26. En el presente, en el pasado y en el futuro

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Había pasado un tiempo razonable desde aquellos terribles acontecimientos que habían marcado muchísimo su vida, que había sido un infierno desde que había sido concebida.

Y por fin después de tantos años podría reencontrarse, aunque sea de esa manera, con aquellas personas que la habían criado y con aquellos que la habían concebido. Una efímera sonrisa salió de sus labios, después de todo un ciclo había terminado. Rin dedicó unas oraciones ante la tumba de sus padres, les había llegado lo que a muchos no: justicia.

Caminando por el mismo cementerio dio con aquella pequeña tumba, vieja y descuidada de la cual le había dicho Suki su ubicación. Una ‘R’ era lo único que se podía leer en aquella lápida. Debía de ser el hijo de Zero producto de aquellos terribles abusos por parte de su padre. Por respeto a la criatura, limpió el pequeño espacio y dejó un lirio. Él también merecía descanso.

Rin siguió caminando hasta estar frente a su acompañante que tranquilamente la esperó.

-Gracias por acompañarme, esto es importante.

-Sé que lo es amor- Sesshomaru atrajo a Rin hasta su regazo y la abrazó- sé que lo es.

-Sesshomaru, ¿No te gustaría ir a ver la lápida de Kagura? Era tu amiga quizás y…

-No Rin, algún día pero hoy no.

Rin recordó las declaraciones de Suki tras los acontecimientos de la desaparición y muerte de Kagura. se reveló el por qué Zero tomó acciones en contra de la joven hermana de Naraku Hishida, simplemente era algo increíble las razones que la mujer había tenido.

Kagura Hishida era muy unida a Sara, tan unidas que se sospechaba, entre habladurías, que a la joven Asano le atraía más Kagura que su propio prometido de ese entonces, es decir, Sesshomaru Yanai.

A Zero esto no le gustaba, porque si bien la amistad de la joven Hishida era buena para su hija, estaba interviniendo en el compromiso de Sara con el Yanai y eso era algo que no iba a permitir.

No tenía planes para deshacerse de ella, pero una noche lo cambió todo. Zero había salido a atender uno de los puntos que manejaba bajo el seudónimo de Kumo, le había dicho a su hija que tardaría al menos tres días en volver a casa, para su sorpresa la mujer había vuelto mucho antes de lo esperado y a altas horas de la noche.

Cuando llegó a su vivienda, “ruidos extraños” llamaron peculiarmente su atención y estos provenían de la habitación de su hija. Según Suki y a lo que le había dicho Zero, pudo ver con cautela, como su hija y la señorita Hishida tenían sexo en su propia casa.

Para Zero eso había sido aberrante y asqueroso. Algo muy hipócrita de su parte, debido a su historial, así que a los días de que eso sucediera, Kumo decidió que la joven Hishida debía desaparecer, era bastante peligrosa.

La secuestró y por días sus hombres habían abusado de ella, esto en “castigo” para enseñarle que a su hija no debía de haberla “pervertido” de esa manera. Zero definitivamente era una mujer que a su parecer lo que ella hacia estaba bien y lo que hacían los demás estaba mal. Era despreciable y sínica.

La Ashikaga por un tiempo indefinido la puso a trabajar en el prostíbulo que manejaba, pero se hartó de ella y la mando a matar. Su cuerpo había sido enterrado a las afueras de Osaka.

-¿Cómo te sientes respecto a lo qué pasó entre Sara y Kagura?- preguntó Rin.

-Siempre sospeché que había algo más, jamás quise indagar porque de verdad no me interesaba en lo absoluto lo que hacía o no Sara. Kagura era mi amiga y ella, como te lo dije en alguna ocasión, me dijo lo que sentía por Sara. De verdad ojalá estuviera viva para que las dos fueran felices.

MonsoonWhere stories live. Discover now