—¿Quien demonios es Jeongin? Te recuerdo que solo me interesa salvar las vidas de esas dos personas que por mi culpa están en peligro, las personas que tu te folles no son de mi puta incumbencia. Me importa una mierda lo que pase con ese jodido Jeongin.

—Felix fue a casa de sus padres y dejó a tu hija con ese Jeongin que no dudes que ahora mismo está en peligro JUNTO A TU HIJA –le empujó —¿Te sigue importando una mierda?

Solo se quedó callado, y Han lo entendió todo.

—¿Y ahora?

—Solo queda que me den la ubicación de Jeongin, pero los otros siguen bloqueando cualquier otra señal. Si yo le llamo sería un riesgo, llamé desde un número desconocido y rechazan cualquier tipo de notificación a su celular. Es muy grande lo que tienen en manos.

—Su ataque no es más grande que mi ego. Yo nunca pierdo.

Han sabía que eso era cierto, que Bang Chan haría cosas inimaginables solo para conseguir ganar, incluso si el premio era una barra de chocolate, él siempre buscaría ganar, y siempre lo lograría.

[•••]

Cuando Han se fue, lo primero que Jeongin hizo fue cambiar de ropa a Dae, debido al brote de sus dientes su boca siempre estaba escurriendo saliva, era obvio que su ropa quedaba algo sucia o con un olor muy fuerte a leche, entonces el cambio de ropa era necesario.

Optó por ponerle una blusa color beige y una falda color marrón con tirantes. Dae tenía un muy poco cabello, pero el suficiente para colocarle un pequeño listón marrón y calcetitas blancas.

Con ella lista, el solo se colocó tenis blancos y tomó la mochila con cosas de Dae para finalmente tomar un bus hasta el mercado donde solían comprar todo. Durante el camino Jeongin pensó tantas veces en tomarle fotos a su sobrina y enviarlas a Felix, pero por alguna extraña razón sentía su celular bastante trabado y no tenía la paciencia para soportarlo.

Su día de compras transcurrió normal, compró tres bolsas de pañales, un solo bote de leche y demasiadas frutas, porque su sobrina ya estaba en tiempo de comenzar a comer frutas trituradas. Pasó al apartamento de ropa, le compró algunas cosas a Felix, como ropa interior y sostenedores para los medianos pechos que le habían brotado con el embarazo, ya que no se le hacía sano que su mejor amigo se vendara estos.

Llevó a Dae a un establecimiento de hamburguesas en donde si intentó a toda costa tomar fotos de ella, pero como estaba tan alegre en esos juegos con colores llamativos que en ninguna de las fotos podría notarse la cara tan bonita de la nena, pero si el lugar en donde estaban. Eso solo satisfacía al tipo que tenía acceso a su celular y que al mismo tiempo lo estaba siguiendo desde que salió de casa.

Así finalmente concluyó su día, volvió a casa aún con la luz del sol y envió bastantes mensajes al celular de Felix, así como también intentó llamar, pero solo le quedó pensar que estaba sin batería. Al llegar a casa logró acomodar todo lo comprado sin que Dae llorara, pero al cabo de dos horas, fue imposible callarla.

Dae comenzó con un llanto que Jeongin jamás había escuchado, estaba inquieta, le quitó la ropa y la dejó en solo pañal porque pensó qué tal vez ya estaba incómoda, pero no funcionó así que volvió a colocarle ropa más cómoda, le dio de comer y eso solo la hizo enojar, la mantuvo en sus brazos por un largo tiempo, pero no dejó de llorar.

Las nueve de la noche llegaron y Felix no, entonces optó por salir a la esquina de su calle para visualizar el panorama, y al ver que todos sus vecinos llegaban de su jornada laboral excepto su amigo, decidió ir hasta la parada de buses aún con la pequeña Dae en sus brazos, quien repentinamente había dejado de llorar porque se había quedado dormida apenas sintió la brisa de la noche.

don't blame meTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang