Vegetta es un hombre fuerte, él protege a los suyos, los cuida al mismo tiempo que los guía dándoles la oportunidad de explotar, construirse a sí mismos sin miedo a que alguien los juzguen. Quizás no entienda un par de cosas, pero su lado curioso lo obliga a preguntar hasta comprender el tema, puede que no se identifique pero es lo suficientemente empatico como para estar feliz por los demás. Para él, si no le hacen daño a nadie, entonces todo está bien.
Cuando encuentras a una persona así, es normal que te sientas seguro cuando estás cerca, es entendible que quieras hablar de temas que nunca te habías atrevido a mencionar en voz alta. Ese es Vegetta para mí, la persona que sé que sin importar lo que el resto de las personas piensen, te defenderá a capa y espada sin dudarlo, porque él confía en ti... y eso es lo único que necesita para considerarte parte de los suyos, de su familia.
"Vegetta" ver a un hombre tan admirable en un estado deplorable, hizo que todo mi sistema nervioso se pusiera en alerta. Vegetta apretaba su mandíbula tan fuerte que podía escuchar sus dientes rechinar, sus puños estaban cerrados con sus nudillos blancos por todo el dolor que estaba experimentando. Primero intentó soportarlo, pero poco a poco se fue contrayendo hasta que finalmente admitió en voz alta lo mucho que todo su cuerpo dolía, como si por dentro cada uno de sus huesos estuviese siendo destrozado.
El pánico empezaba a apoderarse de mi, con la mirada empecé a recorrer la piel expuesta en busca del causante del dolor. Fue entonces como lo vi, en la parte de atrás de su cuello, justo donde su cabello empezaba había una marca de dientes que casi rompe su piel. En el centro estaba un símbolo triangular, jamás había visto uno de este tipo. Las líneas empezaban a marcarse en la piel de Vegetta, dejando lo que parecía ser un tatuaje pero con un color carmín intenso.
El proceso aún no terminaba, Vegetta seguía retorciéndose de dolor, tenía que hacer algo.
Cerré mis ojos y coloqué ambas de mis manos sobre la marca, mis susurros siendo seguidos por un destello de luz que se escapaba de entre mis dedos, Vegetta dejó de moverse, su cuerpo totalmente inmóvil mientras yo me inclinaba sobre él, coloque mis labios en el dorso de mi mano, sin tocar mi piel empecé a una respiración bucal, absorbiendo profundamente la luz rojiza y almacenándola en mi. Luego enderece mi postura girando mi cabeza hacia un costado y exhalé asegurándome de apuntar lejos de ambos. Repetí el proceso hasta que ya no había rastro de la luz que el símbolo desprendía. Quité mis manos con delicadeza, observando la piel de Vegetta, no había rastro de la marca.
"Do you feel better?" Pregunté en un susurro bajo, Vegetta asintió, un pequeño gesto que fue suficiente para hacer que mi cuerpo se relajara. Vegetta intentó ponerse de pie pero sus piernas le fallaron casi dejándolo caer, yo lo atrapé atrayéndolo hacia mis brazos. Nuestros ojos se encontraron, sus iris violetas estaban opacas revelando el cansancio que agobiaba su alma. yo pedí permiso con la mirada, él asintió dándome el permiso que necesitaba. Lo cargué en mis brazos mientras me dirigía a su habitación, siguiendo las indicaciones que mi amor susurraba contra mi pecho.
Adoro la forma en la que puedo cargarlo en mis brazos, me gustaría hacerlo en otra clase de situación, una en donde ambos estemos riendo divertidos, encantados de estar el uno junto al otro. Quizás en el futuro pueda hacerlo.
Recosté a Vegetta en su cama, cubriéndolo con las sábanas moradas, me senté al borde de la cama con cuidado de no ocupar mucho espacio. No quería dejarlo solo, pero tampoco quería imponerme. Una de mis manos se colocó sobre su mejilla, mi pulgar acariciando su piel de tal forma que solo era un suave roce. "Stay" la voz del mayor hizo que mi corazón se encogiera en mi pecho. ¿Por qué alguien querría atacaría a un ser tan hermoso como lo es él? ¿Qué tan dañada tenía que estar un alma para herir a alguien que sólo da alegría a quienes lo rodean?.
Me quedé al lado de Vegetta, parte de mi seguía alerta, negándome a dar un paso en donde él no estuviera en mi campo de visión. Unas horas después Vegetta despertó con la misma sonrisa que iluminaba su rostro todos los días, suspiré aliviado, sin poder evitarlo lo abracé con fuerza. Tenía miedo de que no funcionara, miedo a que un demonio pudiera reclamarlo como su propiedad y llevarlo a la oscuridad de donde salió.
Pero yo no lo permitiría, bajaría a buscarlo, lo traería de regreso incluso si eso significaba arriesgarme a perder mi inmortalidad.
"Foolish... I'm okay" Vegetta palmeó suavemente mi espalda, fue hasta en ese momento que me di cuenta que él no era quien estaba sollozando, si no yo. Me separé del abrazo con lentitud, limpié mis lágrimas con vergüenza, Dios, ahora debe pensar que soy un bebé llorón que no podría protegerlo. "Yeah, I- i know... I just-" me tuve al sentir los labios de mi musa en mi frente. Un beso corto pero significó todo para mí.
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FanfictionPara ganar amor debes ser gentil, Foolish lo entendió a la perfección cuando conoció a Vegetta. El amante del morado se volvería la musa del semi Dios, su inspiración y la motivación misma de ser tan dulce como nunca. Créditos de la portada a: @pa...
