Contactos Fulminantes

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     La lanzadera de ataque clase Omicron se detuvo en la estación espacial, al fondo, la imagen de Beltrix III se alzaba orgullosa. La rampa de abordaje se deslizó de la entrada y besó suavemente el piso de duracreto del pequeño puerto estelar. La luz del interior se derramó como agua dibujando un rectángulo varias veces más grandes que la medida real hasta alcanzar los borceguíes azules de un trío de mandalorianos.

     Dans Ryder clavó la vista en sus nuevos contactos. Eran tres mujeres, todas vestidas por completo con su armadura mandaloriana que jugaba con tonos azules, grises y negros en cada placa. No obstante, notó que los cascos eran algo particulares y no reflejaban tanto la filiación griega que él había pensado antes, sino que parecían más estar diseñados para parecerse al rostro de un búho.

 No obstante, notó que los cascos eran algo particulares y no reflejaban tanto la filiación griega que él había pensado antes, sino que parecían más estar diseñados para parecerse al rostro de un búho

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     Era peor de lo que imaginó, ahora estaba en desventaja y si ellas intentaban algo, era muy probable que lo tendría difícil. No era seguro que pudiera ganar en un enfrentamiento abierto contra ellas.

     Meneó la cabeza sutilmente para quitarse todos los pensamientos negativos de encima y clavó los ojos en la que se encontraba en el medio. Debía ser la líder por obvias razones, así que se dirigió a ella lo más tranquilo posible, si bien, su voz no era más que un disfraz para la preocupación que le brotaba en el pecho.

     —Supongo que es el lugar indicado.

     —¿Tú eres el contacto? —replicó la mandaloriana.

     —Depende de quién pregunte —contestó Dans.

     —Yo soy Bo-Katan Kryze —dijo—. Líder de los Búhos Nocturnos. Mi unidad.

     —Eres la hermana de la duquesa de Mandalore —Dans logró mantener la voz firme, evitando mostrar su pequeño desconcierto—. Oí de ti antes, en Sundari, tienen una imagen muy peculiar de ti ahí... —miró hacia sus acompañantes—. Y en general de la Guardia de la Muerte.

     —No estamos aquí para conversar —tajó Bo-Katan—. Lo que sea que digan sobre nosotros no nos concierne.

     —Sí, claro, lo que usted diga, princesa —Dans dio media vuelta, invitando con la mirada al trío de mandalorianas a que abordaran la nave. Ellas se miraron entre sí, con la desconfianza a flor de piel, pero ingresaron.

     No había mucho espacio dentro, pero era el suficiente como para que cupieran los cuatro. Dans no dijo nada cuando vio la curiosa decoración del interior de la lanzadera la primera vez, había oído historias acerca de la Fuerza Clon 99, que eran clones defectuosos con mutaciones benéficas para la causa, lo comprobó cuando conoció a Hunter, pero desconocía por completo cómo es que eran el resto de sus compañeros. No obstante, a juzgar por la forma en la que estaban organizadas algunas de las cabinas personales, supo que era un grupo muy, muy heterogéneo.
     Bo-Katan no fue tan discreta en ese sentido y no dudó en hacerlo saber.

Fuego Estelar: A Star Wars Fan History IIWhere stories live. Discover now