Sangre sucia

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El gran comedor estaba vacío de vida, la única era la mía, pues sólo se encontraban varios fantasmas ahí. Salí al pasillo pues no quería entablar conversación con ningún fantasma. Me quedé vagando por los pasillos mas cercanos hasta que vi por fin algunos alumnos llegando al desayuno.

Me quedé en la puerta esperando a ver una cara conocida, de pronto vi a Harry entre una multitud de Gryffindors, iba en medio del pelirrojo y de la rizada, esta última me miró al ver que Harry me saludaba animadamente con la mano.

–Samantha, ¿puedes venir un momento? –dijo la profesora McGonagall detrás de mí, así que me acerqué a ella– Espero que tengas muchos ánimos para empezar este primer día en Hogwarts.

–Lo dudo –dije.

–Querida, para ser una gran bruja necesitas actitud y aptitud, deberías dejar el pesimismo de lado, confío en que serás de las mejores de tu clase.

Algo destelló en mi pecho, la profesora McGonagall me había dicho lo que necesitaba escuchar de alguien, así que el mal humor se me quitó y dió paso a una confianza que no sabía podía tener.

–Lo intentaré profesora, muchas gracias por sus palabras.

–No hay de que, otra cosa, el profesor Dumbledore quiere verte, te espera en su oficina al terminar las clases del día de hoy, buena suerte.

La profesora se marchó y me acerqué a mi mesa, ya estaba llena así que busqué un lugar, pasé por un lado de Draco Malfoy quién me gritó:

–¡No queremos sangre sucias en esta mesa!

Sus amigos lo animaron y los ignoré, caminé hacia Cassie pero esta me miraba asqueada.

–Lo siento, olvida lo que te dije anoche, no seré amiga de una sangre sucia.

Levanté la mirada, pues no quería que me vieran derrotada y a lo lejos vi a Ginny y Luna haciéndome señas para unirme a ellas, al ver que Luna estaba sentada junto a los Gryffindors sentí alivio de poder sentarme en otras mesas por el resto de mi estancia en Hogwarts.

–Buenos días amigas –dije animada ante las miradas de las serpientes, eso les caló aun mas.

–Es muy buen día hoy, primer día de clases de cuarto año, qué ilusión –dijo Luna.

–Este año será el año de los leones para el Quidditch, lo sé porque vengo totalmente inspirada –dijo Ginny.

–Creo que Harry te habla –me dijo Luna.

Miré en dirección a Harry quien me indicaba acercarme a él, Ginny me miró seriamente y me sentí entre la espada y la pared. Pero me levanté pues estaba interesada en seguir hablando con él para que me enseñara mas sobre el quidditch, Ginny debía entender que no tenía ninguna intención con él.

–¿Qué pasa Harry? –dije poniéndome frente a él.

–Mira estos son Hermione y Ron –los mencionados y yo nos saludamos mutuamente–, por favor diles que estuviste conmigo anoche, Hermione no me cree.

Los que estaban alrededor, incluso Ginny y Luna quienes estaban mas lejos escucharon, algunos hicieron sonidos de burla que le hacen a las parejas, Ginny bajó la mirada.

–Harry deberías decir frases completas, todos han pensado mal –dije ruborizada.

–Corrijo: por favor diles que tú y yo practicamos quidditch anoche, Hermione no me cree.

–Ahhh –dijeron varios al unísono entendiendo, Ginny sonrió de lado.

–Si, es verdad, nos encontramos y me enseñó sobre el quidditch, debo volver a mi sitio –dije y me marché.

Rivals to lovers | Hermione GrangerWhere stories live. Discover now