Me gusta ese de chinos...

8.

New York

Diego tenía un gran proyecto.

Traer una obra estadounidense, al teatro de México, al público mexicano.

Cuando le notificaron ello, obviamente se emocionó, iría a Nueva York, una de las ciudades que más amaba, una de las ciudades que le encantaban.

Y ahora, finalmente tendría con quien ir a compartir ese gran viaje.

—Jorge —Ese día el menor se había quedado en su casa, ambos estaban desnudos, Diego en la cama, mientras Jorge cepillaba sus dientes en el baño de la habitación, obviamente acababan de hacer algo—

—Uhm? —dijo aún con la pasta en la boca, enjuagó su boca y tomó sus rizos en un moño, yéndose a acostar—

Diego sonrió, y una vez que su pareja llegó a la cama, sacó un pequeño folleto y se lo enseñó.

Era una obra de teatro.

Cuando Jorge frunció su ceño, Diego sonrió y rió.

—Estamos persiguiendo esta obra en el teatro, la queremos traer a México... Viajaré a Nueva York.

Jorge sonrió enormemente, abrazó a su pareja y le plantó un buen beso en los labios.

—Wow, estas emocionado Diego? Irás a Nueva York! Traerás una obra! —dijo con emoción abrazando su cuello, Diego rió y beso este—

—Claro que estoy feliz coky... Y tú? Tú estás feliz?

—Por ti? Obvio que estoy feliz!

—No! Tonto! Vas a acompañarme —susurro tomando su mano, Jorge se sonrojo y abrió los ojos—

—Oh.. Diego me encantaría, enserio amaría ir a Nueva York contigo, pero...

—Pero? No puedes esas fechas? Qué pasó? Por qué no?

—No tengo tanto dinero para un viaje de esa magnitud Diego —Dijo sonrojándose— Eso... Eso es muy caro, Nueva York es demasiado costoso, no puedo pagármelo... Y mis papás podrían ayudarme un poco, pero no me gusta sobre pasarme...

—Quién te está hablando de dinero?

—Pues... Estas diciéndome que si vamos a Nueva York...

—Si, te estoy invitando a Nueva York, lo que significa que yo pagaré, no tienes que preocuparte, ni por el hospedaje, ni por la comida, y demás, yo pagaré, lo más que pueda, ok?

Los ojos de Jorge brillaron, negó y cubrió sus ojos, Diego se preocupó rápidamente y se acercó a él.

—Jorge? Amor?

—Solo... No se que hice para merecerte Diego —Dijo en un susurro—

—Ow, Jorge...

Abrazo rápidamente al menor, beso su mejilla y acaricio su cintura.

—Nada amor, es lo que te mereces cielo —susurra abrazándolo— Y metetelo en esa bonita cabeza tuya amor...

...

Jorge estaba muy emocionado.

Iban bajando de el avión, ambos con sus maletas, tomados de las manos.

Sabían que no era muy bien visto, pero sinceramente, muy poco les importaba lo que pensaran de ellos.

—Te intentaré llevar a lugares muy lindos, bien? —Dijo Diego, Jorge se le quedó mirando con su corazón latiendo muy rápido— Mira, estaré trabajando, pero tú puedes quedarte en el hotel mientras lo haga... Y una vez que termine, te dedicaré todo el tiempo, bien? —Jorge sonrió y asintió emocionado, claro que aceptaba.—

Diego trabajo mucho, salía muy temprano, llegaba muy tarde.

Pero siempre conseguía unos minutos para pasear a su pareja.

Diego tenía una forma de querer muy bella.

—Jorge, Jorge —susurró, acababa de llegar, Jorge abrió un ojito y al ver a su novio con sus lentes sonrió—

—Amor, ya llegaste, pedí comida, lo siento, tenía muchísima hambre... Ven, acuéstate conmigo —gruño y lo jala un poco más, pero Diego sonrió y negó— Diegoooo

—Levántate y ponte guapo, saldremos —susurro, Jorge se enderezó un poco sorprendido—

—Saldremos? Es algo tarde, no?

—Tienes 20 minutos Anzaldo, y cúbrete bien porque hace mucho, mucho frío —besó su frente y Jorge sonrió fascinado, corriendo a vestirse, no sabía cual era su sorpresa, pero seguro era dulce—

...

—A donde vamos? Diego! —reía y tomaba con fuerza la mano de Diego, el cual se rehusaba a decirle– amor —hizo un puchero, pero Diego rió más y lo siguió jalando, hasta que llegaron—

Los ojos de Jorge se abrieron enormemente al ver el teatro frente a él, sonrió mirando a su pareja fascinado.

—Diego, es muy lindo, gracias por traerme —susurro mirando el bonito letrero con las luces bien encendidas, saco su teléfono y empezó a tomar fotitos, sonriendo con emoción—

—Muy bonitas tus fotos cariño, pero tenemos que apurarnos —tomó su mano y camino hacia dentro del teatro, saco dos boletos y los ojos de Jorge se abrieron— No creíste que solo te traje a conocerlo, no? Te traje a ver una obra...

Los ojitos de Jorge se llenaron de lágrimas, se cubrió rápidamente, sonriendo al ser rodeado por los brazos de su pareja.

Y sonrió aún más, cuando noto que era su obra favorita, ya que alguna vez le había dicho a Diego que le encantaría ver en persona.

—Diego...

—Ya no llores —susurro besando su frente, importándole poco todas las personas que los estaban viendo— entremos, si? —Jorge asintió limpiando sus lágrimas, Diego metió bien los rizos en el gorrito y beso nuevamente su cabeza— vamos! Lo amaras!

Y Jorge sabía que así era.

Y si, amaba el teatro, amaba el arte y todo lo que tenía que ver con esta.

Pero no lo amaría solo por eso.

No lo amaría solo porque estaba en Nueva York, en Broadway, presenciando una obra.

Lo amaría porque a su lado, tenía a la persona que más quería en el mundo.

A su lado tenía a ese lindo hombre que se preocupaba por hacerlo sentir feliz y amado cada segundo.