallón –busqué el dibujo y se lo mostré- Busqué información y alguien al describirlo me dijo cómo se llamaba, ya he tenido dos sueños con él –busqué el otro dibujo para mostrárselo- Este fue el segundo sueño que tuve, en la mesa estaba el estuche con el medallón.