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A los minutos, Link salió del santuario y al girarse se encontró la pelinegra dormida en una posición que parecía incómoda. El rubio probó a sacudirla levemente.

—Aku... Despierta, nos tenemos que ir...

No lo podía negar, no quería despertarla o incomodarle, así que, como no respondía, la tomó en sus brazos y la colocó en un sitio más amplio. El rubio, al notar que seguía pareciendo incómodo estar dormida mientras parecía que la nuca se le iba a salir en cualquier momento, decidió hacer lo último que tenía en mente. Se sentó apoyándose en la pared del interior de la entrada del santuario y posó la cabeza de la contraria en sus piernas y procedió a suspirar.

Se sentía extraño, ya que tenía sus dudas. ¿Era necesario ir acompañado realmente o solo porque aquella voz femenina los mencionaba a ambos necesitaban hacer todo juntos? No le molestaba la compañía de la contraria, pero tenía que admitir que se sentía como si estuvieran atados. Quizás, no muy en el fondo, quería una relación amistosa con Aku y no lo podía ocultar, pero quizás ella ya lo veía como un amigo ya que habían avanzado bastante.

Pero para él no le parecía suficiente camino como para considerarla una amiga. No sabía bien el porque de que le costara abrirse tanto, pero estaba claro que la de ojos rojos quería una amistad y él también, pero le costaba demasiado. Era una avance pensar en eso, y más sabiendo que tenía su cabeza apoyada en sus piernas.

—Si me estás escuchando por una de esas... Gracias, Aku.

Link decidió seguir haciendo guardia mientras la chica dormía cómodamente. Sin embargo, no estaba dormida, pues podía escuchar aún los ruidos y, por lo tanto, lo que decía el chico. Se guardó sus ganas de responderle por si acaso le obligaba a levantarse y seguir con su camino.

Sin embargo, a los minutos, ambos cayeron dormidos, estando en bandeja de plata delante del peligro. Pero se sentían tan cómodos juntos que terminaron cediendo a los ideales del sueño.

A la mañana siguiente el rubio fue el primero en despertarse, sacudiendo a la contraria levemente.

—Aku, ya es hora de continuar.

La misma comenzó a frotarse lo ojos tratando de asimilar que había vuelto a su mundo y no estaba en el de los sueños.

—Buenos días...

Se levantó de las piernas de Link mientras bostezaba para darse cuenta que los estómagos rujían al unísono. El de ojos azules, al notar esto, sacó la tableta Sheikah y procedió a darle a la opción de "Alforja" y sacó dos manzanas. Una se la pasó a Aku y la otra se la quedó él.

—Muchas gracias.

—No hay de que... Son las 6 de la mañana, creo que tenemos tiempo para desayunar tranquilos.

—Puede ser, pero algo me sigue inquietando... ¿Cómo pasaremos a ese robot siguiendo tu idea?

—Escalando por otra pared para que no nos vea, obviamente.

—¿Y si hay más?

El joven se quedó en silencio, pues no tenía pensado eso. Soltó una pequeña risa por su tonto fallo y volvió a comer la manzana mientras que la de ojos rojos solo esperaba impaciente su respuesta y tenía una clara duda en su semblante. No le tomó tanta importancia y siguió con su manzana mientras que el contrario la miraba fijamente, haciendo que se pusiera nerviosa sin quererlo.

Cuando por fin terminaron, se levantaron del todo para estirarse y caminar a tierra. Aku se quedó mirando a todos lados esperando a algo que dijera Link.

—Oh, se me olvidó comentarte algo. Dentro de esos santuarios no solo me dieron los símbolos de valía, también me dieron habilidades para la piedra Sheikah.

𝙻𝚘𝚜𝚝 𝚒𝚗 𝚝𝚒𝚖𝚎 (𝐿𝒾𝓃𝓀 𝓍 𝐿𝑒𝒸𝓉𝑜𝓇𝒶) [Botw] ᘛEᗪITᗩᑎᗪOᘚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora