#01 Feliz cumpleaños, Adeline

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13 DE JUNIO EN LA ACTUALIDAD

Adeline

-Feliz cumpleaños señorita Adeline, espero que la esté pasando muy bien.- Se escuchó la dulce voz de Beth del otro lado de la línea, sonreí al instante.

-Muchas gracias Beth, te extraño. Espero volver algún día de estos, si es que mi padre me lo permite.- Hablé con notoria nostalgia en mi voz, extrañaba estar en casa, pasar tiempo con la señora Beth era agradable. Mi madre murió cuando me dió a luz, mi padre dice que ella llegó a cargarme en sus brazos cuando nací pero que a los pocos minutos su corazón dejó de funcionar. Beth Robinson había sido su dama de compañía durante el embarazo y luego de su muerte ella empezó a cuidar de mi, mi padre la contrató como una niñera por lo que le tengo mucho afecto.

Beth me sacó de mis pensamientos cuando habló. -También la extraño, señorita. La casa se siente vacía sin usted.- sonreí levemente y ella continúo. -La dejaré volver a su trabajo, solo quería felicitarla por su cumpleaños número 17.- Luego de despedirnos finalicé la llamada, volviendo a la realidad.

Guardé mi móvil en el bolsillo de mi pantalón, mi padre miraba con atención cada movimiento que daba. Miré frente a mi al hombre que estaba atado en una silla. -Disculpame, era una llamada importante.- dije finalmente mientras cargaba el arma que sostenía en mi mano derecha, volviendo a apuntar al hombre frente a nosotros.

Mi padre y sus hombres se encontraban de pie detrás de mi, observando la escena. Estaban supervisando mi interrogatorio, habíamos atrapado a uno de los informantes de Dominic Hilton y habían dejado que yo me encargue de él.

-Entonces, Chuck. Te lo preguntaré por última vez, ¿Dónde se encuentra la mansión Hilton? De alguna forma Dominic no deja de mudarse constantemente cada que nos acercamos siquiera un poco a su residencia, pero estoy muy segura de que tú sabes algo.- en mi voz se notaba el cansancio y la falta de paciencia, estábamos ahí hace ya tres horas y aún no logramos sacarle nada importante.

-Ya te dije que no se en donde está, solo se que esta noche va a dar una fiesta para celebrar otro de sus tantos aniversarios siendo el líder de la mafia número uno del país.- habló Chuck, estaba nervioso, su labio temblaba y un hilo de sangre caía por su comisura hasta llegar a su camisa, uno de los hombres de mi padre volvió a estampar su puño contra el rostro del joven provocando que este se quejara del dolor.

-Espero por tu bien que no nos estés mintiendo, Chuck.- Hablé acercándome a él y este negó frenéticamente.

-Nunca le mentiría, señorita, se lo juro. Ahora que les dije todo, ¿Cumplirán su promesa?- cuestionó con cierta esperanza en sus ojos. -¿Me dejarán ir?-

Le dediqué una sonrisa y volví a mi lugar, incliné mi rostro hacia un lado de manera pensativa y luego de unos segundos hablé. -Pues ya nos dijiste todo lo que sabes y eso fue de mucha ayuda, no veo porque seguir teniéndote aquí si ya no tienes más información para nosotros, ¿No es así?- Chuck me miró con una sonrisa y su rostro se iluminó, asintió dándome la razón esperando a que los hombres de mi padre lo liberen. Elevé el arma a la altura de su rostro, no tuvo tiempo para asimilar lo que estaba ocurriendo, la bala atravesó su cabeza haciendo un agujero entre sus cejas.

Mi padre sonrió y se puso a mi lado, dió leves palmaditas en mi hombro felicitándome por mi acción. Salimos del lugar y ordenó a los hombres para que limpien la habitación. Estábamos en una casa a las afueras de la ciudad, allí vivían muchas familias adineradas y cada vecino estaba a medio kilómetro de distancia, el lugar perfecto para un mafioso.

Subimos al primer piso donde se encontraba la oficina de mi padre, él tomó asiento y yo permanecí de pie frente al escritorio.

-El informante nos dió algo de gran ayuda y todo gracias a ti, Adeline. Debes ir a prepararte, quiero que seas la encargada de esta misión. Hay algunas personas allí que deben ser eliminadas, son quienes tienen los negocios más importantes con Dominic. No quiero que falles en esto, ¿Lo entiendes?- habló con voz firme sin separar sus ojos de los míos en ningún momento.

-Si, padre. No te voy a decepcionar.- me encontraba de pie frente a él, firme y con el rostro en alto, mis manos se encontraban en mi espalda adoptando así una posición de soldado.

Estaba lista para abandonar la habitación cuándo él volvió a hablar.

-Por cierto, feliz cumpleaños Adeline. Ya puedes retirarte.-

-Gracias, padre.- hice una leve reverencia hacia adelante, el volvió su vista a los papeles en su escritorio y yo me retiré del lugar.

Una vez en mi habitación me observé en el espejo para darme cuenta que en mi camiseta y mejilla habían rastros del ADN de nuestro querido Chuck. Que asco.

Mientras me duchaba y me preparaba para la noche, no podía sacar unos cuantos pensamientos de mi mente. ¿Esa noche sería la primera vez que vería al señor Hilton en persona? era bastante intimidante en fotografías, mi padre me había enseñado algunas para saber cómo era el enemigo, pero jamás lo había visto en persona.

Despeje mi mente y me centre en lo que me esperaba esa noche, debía matar a algunas personas que tenían negocios con el señor Hilton. Hace unos años esa idea me estaría atormentando en todo momento, pero ya no.

Cuando empecé a tener uso de razón, mi padre me enseñó a disparar, desde pequeña me enseña el combate cuerpo a cuerpo y a utilizar cualquier tipo de arma, a los 13 años ya me daba órdenes para eliminar a las persona, había empezado a matar. Él decía que mientras más personas asesinaba, más rápido perdería el sentimiento de culpabilidad. Me enseñó de la existencia de cosas como el amor, cosas que te hacen débil. Dijo que amar a alguien es entregarle una parte de ti y eso le da ventaja, ahora esa persona tiene la posibilidad de lastimarte cuando quiera. El amor nos hace débiles y la debilidad hará que nos maten.

Ya estaba lista para la misión de esta noche, había elegido un vestido negro ajustado, era corto y tenía un corte en el muslo. En la pierna contraria tenía oculta mi arma junto a una pequeña navaja, debía estar preparada. Justo en ese momento tocaron a mi puerta, ya era hora.

Adeline | EDITANDO Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ