𝘓𝘢 𝘭𝘦𝘺𝘦𝘯𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘩é𝘳𝘰𝘦 𝘥𝘦𝘳𝘳𝘰𝘵𝘢𝘥𝘰.

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"Hace mucho tiempo, en el romoto reino de Hyrule, se relataba una gran profecia. Una princesa y un héroe reencarnan junto con Ganon, nombre del temible ser que deseoso de poder, amenaza Hyrule. La princesa con ayuda de la trifuerza y de su más valiente guerrero, portador de la espada que doblega la oscuridad; derrotan al mal desde tiempos inciertos".









La maestra terminó de dar la explicación y miró con detenimiento a un dormido castaño.- Joven Twilight, quiero pensar que usted ya sabe el tema y por ende está tomando una siesta- dijo la señora Impa, su voz era firme y daba miedo.

Este despertó de golpe, el sueño con el extraño chico había sido interrumpido. —¡Si!... ¿Disculpe... qué dijo?— todos los presentes lo miraron entre risas. 

—Continúe con el tema, por favor. "La leyenda del héroe y la princesa"— la señora Impa tomó asiento en su escritorio esperando la respuesta del chico. 

—Por supuesto...-se levantó de su pupitre-. Bueno, el último de los héroes fue derrotado, pero gracias a la princesa, el mal pudo ser sellado.— observó a la profesora con nerviosismo—. Esto fue hace miles de años... Después de aquel acontecimiento, el linaje de la nobleza fue decayendo, el paradero de la espada es desconocido y las reencarnaciones de la princesa y el héroe no se han visto, también el mal no ha hecho su presencia, así que se transformó en una leyenda— dijo con lo poco que recordaba de aquellas historias que le contaba su abuelo. 

—Gracias, puede sentarse— el joven se sentó en su pupitre, decidido en continuar con su siesta, pero fue interrumpido por la campana indicando el inicio del receso. Tomó sus pertenencias y las colocó dentro de su mochila.

Salió del salón algo apresurado, tenía que verse con Midna, su mejor amiga y enamorada. Se dirigió a la cafetería con la esperanza de encontrarla y también comprar algo de comida. Rapidamente la localizó entre las personas de la fila, se acerco a paso lento sabiendo el sermón que esta le daría por llegar tarde. 

—Hola— se paró enfrente de ella.

—Llegas tarde, otra vez. ¿Acaso no eres puntual?- sus labios formaron una mueca de molestia. 

-—Lo lamento, ya sabes que me tardo en buscarte— rascó su nuca nervioso, un hábito desde que era niño. 

—Ajá, dejando eso de lado...— tomó el rostro del moreno, observando las marcadas ojeras que se formaban debajo de sus ojos-. Te ves realmente mal, ¿No haz dormido lo suficiente?.

—Ya sabes, el sueño de siempre. 

—¿El del chico lindo?, o, ¿el de la guerra?. 

—Los dos son válidos- aparto su rostro, tomando una bandeja para posteriormente poner su comida, la mayoria eran verduras. 

—Siento que te amarró ese chico— golpeó con diversión el brazo de su acompañante. Repitió la acción del mayor, pero tomó una rebanada de pizza en vez de verduras.  

—Que graciosa— dijo con un toque de sarcasmo—. Aunque para este punto puede ser verdad, pero ni siquiera lo conozco, puede que no exista y sea producto de mi imaginación— pagó sus alimentos y se dirigió a una mesa vacia dejando su bandeja en esta.

Hoy sería un día largo. 

























𝓡𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸𝓼.  [𝑾𝒊𝒍𝒅𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora