15

21 5 0
                                    

TAEHYUNG

Decidí no presionar más a Growl con respecto a Falcone y lo que había sucedido. Tenía la sensación de que se cerraría por completo si lo intentaba muy pronto de nuevo. Al menos no pareció demasiado enfadado por mis preguntas como para dejar de dormir conmigo.

Cuando yacíamos uno junto al otro en la cama después de que Growl me hubiera causado tres orgasmos, mi cabeza estaba desesperada por encontrar una manera de hacer que se quede. Usualmente se iba ni bien terminábamos, sin darme la oportunidad de conocerlo mejor. Ni siquiera nos tocábamos después. O no lo habíamos hecho hasta ahora.

Ahora el brazo de Growl estaba rozando el mío ligeramente. No era por accidente. ¿Tal vez en el fondo deseaba la cercanía ás allá del sexo? Sus ojos estaban medio cerrados y su respiración ya estaba ralentizando. Su pecho musculoso relucía por el sudor.

—¿Qué le pasó a mi padre después de llevarme a tu casa? —pregunté.

Growl abrió sus ojos.

—Estaba muerto.

—Lo sé —susurré duramente—. Eso no es a lo que me refería. ¿Dónde está su cuerpo? ¿Qué hiciste con él?

Growl giró la cabeza hacia mí, frunciendo el ceño.

—¿Qué importa? Él ya no está.

—Las personas entierran a sus muertos por una razón. Porque necesitan un lugar para sentirse conectados a ellos, un lugar donde despedirse o hablar a lo que queda de las personas que aman. Es lo que hace la gente.

Growl no parecía entender.

—Quizás. Aunque no logro ver cómo ayuda eso.

—No tienes que entenderlo —digo bajito—. Solo aceptarlo. Realmente necesito saber dónde está el cuerpo de mi padre. Necesito despedirme para tener paz.

—Fue enterrado fuera de los límites de la ciudad.

—¿Enterrado? ¿Entonces no fue arrojado en algún lugar o algo peor

—No estaba allí cuando lo enterraron. Pero es lo que me dijeron.

—¿Sabes dónde está? ¿Puedes llevarme?

Growl dejó salir un suspiro. Se sentó como lo esperaba y balanceó sus piernas fuera de la cama, dándome la espalda. Que, también, estaba cubierta de tatuajes, espinas y rosas, cráneos y serpientes, e intricadas letras negras que decían "Dolor", nada más. Había más cicatrices en su espalda, hombros y cuello.

—Tienes que seguir adelante.

Reprimí mi frustración. Simplemente no podía entenderlo. Tantas emocionñes y hábitos humanos eran desconocidos para él. Me impulsé hasta quedar sentada y me acerqué a él. Esperaba que fuese una buena señal el que no se hubiese levantado todavía. ¿Tal vez algo en él quería quedarse conmigo?

Las puntas de mis dedos rozaron las extrañas cicatrices redondeadas que poblaban su espalda y la parte superior de sus brazos. No lucían como heridas de bala, más bien como si alguien hubiese quemado a Growl. Después de un momento de duda, le pregunté en voz baja:

—¿Qué son esas?

Growl miró por encima de su hombro.

—Quemaduras de cigarro.

Mis dedos se congelaron. Sonaba tan distante, como si no estuviésemos hablando de su cuerpo.

—¿Quién te hizo esto?

—Quizás le pedí a alguien que me lo hiciera —dijo.

—¿Por qué le pedirías a alguien un poco de dolor?

VENGEANCE [KOOKV]Where stories live. Discover now