Capítulo Cuatro

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Apenas Yujin puso un pie dentro de su hogar pudo divisar al menor recostado boca abajo sobre el sofá como solía hacer cada vez que se sentía demasiado deprimido

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Apenas Yujin puso un pie dentro de su hogar pudo divisar al menor recostado boca abajo sobre el sofá como solía hacer cada vez que se sentía demasiado deprimido.

Quiso acercarse y acariciar su cabello en modo de consolación, pero sabía que él era una de las personas que menos quería ver en este momento, así que solo se limitó a servirle un poco de agua y dejársela sobre la mesita frente al sofá antes de encender la televisión y seleccionar cualquier canal.

Se sentó en uno de los sofás individuales que rodeaba la mesita y trató de concentrarse en el programa. Todo transcurrió normal hasta que escuchó unos pequeños hipidos y sollozos provenir de algún lugar de la sala. Rápidamente volteó hacia el menor quien aún seguía con la cara enterrada en uno de los cojines de decoración y se aferraba a otro como si su vida dependiera de ello. Yujin como pudo lo levantó y la imagen que encontró fue de las peores que pudo apreciar en algún momento de su vida.

Gyuvin, aquel chico de aura fuerte y hasta intimidante, quién nunca ha demostrado sentir otras emociones más que las sombrías y que aún así ha sido bueno ocultándolas, quien lo ha defendido de tantos abusadores y tantas miradas juzgadoras, quién a pesar de caer en un abismo lóbrego y vivir en un infierno sin salida siempre tiene las fuerzas suficientes para fingir un poco más, para esconder un poco más... ese chico estaba ahora hecho pedazos por algo que no merecía, por algo que nunca mereció y que nadie en este mundo debería experimentar alguna vez.

Sus padres no eran héroes. Sus padres no eran perfectos. Sus padres no eran fuertes como el. Sus padres eran mentirosos e insensibles. Eran egoístas y tomaron decisiones de la manera más estúpida posible. Y el tenía tantas dudas. Tenía tantos pensamientos y teorías en su cabeza. Tenía tantas preguntas y prácticamente ninguna respuesta.

¿Que había hecho mal? ¿El tenía algo que ver con la separación de sus padres? ¿Fué la principal razón acaso? ¿La
única? ¿Por qué?

« ¿Por qué no puedo saber quién es mamá?
¿Por qué nadie puede decirme nada?
¿Por qué debo ser yo quién lo pague todo?
¿Por qué tengo que seguir viviendo así?
¿Por qué debo seguir fingiendo?
¿Por qué Yejin me odia?
¿Por qué parece que lo único que la hace realmente feliz es hacerme daño?
¿Por qué no hay nadie que confie en mi?
¿Por qué nadie me da esperanzas?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué? »

Tantas dudas en su joven cabeza. Tantas emociones en su pobre corazón. Y tantas personas egoístas en su vida. ¿Era esto lo que los demás llamaban vivir?

—Gyuvin... — apenas pudo formular el mayor. Estaba sorprendido y a la vez asustado. Nunca había visto a Gyuvin de esa manera así que le aterraba mucho la idea de hacer algo que sirviera de consolación y que Kim lo rechazara.

Gyu cerró sus ojos dejando salir algunas lágrimas en el proceso. El esperaba que Yujin limpiara sus lágrimas. El esperaba que Yujin fuera quien le dijera que todo estaría bien, que no había nada de qué preocuparse. El esperaba las mismas cosas que hizo por el cuando lo encontraba llorando en el baño de la escuela. El esperaba al menos un abrazo de parte del pelirosa y cuando lo único que obtuvo fue un "No llores" se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

"Our baby Gyuvin" - MattwoongWhere stories live. Discover now