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Su corazón latía tan rápido que era lo único que podía escuchar, las voces de sus compañeros se perdían ante la intensidad de sus propias emociones. Se sentía como si estuviese cayendo en el vacío, un escalofrío recorrió su columna vertebral hasta llegar a su cuello en donde podía apostar que su piel empezaba a desprenderse de sus huesos.
Deseaba despojarse a sí mismo de su cuerpo humano que lo ataba a este mundo. Necesitaba subir a los cielos y pedir a uno de sus amigos que cegarán a sus compañeros, a todo aquel que hubiese tenido la dicha de ver la piel de su amado.

Se maldijo a sí mismo por sugerir quitarse las armaduras, supuso que Vegetta tendría una camiseta por debajo, como mucho pensó que sería una de esas camisas de algodón que tienen tirantes y lo dejarían ver sus brazos.... Él podía soportar la idea de que sus amigos vieran esas extremidades de su musa, podía manejar el nivel de ansiedad que le causaba que ellos vieran lo tonificados que estaban sus bíceps. Pero no esto.

Vegetta no tenía nada bajo su armadura, solo unos pantalones morados que tentaban a su mente a imaginar los escenarios más sucios e intensos que su nivel de experiencia le permitía crear. Quería usar aceite de almendras dulces y llenar todo el torso de Vegetta, deslizar sus dedos por cada curva hasta poder esculpir una estatua a pura memoria. Anhelaba morder sus pectorales, amansar los firmes bultos y dejar la marca de sus dedos de forma permanente. Deslizar su lengua por cada trozo de piel, necesitaba: lamer, chupar, morder, jalar y besar sus pezones hasta que se hincharán y el solo roce de la tela hiciera a Vegetta jadear.

Su mente estaba saturada con todo tipo de fantasía, colocar miel o cualquier cosa dulce sobre su abdomen y comerla directamente mientras con sus manos-. El grito emocionado de alguien lo sacó de su trance, sacudió su cabeza volviendo a la realidad.
Su respiración se atrapó en su garganta al procesar la escena.

Vegetta bailando frente a un tubo era una de sus fantasías, pero que sus compañeros estuvieran ahí lo convertía en su peor pesadilla. No merecían verlo en ese estado, ninguno de ellos debía. Él no odia a sus amigos, no, solo odia que sus malditos ojos parezcan no parpadear mientras aprecian al dueño de su corazón hacer una acción tan atrevida.
Empezó como una estúpida broma y ahora había escalado al punto que la mayoría estaban callados nada más observándolo con una expresión que hacía que las tripas de Foolish se revolvieran.

Vegetta no tiene la culpa, él solo pensó que sería divertido, no es como si él fuese consiente de lo erótico que se ve mientras da vueltas alrededor de ese tubo... no, seguramente él no sabe lo mucho que sus manos pican con la necesidad de tocarlo. De adorarlo como se lo merece, arrodillarse y hacer cualquiera cosa que el mayor le permita. Lo que sea que él desee.

Vegetta tenía los ojos cerrados y sus movimientos eran tan hipnotizantes que simplemente no podía  apartar mis ojos de él, la forma en la que algunos mechones de su cabello caen sobre su rostro es simplemente mágico.
Sus ojos violetas que contenían toda una galaxia parecían fijarse en los míos, "I need help". Sé que lo dijo con ese tono que usa cuando solo intenta fluir con el ambiente, cuando quiere sacar un par de risas.

I know

Los chicos gritaron emocionados, Roier se acercó con la intención de 'ayudarlo' pero mi mano derecha se movió colocándose en su pecho para impedirle dar un solo paso más, no lo hice de forma brusca, pero sí con la firmeza suficiente para dejar en claro el límite. "I'll handle this, buddy" mi tono continuó siendo animado, no quería arruinar el ambiente, mucho menos ahora que tenía la oportunidad de tocar a mi delirio.

"yeah, I can help you" di un paso hacia enfrente acortando la distancia entre ambos, mis manos temblaban levemente, esto se sentía ilegal... ¿está bien que lo haga? ¿Y si lo hago sentir incómodo?. Mis ojos volvieron a encontrarse con Vegetta, su expresión me dio la confianza suficiente para finalmente colocar mis manos en su cintura. Mis dedos se apretaron sobre su piel expuesta, jalándolo hacia mí con cuidado, Dios, sentir su calor mientras lo abrazo es una cosa pero estar en esta situación y tenerlo así de cerca es algo totalmente diferente. Su presencia es tan intoxicante que siento mis piernas temblar, lo jale un poco más, esta vez su cuerpo se presionó contra el mío, mi mirada bajó por su bello rostro hasta llegar a sus labios.

Todos gritaron y empezaron a pedir un "beso". Yo tragué en seco, deseaba tanto ceder, inclinarme y robar un beso de esos carnosos labios que me hacían perder todo rostro de control sobre mi propio cuerpo. Pero no podía, no así, no enfrente de todos. Nuestro primer beso tenía que ser especial.
"bueno bueno bueno, vamos a darle un poco de privacidad a los tortolitos" Quackity habló en voz alta rompiendo el hechizo.

Odiaba esta situación, todo sería mejor si estuviéramos solos... aunque dudo que hubiésemos llegado a este punto si en realidad lo estuviéramos. Di un paso hacia atrás quitando mis manos de Vegetta, las apreté en un puño intentando mantener el rastro del calor de su cuerpo tanto como pudiese. Nos despedimos de nuestros amigos con normalidad, Incluso yo estaba apunto de hablar para pedirle que hiciéramos algo cuando sentí un empujón en mi pecho siendo seguido por el material frío del concreto contra mi espalda. El acto inesperado hizo que mi expresión dejara en claro mi sorpresa, "and now... you and me" la voz de Vegetta y el tono sugerente que usó hizo que el fuego que intentaba apagar en mi pecho avivara aún más.

Reí nervioso sin saber que hacer, ¿qué tenía permitido hacer? ¿Qué tanto podía hacer sin cruzar la linea?. Mis manos se colocaron en sus caderas pegando su cuerpo al mio, "Yeah?" Deslice mis palmas por el material suave de sus pantalones, acariciando su cadera y luego apretando la zona un poco. La pequeña fricción hizo que soltara un pequeño gemido, al estar así Vegetta podía físicamente sentir como mi cuerpo reaccionaba ante él. Mis ojos buscaron los suyos, necesitaba confirmar que él estaba bien con esto, que yo podía-

"yo sigo aquí" la voz de Roier hizo tuviera que respirar profundo para evitar maldecirlo, a él, sus padres y a todo su árbol genealógico que llevó irremediablemente  a su creación y por lo tanto a su presencia en un momento tan crucial como este. Vegetta se giro a ver a Roier quien tenía sus manos cubriendo sus ojos, una risa divertida saliendo de sus labios.
"you ruined the atmosphere" comenté en un tono controlado.  El "I'm sorry dude" de mi amigo solo me hizo negar con la cabeza.

God...

~•Love•~Where stories live. Discover now