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We been dancin' with...
El cuerpo de Axl se puso de pie casi inmediatamente en el momento en que Lilith se marchó, caminó tras ella intentando alcanzarla pero a lo lejos pudo divisarla en la salida del edificio junto a un chico altísimo que conocía perfectamente. Los visualizó por unos minutos y pudo observar como el rubio se llevaba a la castaña lejos del complejo de departamentos, aquello le resultó levemente preocupante y no dudó ni un segundo en ir tras ellos, después de seguirlos por varias calles se percató que se dirigían al Rainbow, inmediatamente recordó las palabras de Duff sobre llevarla a aquel lugar.
Lo analizó por unos segundos y no estaba seguro si aquello era un lugar adecuado para una chica sorda que no conocía el mundo en absoluto, asi que retomó su camino hacia el departamento de sus amigos. Una vez dentro del edificio caminó a paso lento hacia las escaleras pero un hombre mayor lo detuvo antes de llegar a su piso correspondiente.
—¡Oye tú! — el hombre venía saliendo de su departamento.
— Hey, señor Brownstone. ¿Cómo le va? — dijo con cinismo pues sabía que aquel viejo los odiaba de la misma forma en que lo hacía Jules.
— No, cállate. Cómo le va ni que nada, estoy harto de su puta música. Todos los jodidos días tengo que escucharlos.
— Y lo seguirá haciendo, así que soporte.
— La próxima ves que los escuche tocar llamaré a la policía.
— A la mierda viejo, espero y está vez si lo haga.
Dicho aquello corrió hacia el departamento de sus amigos, estaba cansado de ese viejo chismoso y no dudaba en qué algún día le daría un golpe que le cerraría la boca de una vez por todas.
Dudó por unos segundos pero se decidió a tocar la puerta del número cincuenta y tres del edificio, tras unos minutos apareció la pelirroja que estaba buscando, aparentemente confundida.
—De casualidad, ¿Estabas buscando a Lilith? — preguntó Rose mientras se rascaba la cabeza.
—En realidad no, está aquí al lado con tus amigos los idiotas.
—No lo creo, tengo cuarenta minutos tocando y no hay nadie.
La preocupación de Jules empezaba a incrementar pues ya había pasado alrededor de media hora desde que su amiga salió de casa.
—¿Sabes dónde están, o solo vienes a preocuparme? — preguntó mientras se acerca al sofá y tomaba su bata de dormir. Sin dudarlo se la colocó encima, tomó las llaves y salió del departamento.
— Creo que se a donde pudieron ir.
— Entonces llévame, ya.
Looks that kill seguía sonando de fondo mientras la gente observaba el escándalo que Jules estaba creando sin importar nada.
