CAPITULO 18

494 43 8
                                    

El sol estaba saliendo por la montaña cuando subieron la siguiente cresta. Wanda pretendía seguir, pero Natasha se detuvo.
"Hey ¿qué tal un descanso?"

"Vaya, ella es como un instructora hoy" dijo Celia "Sabes, ni siquiera he hecho pis todavía"

"Y yo no he desayunado" se quejó Vanessa. Golpeó a Natasha en el brazo "Me asustaste de muerte cuando nos despertaste"

"Lo siento"

"Pensé que teníamos un oso en el campamento o algo así"

Natasha sonrió luego miró hacia Wanda. Sus ojos se encontraron y por primera vez, vio miedo en los de Wanda. Sacando sus binoculares, se despidió de ellas "Sigan adelante" dijo "Voy a ver si puedo encontrar… algunas aves" miró a Wanda, quien asintió con la cabeza.

"Vamos, chicas. Vamos a darle a nuestra observadora de aves un poco de intimidad"

"¿Vamos a desayunar?" preguntó Vanessa.

"No. Pero vamos a tener un almuerzo temprano. Lo prometo" Wanda miró hacia atrás una vez, diciéndole a Natasha en silencio que tuviese cuidado.
Natasha asintió con la cabeza y tan pronto como el grupo se alejó, salió del sendero y se colocó detrás de las rocas, tratando de encontrar un lugar apartado. Su único consuelo era que habían comenzado casi dos horas antes de lo normal. Esperaba que el hombre tras ellas, pensara que iban a seguir con su rutina. Con un poco de suerte, él todavía estaría en la otra montaña, esperando.
Se quedó allí treinta minutos, escudriñando todo el borde de la montaña buscando movimiento y no vio ninguno. No había reflejos, ni sonido. Nada. Se trataba simplemente de una hermosa mañana con la frescura de otoño todavía en el aire. Era un tiempo hermoso para estar en las montañas, los colores sólo explotaban a su alrededor. Un momento perfecto si te gustaba la soledad. Muy pocos mochileros se aventuraban en la montaña en una época tan tardía del año. Suspiró. Y era por eso qué ellas eran presa fácil. Habían estado en el camino por nueve días y aún no habían visto a otra persona que no fuese su acosador.


Después de otra hora, Wanda finalmente se detuvo. No quería alejarse demasiado por delante de Natasha. Dejó que su mochila cayera al suelo y frotó sus hombros mientras miraba por el sendero. Era tan hermoso aquí afuera…se le hacía difícil aceptar que alguien pudiese seguirlas. Pero después de esta mañana, confiaba en Natasha. La burla constante y el coqueteo no hacían nada para cambiar eso. Natasha era una policía y si ella decía que estaban en peligro, Wanda le creía. Negó con su cabeza. Sin embargo, no tenía ningún sentido. Estaba alejada de su padre. Su muerte no significaría nada para él. Para su madre, sí. Pero ¿para él? Probablemente él le agradecería al asesino. Una hija lesbiana menos que contabilizar durante los debates.
"¿Srta Maximoff? ¿Wanda? ¿Estás bien?" preguntó Phillips.

Wanda levantó la cabeza, notando en ese momento a la otra mujer "Estoy bien, Phillips. Y por favor, no más Srta. Maximoff. Sólo Wanda"

"Está bien. Pero has estado actuando extraño esta mañana. Así como Natasha, en cuanto a eso…" dijo y bajó la voz "… ¿ella…ella se propasó contigo la última noche o algo así?" Wanda sonrió y luego rió

"No, Philips. Puedo manejarla por mí misma"

"Bueno, ella no lo ha hecho un secreto, ya sabes, que le gustas"

"¿Le gusto?"

"¿Sabes lo que quiero decir?"

"A Natasha sólo le gusta coquetear. No lo hace por mal"

"Está bien, entonces" Phillips se encogió de hombros "Me gusta. Quiero decir, si yo fuera gay, Dios, me convertiría en gelatina" Wanda sonrió. Phillips, como todas las demás, ya se había reducido hasta papilla por el encanto de Natasha, gay o no. Deslizó sus ojos nuevamente por el camino, en busca de la imagen familiar de la otra mujer. El sendero estaba vacío. Respiró profundamente.

"¿Todas están listas?"

"¿No deberíamos esperar por Natasha?" preguntó Vanessa.

"Vamos un poco más lejos, luego, nos detendremos para el almuerzo. Natasha nos alcanzará" En medio de gemidos, todas recogieron sus mochilas y continuaron nuevamente por el sendero, en una sola fila. El camino estaba bajando por la montaña y Wanda no sintió ninguna necesidad de apresurarse. Hasta que Natasha se encontrara con ellas, no había nada que pudiera hacer, sino seguir adelante. Afortunadamente, habían salido lo suficiente temprano para perder a su huésped no invitado. Y ya que simplemente estaban siguiendo el sendero, no sería difícil para él seguirlas. Se preguntaba si Natasha pensaba que podrían escapar.


Natasha se detuvo en lo alto de una loma, volteándose para escudriñar el área detrás de ella. Todavía no había visto ninguna señal. Miró su reloj. Había pasado una hora y media desde que se había alejado del grupo y estaba empezando a preocuparse. Si él no iba detrás de ellas, está claro que no seguiría su camino a través de la montaña para interceptarlas. No. Imposible. Ella había visto a su fogata.
Y sabía que no podrían seguir mucho tiempo así. Tendría que alcanzarlas, asegurarse de que estaban bien entonces seguiría por su cuenta. Tenía que enfrentarse a este tipo y saber lo que quería. Y si él era el asesino, ella lo… ¿qué? ¿Lo arrestaría?
"Claro, Natasha, léele sus derechos" murmuró. Mierda. Una asignación con un callejón sin salida, se suponía que iban a ser unas vacaciones. Un engaño. No podía esperar para ponerle las manos encima al agente especial Walker.
Después de mirar detrás de ella una vez más, se apresuró por el sendero, casi corriendo. No se detuvo para disfrutar los colores de los álamos o las ardillas que había despertado. Mantuvo los ojos en el camino a excepción de dar un vistazo de vez en cuando a sus espaldas.
Estaba completamente sin aliento cuando las vio, a unos cincuenta metros o más delante de ella. Se habían detenido, sentándose y supuso que habían convencido a Wanda para almorzar. Se detuvo descansando sobre una roca mientras recuperaba el aliento. Aflojó las correas de su mochila, estiró los hombros, pensando que un baño en las aguas termales sería el billete de lotería. Por desgracia, hasta que detuvieran a este tipo, no podrían permitirse el lujo. Finalmente, cuando su respiración volvió a la normalidad, apretó las correas y se empujó fuera de la roca, caminando tranquilamente hacia el grupo. Vanessa la vio primero y saludó. "Estaba empezando a preocuparme" dijo la mujer mayor.

"¿Oh? ¿La Sarge estaba doblando el paso, tratando de perderme?" Natasha se encontró con los ojos de Wanda, notando el alivio que vio en ellos.

"Estaba haciendo algo de eso. Prácticamente estaba corriendo para mantenerles el paso" Natasha sonrió

El Objetivo - WandaNat AdaptaciónTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon