¡Esto NO es Un Fanfiction! (TodoBaku)

Extra: Locos, jóvenes y enamorados

Importante: Sucesos atemporales, durante los años 2021-2022, en un mundo sin pandemia.

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"Vamos a movernos, adiós a este lugar, en el cual nos conectabamos

Vamos a movernos, a un lugar más alto

al tiempo en que tomaba la última caja de la habitación vacía

miré atrás por un momento 

tiempos donde gritabamos y reíamos; ahora adiós." (1)

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Con los dedos manchados de tinta, ojeras bajo los ojos y una taza de café a medias; Shoto dio vuelta la página.

Bakugou gritaba desde el cuarto del lado, mientras Kirishima preparaba más café.

Al cabo de cinco minutos, Bakugou salió, con el rostro enrojecido y los labios resecos.

—¡Te dije que debíamos hacerle un contrato de compraventa!

—¿Tan rápido se consiguió otro comprador?

—¡Sí! Un desgraciado con su novia —gruñó Bakugou sentándose frente al sofá —. Tenía todo en efectivo y fue cosa de ver el piso antes de aceptar.

Todoroki se frotó la comisura de los ojos, sintió el olor del café. Kirishima sin hacer ningun comentario, rellenó la taza de Todoroki.

—Pensaba que no te gustó esa opción, ya que quedaba cerca de Akihabara...

—¡Eso era lo mejor!

—¿Y el ruido? ¿La fiesta? ¡No me digas que eso no te importaba!

Bakugou frunció los labios y arrugó la nariz. Kirishima sacó el periódico y le dio una ojeada a la pareja que discutía.

—Yo te he dicho que lo que busco es paz. ¡Nunca me gustó esa opción!

—¿Y ahora me vienes a decir eso?

—¡Te lo dije en el minuto uno!

—¡Pensaba que te referías al que vimos en Minato! —se defendió Katsuki.

—¿Ves? ¡Nunca me escuchas!

—¡Venga ya! ¿Ahora te vas a poner dramático?

Todoroki se cruzó de brazos y de un salto se colocó de pie; frustrado por no llegar a ningún lado. Bakugou acabó por tomarse el café servido, mientras dejaba que Shoto bajara un poco los humos.

—Para mí es primordial el silencio. En Roppongi lo poseía (la mayoría de las veces) y ahora también lo quiero, pero más barato.

Kitty, debido al griterío acabó por despertarse, abrió los pequeños ojitos y con el tierno sonido del cascabel, corrió a restregarse contra las piernas de Shoto, en un gesto que revelaba el deseo de ser tomada en brazos.

—Y la tendrás —aseguró Kirishima que les mostró un apartamento desde el teléfono de Bakugou—. Luego me agradecen.

Bakugou tomó el teléfono y revisó la opción que le encontró Kirishima. Una sonrisa se le formó en los labios y le enseñó a Todoroki.

—Corre.

Y Bakugou, sin pensarlo demasiado, marcó al número.

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