Capítulo Extra (5)

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POV Taehyung

El Beso

Estaba defendiéndome, inteligente, honesto, talentoso y compasivo. Nunca nadie me había defendido. La rubia tonta en mis brazos dejó escapar un montón de risitas desagradables, similares al sonido de las uñas contra una pizarra, este no era el lugar donde quería estar. Solo me quedé por Jimin. Estar cerca de él, mirarlo, tocarlo, eran todas las razones por la que había hecho esta elección, aun así, aquí estaba forzándome a tolerar a esta molesta chica, cubriendo su cuerpo con el mío.

La puerta del gimnasio se abrió, mientras Jimin me disparaba una última mirada y luego desaparecía. ¿En qué pensaba? No necesitaba estar solo, lo sabía. Miraba molesto hacia el chico que había dejado atrás, casi sentí simpatía por él, no había sido su intención molestarle, pero el simple hecho de que su pelea fuera por mi, me daba una ridícula cantidad de alegría.

—Ve a jugar con tus amigas por un rato. —Le ordeno antes de alejarme de sus garras. Necesitaba proteger a Jimin.

Si no la conociera juraría que no era real, la brisa hacía bailar su cabello suavemente, dándole un aspecto etéreo. La confusión, la tristeza, la ira daban vueltas a su alrededor. Saber que tenía algo que ver con esas emociones me dolió.

—¿Por qué no estás dentro bailando con tu cita? —Pregunté.

Su cabeza se levantó y el alivio brilló en sus ojos, antes de que se encogiera de hombros y alejara su mirada de la mía para poder mirar a sus pies.

—Se veía bastante triste sentado solo en una mesa. —dije en voz baja, con la esperanza de calmar la verdadera razón por la que estaba aquí. No tenía por qué saber qué tan desesperadamente necesitado por él me encontraba.

Se encogió de hombros y continuó estudiando sus pies, n pude evitar que escapara una risa divertida de mí. Su intento de actuar como si no estuviera tan contento como yo, de que pudiéramos estar aquí juntos y tenerlo todo para mi, solo era lindo.

— Así que ¿Has decidido intentar lo de ignorarme para ver si me voy, otra vez?— Mordiéndose el labio inferior, negó con la cabeza. 

—Ya sé que no funciona contigo.

—¿Por qué estás aquí? ¿Qué pasa?— Quería oírselo decir ¿Por qué? No estoy seguro sólo me torturaría más, pero necesitaba saber que me deseaba también.

—Nada que te interese. —Respondió con acritud.

Sonriendo a su intento de actuar indiferente, cuando podía oír su corazón latiendo en su pecho, me las arreglé para evitar reír abiertamente.

—¿En serio? —Le pregunté.

—En serio.— Cerré la distancia entre nosotros. 

—¿Verme bailar con Jisso no te molesta?

Negó con la cabeza y su pecho comenzó a subir y bajar de forma errática con cada respiración. Dejé a mis ojos viajar por su atuendo y disfruté el simple hecho de que él lo había comprado para mí, porque yo había sugerido este color. Este no había sido comprado para el mariscal de campo, la necesidad de gruñir mi aprobación fue abrumadora.

—Sabía que el rosa pálido te sentaría bien, la mayoría de las chicos y chicas no pueden llevarlo, pero en ti se ve perfecto.

La piel de su garganta se contrajo mientras tragaba saliva. Yo lograba afectarla. Me deleité con ese conocimiento.

—¿Crees que no te quiero tocar de la misma manera en que toco a Jisso? Tienes razón.

Jimin dio un paso atrás, el dolor en sus ojos casi me puso de rodillas, no tenía intención de hacerle daño. Inmediatamente, extendí mi mano y, agarrando la suya, lo atraje fuertemente contra mí. Esto era lo que había tratado de evitar que ocurriera con todas mis fuerzas, pero mientras más nos tocábamos, más fuerte se volvía mi necesidad de poseerlo. Pero en este momento, necesitaba borrar esa mirada en sus ojos. Nada más importaba.

—Cuando la toco, mentalmente me estremezco al tener que seguir manteniendo la farsa de estar interesado en ella, cuando no puedo controlar mi necesidad de ti, si me permito tocarte, se enciende un monstruo dentro de mi, sobre el que tengo miedo de perder el control, tú me haces sentir cosas que nunca he sentido antes, algo pasa, —me detuve y dejé que mi mirada cayera sobre sus labios llenos de color rosa—Cuando estoy cerca de ti, de esta manera. —No podía detenerme, necesitaba más, suavemente deslicé mi pulgar sobre su labio inferior, la sedosa textura provocó que una fuerte, cálida y dolorosa necesidad se apoderara de mí, cerré los ojos de la vista embriagadora de su boca y traté de luchar por el control—. Y cuando reaccionas de la forma de en que lo acabas de hacer, siento en mi interior el arrebato de tomar lo que quiero.

Las suaves y cálidas respiraciones contra mi pulgar bien podrían haber sido barrotes de hierro envolviéndose a mí alrededor, tirando de mí hacia él, haciéndome suyo abriendo mis ojos lo miré directamente. Necesitaba que entendiera. Para dejarme ir.

—Tú eres lo único que más quiero en el mundo y sin embargo lo único que no puedo tener, porque tenerte completamente sería imposible, no puedes ir hacia donde voy. —Incapaz de alejarme siquiera un paso, acuné su rostro entre mis manos—. El propósito de mi existencia no es tener una pareja. Es solitario y frío. Hasta ahora ha sido todo lo que he conocido, entonces te convertiste en el objetivo y todo cambió.

Algo irreparable sucedía, no podía hacerle daño, no estaba destinado para él, aterrorizado, había ido demasiado lejos, arriesgué su vida con mi obsesiva necesidad, rápidamente me aparté de él. Desesperado por salvarlo de mí mismo.

—Vete, Jimin, corre, por favor, corre, no soy lo que tú crees que soy. No soy "inteligente, honesto, talentoso, y compasivo", aunque oírte decir esas palabras en mi defensa, se sentía como calor líquido fluyendo a través de mis frías venas. Quieres saber lo que soy y no puedo decirte. Si lo supieras, no tendría que pedirte que corras.

Tenía que irme ahora. Esto fue un error. A medida que caminaba lejos, lo oí corriendo detrás de mí ¿No me escuchó? le había dicho mucho más de lo que debería saber, deteniéndome, lentamente me volví y lo miré tal vez el miedo era la única solución. Pero en el instante en que lo ví parpadear en su rostro, retrocedí, no podía asustarlo. Las almas me temían. Pero él no. Nunca él, eso no era lo que quería.

—No me importa lo que eres. —Afirmó con fuerza, dando un paso hacia mí—. No puedes asustarme, no voy a salir corriendo ¿Qué es lo que dice la canción que me cantas? Sin embargo, te quedas, aferrándote a mí, sin embargo, te quedas, extendiendo la mano que empujo lejos. El frío no es para ti, sin embargo te quedas, te quedas, te quedas. Cuando yo sé que no es justo para ti.

Había memorizado mis palabras para él ,Mi pecho se sentía como si alguien lo hubiera partido en dos.

—Vete ahora. No me puedo controlar mucho más tiempo. — Me las arreglé para susurrar a través de mi dolor.

En cambio, dio un paso cauteloso hacia mí su mirada suplicante de sus ojos era mi perdición. ¿Cómo podría resistirme? Un gruñido surgió de mi pecho y me apoderé de él en un movimiento rápido, mi boca estaba sobre la suya al instante. Necesitaba conocer su sabor, experimentarlo. Esta era la única oportunidad que tendría de probarlo y lo quería todo. Mordisqueé su labio inferior luego, suavemente, calmé la mordida con mi lengua, era delicioso, exótico. Necesitaba más. Sus pequeñas manos agarraron un puñado de mi camisa y quise rugir en señal de triunfo. Ya no tenía el control de mis decisiones Jimin lo hacía. Haría cualquier cosa para quedarme con él. El dulce sabor al que no podía darle ningún nombre porque era exclusivamente suyo, me consumía.

En algún lugar de la bruma del éxtasis sentí el peligro, pero ahora Jimin me controlaba. Su alma me pertenecía, empecé a saborear la suave piel a lo largo de su cuello mientras las palabras —La muerte nunca debería comprometerse con nadie—se derramaban de mis labios. 

El toque de sus manos envió un temblor a través de mí mientras agarraba mi cara y reclamaba mi boca. Más. Necesitaba más. Mio, era mio. Entonces me di cuenta del peligro. Su alma se había liberado de su cuerpo. Con cada toque hambriento de La Muerte, renunciaba a sí mismo por mí. El terror se apoderó de mí mientras salía de su abrazo y daba un paso atrás.

—No puedo, quiero esto tan condenadamente. Pero no puedo.

Antes que pudiera detenerme, desaparecí.

The Devil; VMinWhere stories live. Discover now