xiii. "tranquilidad"

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"Tell me that you're still mine
Tell me that we'll be just fine
Even when i lose my mind
I need to say
Tell me that it's not my fault
Tell me that i'm all you want
Even when i break your heart."














MAIA'S POINT OF VIEW.

Sonreí como pude, sintiéndome extraña y bastante incómoda. Ni siquiera podía volver a mirarlo a los ojos. ¿Por qué me tiró en cara todo si al final estaba de novio? Está bien, acepto que tiene derecho a quejarse sobre la existencia de Elena pero, ¿de nosotros? ¿de nuestra ex-relación?

Ahora mismo estaba confundida. Más que nada porque los reclamos que me hizo se sintieron como si él nunca hubiera sanado la herida que le dejé. Sus palabras me demostraron lo rencoroso y dolido que aún seguía con la situación, generándomelo culpa y mucho arrepentimiento. Aunque, eso no lo frenó en lo absoluto para estar con alguien más.

Ojo, yo estuve con muchas personas y a pesar de seguir sintiendo que mi corazón todavía le pertenecía a Leandro; nunca dejé de intentar seguir con mi vida.

Ignórenme, no tiene sentido quejarme de que él re-haga su vida. Está en todo su derecho y después de todo, yo fui la idiota que lo dejó ir.

— Me encanta tu saco, ¿a dónde lo compraste?—cuestionó amablemente Lola, sentándose en el espacio libre entre Leandro y yo. En sus manos estaba el mate y entre sus piernas, sostenía el termo con agua.

— Lo compré en Paris. —respondí avergonzada.— No recuerdo la marca, creo que empezaba con...¿L?

— Por la onda te diría que es Prada pero puede ser que sea Louis Vuitton. —asentí, agobiándome por la incomodidad que estaba sintiendo. Ella no tenía la culpa, y no podía tratarla mal porque no se lo merece.

— ¿Hace mucho se conocen? —me atreví a cuestionar, mirando a la castaña e ignorando aquellos ojos azules que me inspeccionaron de arriba abajo todo el tiempo que estuve ahí presente.

— Hace tres meses. —respondió ella, extendiéndome el mate.— ¿No, Le?

Le. Ese apodo lo usaba yo, ja.

— ¿Eh? —carraspeó el morocho, mirando a su pareja.

— ¿Hace cuánto nos conocemos?

— ¿Un mes? —respondió con duda, cerrando un ojo demostrándome que no estaba para nada seguro de cuánto tiempo llevaba conociéndola.

— ¡Lean! —carcajeó Lola.— Hace como tres meses nos conocimos, tonto. —negó con una sonrisa, tomando con una de sus manos el mentón del oji-azul para poder besarlo.

Casi me atoro con el mate al verlos, sintiendo pequeños trocitos de yerba subir por mi lengua. No pude evitarlo y rápidamente comencé a escupir con bastaba exageración para poder quitarme aquella horrible sensación. Tenía ganas de vomitar y estaba 100% segura de que no era por la yerba.

— ¿Estás bien? —se centró en mí la más joven, tomando el mate y frunciendo el ceño con preocupación.

— Sí, sí. Tragué yerba nomas.—murmuré, colocando una mano detrás de mi nuca para poder rascar aquel lugar, teniendo unas inmensas ganas de irme de ahí.

unkept secrets,  leandro paredes. Where stories live. Discover now