Capítulo 35: Mejorando

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Stephanie

Mi cuerpo duele horrores, pero menos que antes. Después de una semana en la
clinica al fin me han dado el alta, debo seguir cuidándome, pero nada complicado gracias a Dios. Lo único que es más grave es mi muñeca fracturada y unas cuantas costillas, pero con ciertos cuidados en unos meses estaré como nueva.

Bianca Williams y Braian Williams fueron arrestados gracias a qué los hombres de David los retuvieron hasta que los oficiales llegaron al lugar. Leticia por el contrario prefirio suicidarse antes de que la metieran presa, y Rebbeca solo era una infiltrada, ella jamás nos traicionó y eso me alegra, ella solo quería ayudarnos a acabar con las
personas que querían lastimarnos.

Todo lo que vivimos en ese lugar, ya sea los golpes, insultos e incluso sus confesiones fueron grabadas gracias a Rebbeca y su equipo.

Es por lo mismo que ellos pasarán largos años en prisión, y hemos logrado que el juicio se lleve a cabo sin necesidad de estar presente, no deseo volver a ver a ninguno de esos dos crueles.

David me ha dicho que se siente mal al saber que su padre fue asesinado, porque  si bien no se llevaban bien él jamás le hubiese deseado la muerte.

Saber que él señor se arrepintió y estaba dispuesto a pedirnos disculpas me alegra y solo ruego que ahora que los culpables de su muerte están pagando él pueda descansar en paz.

Por otro lado, le he pedido a David y a mi hermano que pidan reabrir el caso de mis
padres, no los he perdonado, pero se que están arrepentidos y se que no merecen pagar por algo que no han hecho.

Obviamente ninguno de los dos estuvieron de acuerdo, pero les dejé bien en claro que si no lo hacian buscaría otros abogados.

Mi bebé está en perfectas condiciones y eso me tranquiliza no se que hubiera hecho si la lastimarán. Mi cuñada tambien esta bien, pero después del susto que nos pegamos tuvo problemas con su presión y por lo mismo el médico le dijo que lo mejor es que estuviera en reposo absoluto.

Ahora que todo ha terminado solo quiero dedicarme a ser feliz junto a mi hombre y a
mi hija.

David y nuestra hija se quedaron desde el primer día a mi lado y él se rehusó a irse a
pesar de que se lo pedí varias veces.

Ahora mismo mi hija está durmiendo en su carriola mientras esperando a que Dav
Vuelva de pagar la cuenta de la clínica.
No me arrepiento de haber sido su saco de boxeo hasta que llegó mi hombre o de lo contrario lo habrían pagado mi niña y su tia.

ObservO a mi beba que es una belleza que Dios nos ha enviado. Me siento tan feliz de ser su madre y aunque el embarazo fue complicado no me arrepiento de nada porque cuando escuché su llanto supe que todo lo valía.

-¿Todo bien, amor?-pregunta mi prometido entrando a la habitación.

-No puedo quejarme.-le respondo regalandole una pequeña sonrisa la cual corresponde de inmediato.

-Bien, iremos a la hacienda, no quiero volver a esa casa así que nos quedaremos alli hasta que consigamos otra cosa.-me explica y asiento de acuerdo.

-Me parece bien, además no visitamos ese lugar hace años.-digo recordando que allí fue nuestra primer cita.

-Pues vámonos.-dice acercándose hasta nosotras para seguidamente ayudarme a
ponerme en pie, sujetándome con uno de sus brazos y con su mano libre agarrar la carriola para empezar a encaminarnos hacia la salida.

-¿Y nuestras cosas?-le pregunto recostandome por su pecho.

-Lo llevarán mis hombres.-me dice a lo que asiento.-¿Te duele?-me pregunta

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