Capítulo 20

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-¿Como lo sabes?- descansábamos sobre la cama luego de habernos movido a esta entre besos, aún estaba dentro de mí, en esta ocasión había acabado dentro y sentía como aún se vaciaba en mi interior. -Lo de la unión- aclaré

-Puedo sentir, lo que sientes.

-¿No es intrusivo eso?- picó mis labios -Volviste a contenerte- acusé

-Ahora que está hecha solo debemos esperar unos días

-¿Para qué?

-Tendrás más fuerza, te saldrán garras y...

-¿Estás loco?- acabé tratando de moverme pero dolió al intentar separarme, así que volví a mi lugar. -¿Me volveré un animal?

-No dije eso- mis manos eran apresadas por las suyas sobre mi cabeza. -Tendrás fuerza y garras porque tu deber es cuidar de la manada a mi lado. También pareces tener el don de la premisa, sabías los nombres de las chicas que serían secuestradas.

-Yo no...

-Cuando te desmayaste, no lo recuerdas pero le diste los nombres al Sexto, 23 nombres. ¿Has tenido un sueño raro últimamente?

-¿Porqué?- suspiró

-Siempre respondes con más preguntas- se quejó

-Hace unos días soñé con sangre y muerte.

-¿Y a días de conocerme?¿Soñaste algo?

-Yo..- guardé silencio para pensarlo, pero no recordaba nada. -No recuerdo- se retiró al fin de mi interior.

-Vamos a la bañera o llenaremos más la cama- me alzó por la cintura antes de responder.

-¿Que es lo que pasará cuando los 7 secuestren a las demás?

-¿Sigues con eso? Ahora no pareces secuestrada- en efecto, me abrazaba a su cuello mientras estaba sentada ahorcadas sobre sus piernas. -No sabemos, lo único certero es que al unirse el séptimo obtendremos la inmortalidad de alguna manera.

-Pero el no querrá hacerlo- dije recordando lo que me había contado el Cuarto.

-Eso no es algo que deberías saber.

-Sigues diciéndome las verdades a medias. Acabaré por hartarme de ti.- dije de mala gana -¡Pero...

-Lo respondona solo se te quita cuando te follo- se había metido en mi intimidad con fuerza mientras me miraba de mala manera. Me movía sobre el con sus manos mientras el agua desbordaba -Sabes como te sientes conmigo. Por MÍ, pero esa lengua viperina no puede mantenerse quieta- golpeó mi trasero con ganas mientras su boca tomaba mi cuello, no tenía más que gemir, aquello me estaba encantando. Era el mejor regaño que había recibido.

...

-¿Porqué hay tantas personas en las calles?

-Movilizamos a los betas hombres, nos ayudarán en caso de alguna emboscada de los vampíros.

-¿Mataron personas? Los que vinieron.

-Algunos- dijo tajante y entendí que no quería hablar -No tienes que tener miedo, te dije que no me moveré de tu lado- pronunció adivinando como me sentía, continuamos caminando hasta aquel lugar en el que se reunieron anteriormente.

-Hola Jenny, ¿ya estás mejor?- asentí ante la pregunta del Cuarto, ahora lograba reconocerlos por sus rostros y el color de sus ojos, aún no noto la diferencia cuando están convertidos, aunque solo los he visto una vez.

-¿Donde está el Segundo?- dijo un hombre alto y fornido tras nosotros, me corrí hacia el primero para dejarlo pasar.

-Fue por su mate- habló nuevamente el Cuarto, mi mirada fue al Primero, si así fue mi amiga debe sentirse fatal, necesita al menos un abrazo mientras llora, su negativa me hizo enojar. Es la persona más insensible que conozco.

-¿Dónde está Dulce?- pregunté pero nadie mencionó algo al respecto, tomaron asiento y el Primero me hizo sentar a su lado.

-La reunión se debe a que estamos listos para tomar el mando, desde el día de hoy no consultaremos con nadie las decisiones sobre la manada, incluso contigo padre.- habló tajante quien estaba a mi lado.

-¿Listos? Solo uno de ustedes trajo a su pareja aquí, El Segundo apenas se fue y ¿creen que están listos?- el señor parecía molesto.

-Esta manada estará a nuestro cargo tarde o temprano- habló el Tercero de manera dura, su mirada a pesar de hermosa me había provocado miedo, la mano del Primero se posó sobre la mía y me haló hasta sentarme en su regazo, tocó mis muslos en silencio.

-Aún así deben salir a buscar a sus parejas  ¿que pasaría si son llamados todos juntos?

-Para eso estoy yo. Mi unión fue hecha, así que no me moveré de aquí- dijo seguro.

-Tu juicio es lo que me genera miedo- dijo aquel pero esa cizaña no era solo miedo, era terror disfrazada de palabras valientes.

-Somos 6 cabezas con distintos pensares, así que sabremos resolver cualquier situación- habló con formalismo el Cuarto, -Mañana se hará una reunión antes del alba, daremos el anuncio. Su última labor como líder será organizar aquello. Retírese- este lo hizo mientras apretaba los dientes con molestia, aquel hombre no me generaba confianza. No lo hacía.

-Quiero ir a verla- pedí pero este estaba concentrado en el asiento vacío frente a él. Habían 7 lugares aquí, apenas lo noto.

-Dulce fue una de las bajas de anoche- dijo al fin. Mi vista fue a la suya buscando algún ápice de mentira, pero aquello no...

No podía ser cierto.

-Ella...

-Creían que era su pareja, su mate. Trataron de... le hicieron lo que trataron de hacer contigo.- dijo y su vista fue al asiento vacío a su lado, los demás se habían retirado y apenas lo noté -Un lobo no sobrevive a eso.

-Pero él... dijiste que se fue. Que fue a buscar a su mate. ¡¿Que clase de desalmados son?!- grité con dolor por mi amiga.

-¿Que querías que hiciera? ¿Que dejara a su mate morir? Las están cazando en su mundo- dijo con tono severo y me miró estupefacto cuando lo manoteé para que me soltara.

-Apenas murió anoche y él...- sollocé -No les importa nada más que esto.- no podía creer que sean tan insensibles.

-Soy tu alfha Jennifer. Y si tengo que entregar mi manada para librarte de un ataque lo haré sin pensarlo. Pero no cuestiones el Auspicio, para esto nacimos, los 7 y cada uno sabe su lugar.

-Comienzo a creer que el único cuerdo fue quien se alejó de todo esto.

-¿Te ensañas con quienes fueron atacados en lugar de quienes atacan? ¿En serio miras como culpable al Segundo cuando le arrebataron aquello que amaba?

-Mucho aprecio no le tenía- aquel veneno salió de mi boca con toda la intención.

-Es tu dolor el que habla, vamos a casa para que...- trató de acercarse pero noté como brotó la sangre del agarre que ejercí en sus brazos.

-Conspiración, traición y muerte.




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