Capítulo Dieciocho

90 15 17
                                    

NEGRITAS = Hablan en Maya.
NEGRITAS CURSIVA = Hablan en Náhuatl.

≪•◦ ❈ ◦•≫ ── ≪ ꧁꧂ ≫ ── ≪•◦ ❈ ◦•≫

Narra Serena:

Shuri había tomado la iniciativa de querer ponerse de pie; Okoye se oponía rotundamente, pero los estudios y los chequeos que le había realizado en esta media semana, dieron resultados positivos para que Shuri pudiera levantarse.

— ¿Estás completamente segura? — le dije mientras la ayudaba a sentarse en la orilla de la cama.

— Ya no quiero estar acostada. El cuerpo me duele más por estar aquí, que por los golpes que recibí de ti. — volteé a verla, sentí una sensación de vacío en el estómago al recordar aquel momento. Shuri comenzó a reír y sin poder evitarlo, Okoye y yo nos unimos.

— Lamento eso. No tenía otra opción. — me disculpe. Ahora pasaba uno de mis brazos por su cintura y acomodaba su brazo por encima de mi hombro.

— Me lo merecía, después de como me comporté. — suspiro y después tomo fuerza apoyándose de la cama con el brazo que le quedaba libre.

Shuri dejó salir un quejido de dolor, me detuve en ese mismo instante, pero me pidió que no nos de tuviéramos. Aún apoyada sobre mí, salimos del hospital y caminamos hasta una de las bancas que había en el jardín.

— Aún me sorprende todo esto. — admite después de tomar asiento en la banca.

— Exactamente, ¿qué? — me quedé de pie frente a ella; Okoye se sentó a lado de Shuri interesada en lo que iba a decir.

— Aztlán, tu gente y Tú. — me miró con un velo de tristeza en su mirada — ¿Por qué nos mentiste desde el inició?

— Temía que fueran a atacar a mi pueblo. — suspire, bajando la mirada

— T'Challa jamás lo habría hecho. — se inclinó levemente para aparecer en mi campo de visión aún en dirección al suelo.

— Lo sé... Pero sucedió lo del blip y mi pueblo estaba sufriendo. Wakanda también estaba sufriendo y no supe como hacer las cosas. El miedo ne superó. — las miré a ambas.

— Entonces, la historia que nos contaste sobre que a los 12 años viste al primer super héroe... — interrumpí a Okoye.

— ¿Fue mentira? — reí a lo bajo — No del todo. Cuando vi al primer súper héroe o cuando supe del primero, yo ya tenía... 491 años. Me sentía como una niña 12 años, con la emoción de saber que un súper soldado había sido héroe de una de las tantas guerras que había presenciado.

— ¿Conociste al Capitán América? — preguntó Shuri sorprendida.

— No realmente. Solo por fotos en los periódicos y con la nueva tecnología a través de los videos que había en internet. — un aura de nostalgia me había invadido. Viví tantas épocas y justo estoy viviendo en una donde conocí a personas maravillosas.

Iba a continuar hablando, pero la alarma del pueblo se había activado. Los soldados comenzaron a salir en grupos, luciendo su armas y armaduras. Llevé a Shuri y a Okoye en mis brazos hasta mi cuarto, ahí estarían seguras en lo que volvía.
Tupoc llegó con mi armadura y mi lanza. Le pedí que mandará a un grupo a que evacuará a los mexicas y los trajeran al palacio por su seguridad, pero era demasiado tarde. A lo lejos se escuchó una gran explosión; me elevé en lo alto y observé como el pueblo se iba llenando de agua por las explosiones de unas bombas; bombas que ya conocía

In Yaakumech | NamorWhere stories live. Discover now