𝓡𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸𝓼. [𝑾𝒊𝒍𝒅𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕.]

𝘝𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥𝘦𝘴.

—Las leyendas fueron clave para construir las historias del reino que hoy conocemos. Al pasar de los años estas cambiaron, dando bienvenida a las diferentes versiones de lo que alguna vez fue— Impa tomó asiento en uno de los pupitres del salón, mientras tres jóvenes la miraban con curiosidad sentándose enfrente de ella, prestando atención a lo dicho por su maestra—. Como sabrán, en "La leyenda del héroe y la princesa" relatan su travesía para derrotar al mal, pero... hay cierta parte que no cuentan los escritos modernos, parte de la cual casi nadie tiene noción sobre ella.

—¿Y por qué nos dice esto a nosotros?, puede contárselo a alguien más— mencionó Zelda sin tomarle importancia. Con todo lo sucedido hace un par de horas, sin ofender, tenía cosas más importantes que hacer en ese momento.

—Sobre lo que mencioné puede parecerles raro e incluso aburrido, pero es de vital importancia si se quiere restrablecer la paz a Hyrule.

—¿Y de qué forma esto va ayudar?— Twilight rompió el pequeño silencio que se generó después de lo dicho por su profesora. 

—Sólo escuchen y si aceptan, les diré que hacer— dijo por último Impa y miró con determinación a los tres chicos—. La guerra Sheika se dió por un golpe de Estado llevado por el Clan Yiga, principal enemigo de la familia real. Muchas personas murieron en tal acto, incluso los últimos héroes. Y sí, son dos héroes a los que les debemos la vida— siguió hablando, interrumpiendo las preguntas que querían hacer los jóvenes—. Antes de esa guerra, años atrás, a la llegada de Ganon, su poder se vió reflejado en la toma de una una tecnología jamás vista dominada por él, por lo tanto, el héroe cayó protegiendo a la princesa en un intento de mantenerla con vida, durmió por cien años. La diosa llena de piedad, le encomendó a un héroe de época incierta acompañarlo en su misión de derrotar al mal y ser su mentor. Cuando despertó el héroe de túnica azul, juntos liberaron a las Bestias Divinas que estaban corrompidas, eran artefactos clave para derrotar a Ganon y cuando por fin estuvieron listos, lo vencieron en una ardua batalla, siendo que el héroe menor dió la última estocada. En la actualidad, los monstruos están llegando y esto solo dice una cosa: la resurrección de Ganon esta cerca- su mirada decayó en Zelda-. Joven Zelda, usted es la reencarnación de la princesa que alguna vez gobernó estas tierras— después, observó con detalle a los dos chicos—. Y ustedes, son la reencarnación de los valientes héroes. Wild, llevas el alma del héroe que durmió un siglo y Twilight, el alma del héroe de la época incierta, así que les pido desde el corazón que busquen la espada maestra y a sus aliados, y después luchen una vez más y derroten a esa calamidad.

Todos se quedaron congelados y sin decir ninguna palabra. Tenían dos opciones: creer lo que su profesora de Historia dijo ó fingir que nada pasó y seguir su vida normal. 

—¿Es todo cierto? ¿y si todo es incorrecto?— el blondo soltó las preguntas que retenía. 

—Mis ancestros sirvieron fielmente a la princesa, sus predicciones no son erróneas, así que es su decisión el creerme o no, sin embargo, en el momento que todo sea un caos no tendrán tiempo de enmendar sus decisiones— respondió Impa.

—Ahora todo tiene sentido... Los sueños que tuve sobre la guerra y el chico de gran parecido con Wild junto a su nombre no fueron en vano— los pensamientos del moreno se acomodaron enseguida, como sí fuera el engranaje de un mecanismo al cual le faltaba una pieza, un engrane encajará perfectamente.

—¿También tenías esos sueños?, pensé que era el único. Siempre veía una batalla y a ti, así como también escuché tu nombre— el semblante de Wild mostraba sorpresa y confusión. 

—¡Por eso en la cafetería cuando Twilight escuchó tu nombre se desmayó, te recordó, Wild!— terminó la rubia con emoción haciendo su hipótesis, por fin tendría algo de acción en su vida. 

—Me queda decir que es momento de que se aventuren en su misión, el tiempo se agota cada vez más— la señora Impa se levantó estirando su cuerpo, mientras a paso lento se dirigió a su escritorio, abriendo el cajón de este y sacando un viejo pergamino—. Aquí se encuentran algunos datos sobre que lo tendrán que hacer, aunque lo primordial es que encuentren la espada que doblega al mal.

 —¿Pero dónde está? Se dice que se perdió hace mucho y nadie sabe su paradero— preguntó el castaño colocándose a un lado de ella y tomando el pergamino.

—Se rumorea que se encuentra al norte, en un lugar llamado "el bosque perdido", no sé sabe aún si existe ese lugar.

—¡Genial! tenemos que buscar un lugar que ni siquiera existe— comentó el menor con sarcasmo observándolos desde su asiento.

—Entonces, hay que buscarlo. Será una gran aventura— el entusiasmo en Zelda era notable.

—Esto es una mala idea.