Tres vidas (Shifting)

Nueva York

Luego de recibir la noticia me quedé tiesa, Coulson me caía muy bien, daba unas vibras bien bonitas y en ningún momento me hizo sentir menos como el resto de agentes que se encontraban en ese lugar; Coulson me respetaba y eso fue suficiente para que se ganara mi cariño. Con todo lo que estaba pasando en aquel momento, se me pasó el hecho de que moriría, de haberlo recordado, habría ido sin pensarlo para evitarlo dejando de lado mis obligaciones en ese momento.

En cuanto el auricular se quedó en silencio, comencé a caminar cabizbaja. De camino a la sala de control me encontré con Tony quien estaba conmocionado y se paralizó al verme bastante aterrado:

— ¿Por qué tu cara tiene tanta sangre seca? ¿Es tuya? — Preguntó Tony en mi dirección como si fuera un robot.

No sabía a qué se refería entonces improvisé hablando en español. — Sabrá dios. — Respondí sin pena. — Asumo que es mía, Hulk me dio bastantes golpes cuando traté de detenerlo.

Él hizo una mueca de asco. — Ve a lavarte, te ves fatal. Por cierto, ¿Qué fue eso en el laboratorio hace un momento? No has tenido recaídas en mucho tiempo.

— Tampoco lo sé, escuché un zumbido en el oído y me caí. Sospecho que fue por el cetro. — La conversación finalizó ahí y me fui a mi habitación.

Dejé el cinturón con las armas sobre la cama y me metí al baño sin esperar demasiado. Lo digo porque según los diarios, mi otra yo hablaba de lo mucho que Tony solía exagerar en momentos no tan graves; pero me llevé una gran sorpresa y me asusté un montón cuando vi mi rostro en el espejo, pues había sangre en todas partes, incluso en mi cabello. Cuando Hulk me dio los puñetazos, imaginé que el líquido que sentí era sudor, no mi propia sangre ya que en ese momento solía sudar mucho por el calor tan incómodo que hacía. Parecía Carrie, realmente fue un poco espantoso. Ya no soportaba verme ni olerme por lo que me aseé tan rápido como pude para dejar de tener arcadas casa cinco segundos.

Como sea, me lavé como pude, no podía tardar demasiado, teníamos que reunirnos todos para dar un informe acerca de nuestras respectivas misiones. 

Sólo Steve, Tony y yo nos reunimos con Fury en la sala de control, nadie dijo ninguna palabra por todas esas emociones sentidas hace algunas horas, sólo esperábamos y nadie sabía qué exactamente.

Fury comenzó a hablar como si nada de lo que hubiéramos hecho importara, como si nada de eso tuviera hubiera significado nada, pude ver cómo tiró las tarjetas de Coulson a la mesa para manipularnos aún más, realmente sabía cómo hacerlo; por un momento pensé si acaso Coulson le llegó a importar alguna vez. Steve levantó la que tenía sangre y yo me perdí en la mancha de roja que quedó en la mesa, era mucho por procesar.

— Surgió una idea y Stark la conoce.— La voz de Fury me sacó de mis pensamientos.— Llamada: la iniciativa Vengadores.

Volteé a ver a Tony, me daba la espalda evitando hacer contacto visual con cualquiera que estuviera presente, aquello me entristeció, porque necesitaba a alguien en ese momento.