—Si bueno, lo que tú haces no es muy ético tampoco, eso de escucharme mientras bajaba para acá es un poco aterrador si me lo preguntas. —El maestro Ren sonrió disimuladamente. Alex no supo que hacer o decir, tan solo se quedó mirando en aquellos singulares ojos grises.

—Es muy temprano para que estés despierto, ¿no puedes dormir? —le dio la espalda y avanzó hasta una estantería llena de armas.

—No realmente, estoy algo impaciente.

—Debes mantener tu mente y cuerpo sereno, Alex Jefferson, si un hombre no es capaz de apaciguar el caos dentro de sí mismo, este acabará por consumirlo —dejó la espada sobre la estantería y tomó dos de madera y empezó a girarlos con destreza—. Entrenar ayuda, no solo fortalece tu mente, sino que mantiene alineado tu espíritu con tu cuerpo. ¿Te apetece entrenar conmigo?

—Bueno, yo... no lo sé.

—Tranquilo —le arrojó el bō y Alex lo atrapó sin problemas—. Solo será un calentamiento. Tengo entendido que estás familiarizado con esa clase de arma, ¿no es así?

—Así es.

—Bien —se plantó firme, adoptando una posición de combate—. Entonces no te será tan difícil desenvolverte en un combate amistoso, ¿eh?

Pronto viejas memorias llegaron a él, viendo a aquel viejo de ojos grises, le fue inevitable no pensar en Kai, y fue entonces que algo dentro de él hizo clic. El maestro corrió hacia él y se arrojó alzando el bastón en el aire, Alex se apartó a tiempo, giró su bastón y encaró al maestro, este estaba sereno. Esta vez él arremetió primero, mandando un golpe diagonal que el hombre pudo evitar lanzándose hacia atrás en una hábil voltereta, pronto respondió de la misma forma, pronto los ataques se intensificaron y los dos se enfrascaron en un vertiginoso duelo con aquellos bastones, lanzando feroces estocadas una tras otra, golpes rápidos y certeros que o bien eran respondidos o bloqueados a tiempo. Los golpes contra la madera resonaban a través del bosque, los dos mantenían el contacto, lanzándose ataques sin parar mientras se movilizaban a través de toda la estructura. Si bien Alex había aprendido a dominar el Bo staff con suma precisión, la gran mayoría de sus oponentes no resultaban ser más que criminales y combatientes poco experimentados, pero ahora que se enfrentaba con un hombre que le equiparaba, tan solo podía sentir la presión sobre su cuerpo, la maestría de aquel hombre era comparable a la de Rob, pues todos sus años como héroe lo habían hecho capaz de detectar un guerrero formidable, y en aquellos instantes de tensión tan solo podía ver un igual o quizás alguien mucho más superior que su propio maestro. Sus pensamientos y el pánico de verse superado ante aquel hombre acabaron por hacerlo flaquear, el maestro Ren giró su arma y de un solo golpe a las piernas consiguió derribarlo, intentó ponerse de pie, pero el hombre le apuntó con el bō y le hizo saber que el combate había terminado y que había un ganador definitivo.

—Las emociones que fluyen por tu mente son un caudal, Alex Jefferson —dejó su arma de lado y le ofreció su mano para ayudarle a levantarse. Alex aceptó y se puso en pie—. Controlarlas te será imposible, deja que fluyan, si te interpones solo lograrás que te derrumben y te arrastren sin piedad —dejó su dedo sobre su frente—. Déjalas fluir y solo así podrás conseguir aquella paz que tanto anhelas.

Alex no dijo nada, tan solo se limitó a suspirar con agitación, luego le entregó el arma y el maestro la aceptó para así regresarla al estante.

—¿Eres igual a Kai, no es así? —se animó a hablar entonces—. Es decir, tampoco puedes ver.

—Puedo ver más que la mayoría de las personas, Alex-san —sujetó el bō con ambas manos y llevó su mirada hacia las alturas, sintió la brisa acariciando suavemente su cara y cerró los ojos—. Puedo ver a través del viento que me guía, seguir una senda a través de las vibraciones que perciben mis manos, encontrar lo que necesito con mi olfato y escuchar hasta el más mínimo detalle con mi oído, quizás mis ojos no funcionen como lo hacen los tuyos, pero créeme, Alex Jefferson, puedo ver perfectamente.

LOS PROTECTORES: Los CondenadosWhere stories live. Discover now