𝘔𝘪𝘳𝘢𝘥𝘢.

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Hoy sería un día aburrido, se terminaría el horario de clases y después comenzaría su entrenamiento.

Twilight se encontraba emocionado a que llegará esa hora. Le fascinaba aprender nuevas técnicas, y no era por presumir pero era el mejor alumno que la academia había tenido en mucho tiempo; dominaba la espada como sí en tiempos pasados fuera diestro con esta, como sí esas enseñanzas ya estuvieran presentes en su memoria aplicandolas con demasiada naturalidad. 

Pasó la última clase con rápidez. Tomó su mochila con sus pertenecias y salió siendo acompañado por Midna, esta vez ella lo acompañaría, era divertido apostar a que Twilight ganaría contra su contrincante. 

Caminaron lentamente hacia la salida teniendo una conversación sobre cosas triviales, hasta que su compañera tocó el tema del chico nuevo y por alguna razón esto llamo la atención del moreno. 

—¿Ya escuchaste que habrá alguien nuevo?, ¡espero que le asignen nuestro salón! sería agradable conocerlo. Una amiga me dijo que lo vio en dirección y que es muy guapo- la más alta se emocionó ante la idea y sus expresiones lo daban a conocer. 

—¿Alguien nuevo? ¿A finales de curso?- se rascó la nuca con incomodidad, a decir verdad el último comentario de esta le causo ciertos celos. No permitiría que le quitarán en unos días lo que a él le tomó ser amigo de ella.

—Al parecer... ¿No te da curiosidad saber de quién se trata?. 

—No, y hay que irnos o se hará tarde— aceleró el paso evitando el tema anterior. 

—Sí, si, ya voy. 









Llegaron a su destino: La Academia de Caballeros. 

Esta era una de las mejores escuelas y aunque el arte de blandir una espada ya no se tomaba con tanta obligación, era un divertido pasatiempo. 

Twilight y compañía se adentraron al lugar mientras que el castaño se dirigía a las duchas a dejar sus pertenencias, la mayor tomó asiento en una de las gradas.

Su vista navegó por todo el lugar, no es la primera vez que acompaña a su amigo. Su mirada se posó en cierto rubio de aspecto joven, con unos bellos ojos azules y sonrisa timida. Este hablaba con otros chicos, más tarde le preguntaría al moreno sobre él ya que nunca lo había visto. 

La clase comenzó y los chicos se reunieron para comenzar. Después de algunos ejercicios empezaron con las batallas entre los mejores y el vencedor continuaba la lucha con otro oponente. 

Twilight arrazaba con todo aquel que se le opusiera. Sus movimientos eran ágiles y rápidos, tal vez hasta con elegancia, derrotaba a todos sin chistar. 

Las victorias fueron consecutivas hasta que llegó el rubio de bonitos ojos. Le tomó unos cuantos movimientos para ganar contra el mayor. 

Todos, incluso el entrenador, se encontraban maravillados ante el nuevo prodigio, fue asombrante como acabó con el mejor en sólo unos minutos, aunque no fueron los únicos, Twilight se encontraba en el suelo, congelado ante la situación, la molestia no tardó en llegar. Observó con frustación a su contrincante y este a él, sus miradas conectaron. El presentimiento de que ya se habían visto nubló su mente. 

El rubio ya miró a ese mar. 

El castaño ya miró a ese cielo. 

Sus corazones latían con intensidad y el querer ser abrados por el otro era un deseo insoportable. 

Pequeños recuerdos pasaban rapidamente entre sus pensamientos: Una mirada, un saludo, un abrazo, un beso, una guerra, una gran desesperación, una muerte... 





























—¿Nos conocemos de alguna parte...?



































































𝓡𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸𝓼.  [𝑾𝒊𝒍𝒅𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕.]Where stories live. Discover now