CAPÍTULO 12

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Narrador omnisciente

La mudanza de Yi-seo al departamento de Jang-mi estaba yendo de maravilla, las cosas cabían perfectamente en la habitación y traía algunas otras que irían por el resto de la casa.

-- ¿Esto es todo? -- Pregunto Jang-mi quien estaba salíendo de su habitación.

-- Si.

Jang-mi inspeccionaba todo, nada había sido acomodado aún pero sabía que no sería un desastre.

-- ¿Donde esta el chicle que no se te quiere despegar?

-- Fue a poner algunas cajas en mi habitación. -- Veía unos papeles detenidamente. -- Dibujas bien, sería útil para el marketing.

-- Gracias, pero ¿Como sabes como dibujo?

Yi-seo levantó los papeles que tenía en mano, a primera vista no se veía nada pero, al enfocarte bien se podía divisar el retrato de alguien adelante de otros papeles con cuentas.

-- Geun-soo los encuentro en mi habitación. -- Jang-mi se acerco y se lo quito rápidamente. -- Te gusta.

-- Lo hice cuando tenia 14.

-- Eso no contesta mi pregunta.

-- No tengo por qué decirte, aun si es un no, no necesito declarar mis sentimientos a ti. -- La miraba un poco molesta, esta era una de las razones por la que no le gustaba traer gente a su casa, pero era entendible, había olvidado sacar algunas de sus pertenencias de la habitación. -- No quiero que espíes de nuevo, si los encontró debías dármelo de inmediato.

Se fue a su habitación, Yi-seo solo la seguía con la mirada. Pasó muy poco tiempo cuando Yi-seo recibió una llamada donde le informaba sobre el asunto de la tele.

-- ¡Zorro astuto! Conseguimos pasar, saldremos en televisión.

Como si no hubiera pasado lo de antes, Jang-mi abrió la puerta con una cara sorprendida.

-- Estoy llamando al jefe para decirle.

Marco el número de Park Sae-ro-yi, Jang-mi solo la miraba sonriente. Ese solo era un paso de muchos más, después de informarle lo mismo que a la pelinegra dijo:

-- Quieren verlos en el canal mañana.

Fue suficiente para que Jang-mi ya no se contuviera y se pusiera a festejar. Yi-seo alejó el teléfono de su oreja, haciendo obvio el fin de la llamada, y el teléfono de Jang-mi comenzó a sonar.

-- Gracias por eso Yi-seo. -- La abrazo para después entrar una vez más en su habitación. Anyes de entrar y cerrar la puerta se vio como contesto el teléfono. -- ¡Ya se! Esto es grandioso para el bar Sae-ro-yi, me prepararé para cualquier cosa que nos ofrezcan. No dejaré que nos vean la cara. Si, te veo después. Sae-ro-yi, gracias. Por todo. Bueno te dejo.

Itaewon ClassWhere stories live. Discover now