Bastian

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Dos semanas había pasado desde que se había presentado con la mujer sentada frente a el Asteria, la había observado desde que llegó y había puesto de cabeza todo el ducado arreglando los problemas que su padre dejó al largarse con el rey, no espero que ella pareciera tan interesada en él y su hermano mayor. La había evitado y se había escondido para no verla, no sólo por las cosas que decían los sirvientes y los soldados cualquier persona con razonamiento lo sabría ¿Qué mujer noble querría los hijos bastardos de su esposo? Levantó la vista del libro que se supone estaba leyendo una historia de una estrella que caía del cielo, no estaba prestando atención seguía pensando en la que ahora era su madre ¿Qué otra cosa podría ser? él no había tenido una antes así que podía decir que ella era su primera madre no su madrastra, parecía enojada con algo en el papel que leía.

Recordó la semana pasada cuando el profesor de historia le había reñido por no hacer lo que le pidió, olvidó completamente sus deberes al conocer a Asteria ella quiera hablar de todo con él, su edad, lo que le gustaba, lo que no, su color favorito, que le gustaba leer, su animal favorito, muchas cosas que nunca le habían preguntado y nadie quería saber sobre él, algunas incluso no las sabía el mismo, Asteria había propuesto qué las descubrieran juntos; así que había olvidado sus clases recordó que ese día asteria le dijo que tomarían el té cuando las finalizará sonrió con lo protectora que era la mujer no querría que este viejo se metiera con el, espero a que la hora llegara y cuando la sintió venir golpeó la mano del viejo con el borde del libro, el anciano grito y levanto la mano para golpearlo cuando la puerta se abría se tiro al suelo junto con la silla y fingió estar adolorido.

"¡BASTIAN! ¿Estas bien? ¿Te duele algo? ¡CÓMO SE ATREVE A LEVANTANRLE LA MANO A MI NIÑO! ¡CASSIAN, ENCARGATE DE ESTE HOMBRE Y TRAE A TODOS LOS MAESTROS, LOS CAMBIAREMOS!"

Cuando sintió que ella se acercaba levantó la cabeza, no espero que lo tomará en brazos y lo arrullara contra su cuello, se estremeció y la olfateo su olor siempre le hacia recordar la primera vez que la vio en el jardín, después de ser golpeado en uno de los entrenamientos había pasado la mañana en los establos y sólo pudo salir al medio día, camino como pudo hasta la mansión para buscar a Cassian y comer, se sorprendió cuando vio que el jardín que siempre estaba muerto se lleno de flores de todos los colores y olores que jamás había visto con árboles enormes con flores que parecían cortinas y en medio del jardín estaba ella, cortando unas flores su cabello brillaba con la luz del sol y sonreía mientras hablaba con las plantas. Fue la primera vez que su corazón se estremeció y quiso llorar por el dolor, no sabía por que la mujer que ni siquiera era consciente de que él  estaba en el jardín junto con ella lo hizo querer llorar, era hermosa, desde entonces se había escondido para verla cortar y hablarle a sus flores algunas veces fingía que le hablaba a él y pensaba en su corazón si una mujer que cuidaba con amor unas plantas y un ducado que nadie quería, podría no odiarlo, su hermano se burlaría de él por soñar con algo así,  el día que la cría de molov se escapó y lo persiguió estaba justo en el jardín esperándola nunca pensó que un molov pudiera ser un golpe de suerte cuando ella lo abrazo y lo protegió se sintió como nunca. El olor de las flores y el sol era tan fuerte que se aferro y se permitió sentir todo el cansancio y dolor en su cuerpo, se permitió ser débil y desmayarse.

"¿Bastián?"

"Umm" giro la cabeza para mirarla, el libro que se supone estaba leyendo, seguía en la misma página en la que lo abrió.

"¿Estas bien? Llevas rato mirando las flores"

"Huelen bien"

"¿Ya decidiste lo de la habitación? atrasamos las cosas por la contratación de nuevos maestros pero debemos hacerlo ¿has elegido una?"

Transmigre, Al Diablo Con La Trama. Where stories live. Discover now