6 | Guíame

687 71 4
                                    


Narra _______

Después de esa triste derrota nos fuimos todos al club, a jugar con los de tercero. En mi mente rondaba cada punto del partido, una parte de mi sabíamos que íbamos a perder, tenemos tres nuevos, un colocador que todavía no se adapta, pero otra parte de mi tenía fe en ellos, pero se que para la próxima le vamos a ganar a todos.

Después de jugar con los de tercero un partido así sencillo, decidí hablar.

—Chicos, ¿pueden escucharme un segundo? —todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo y me miraron— Ya que no está Oiwake-san creo que yo debería decirles algo.

—Creo que yo también debí haberles dicho algo, después de todo soy el capitán y creo que todavía no hice nada como tal —dijo Futakuchi, lo miré agradeciendo que no tenía que hablar sola.

—Les voy a ser sincera, una parte de mi sabía que íbamos a perder, tenemos tres jugadores inexpertos, eso no quiere decir que ellos sean los culpables de que hayamos perdido, pero claramente no es lo mismo —refiriéndome a los de tercero— Pero con mucha práctica y esfuerzo sé que vamos a ser un gran equipo, me queda un año y quiero aprovecharlo para que ayudemos —haciendo referencia a mí y a los de segundo— a los de primero a mejorar.

—¿Juegas al voley Nametsu-san? —pregunto Koganegawa, el resto del equipo lo miro con cara de obviedad.

—Mi hermana es Nametsu Haneko —respondí con un tono de "¿en serio?".

—¡¿Qué?! —el resto del equipo se rio. 

Como ya había mencionado mi hermana era una jugadora profesional bastante popular, todavía no había sido llamada para el equipo de Japón, pero todos sabían que tenían las habilidades.

—Bueno, volvamos al tema principal —todos quedaron en silencio— No se desanimen por esta derrota, vamos a ser mejores.

—Concuerdo totalmente con Nametsu-san, somos un equipo con gran futuro, no se desanimen, esforcémonos y mejoremos todos juntos —dijo Futakuchi.

Sakunami empezó a aplaudir, los demás lo siguieron.

—Gracias, no es necesario —Nametsu reía— Ya guarden sus cosas, es tarde —les ordene.

Aone se acercó a mí con paso lento, él ya había guardado todo en su bolso.

—Fueron unas palabras muy lindas —me dijo Aone, quede shockeada al instante— ¿De verdad sabías que íbamos a perder? —lo decía en un tono de decepción.

—Sí. Les tenía fe, pero sabía que no era del todo posible —él me miró en silencio— No te preocupes que jugaras con la mandarina pronto.

—Hinata —me dijo en un tono bastante amable, asentí como agradecimiento a la información. 

Miré mi teléfono y vi que ya eran las 09:00 pm.

—Es muy tarde, el camino a casa va a estar oscuro —dije en un susurro hacia mí misma mirando la hora.

—Te acompaño —dijo sin dudar y sin preguntar— No creo que nadie quiera acercarse a ti cuando hay un tipo de 1.93 —reí ante tal comentario, noté una leve sonrisa en él.

—Me pregunto si algún día podré escuchar tu risa —dije casi inconscientemente. 

Aone me miró con los ojos un poco abiertos (no mucho).

—Solo digo q-que seguro tienes una risa bonita —dije mientras me sonrojaba lentamente.

—Tu risa es bonita —dijo mientras me daba la espalda dirigiéndose a la puerta, dándome a entender que ya nos teníamos que ir.

Salimos del gimnasio, cerré la puerta con mi llave, procedí a mirar a Aone, sus ojos y su pelo resaltan en la oscuridad.

—¿Vamos? —pregunte guardando mi llave.

—Guíame y te sigo.

Caminamos en silencio un buen rato, no era incómodo este silencio era bastante reconfortante. Hasta que raramente Aone decidió hablar.

—¿Les tienes fe a Koganegawa, Onagawa y Fukiage?

—Sí, el que necesita más trabajo es Koganegawa. Pienso ayudarle con sus colocaciones. Tú podrías ayudar a Fukiage y Onagawa podría tener un poco de ayuda de todos.

Llegamos a casa sin decir nada más.

—Gracias Aone por acompañarme, espero no ser mucha molestia.

—Jamás serás una molestia —sentí como me volvía a ruborizar, ¿cómo podía decir tales cosas sin ni siquiera inmutarse?

De la nada sentí como si el aire y el espacio entre los dos se achicasen, pero eso no duró mucho, de pronto sentí como se abría la puerta, era mi mamá. Impulsivamente empuje a Aone un poco, este no hizo nada de fuerza por lo cual se tambaleo.

—Hija, llegaste —hablo mi madre, Aiko. Miro a Aone levantando su cabeza.

—Él es Aone, el central —mi mamá asintió dando a entender que se acordaba.

—Gracias por acompañarla —Aone se inclinó para saludar y se fue— No habla mucho.

—Es normal —entre sin más.

Para mi sorpresa mi hermana estaba en casa.

—Hola hermanita, ¿cómo estás? —el tono de Haneko era muy feliz.

—Bien, algo cansada, ¿tú?

—Bien, le di una noticia a mamá y solo faltas tú —la miré esperando a que me dijese— Me seleccionaron para el equipo de Japón.

La abracé, ella empezó a llorar. Ella había cumplido su sueño, después de tanto.

—Me alegro mucho, te deseo suerte. Si me disculpan voy a dormir.

—¿No vas a comer? —pregunto mamá algo preocupada.

—Tranquila no tengo hambre, mañana desayuno bien, buenas noches.

Narra Aone

¿En qué momento quedé tan cerca de ella? ¿Por qué su mamá abrió justo? ¿Por qué me molesta que su mamá allá abierto, no hubiese pasado nada o sí?

No podía dejar de pensar en eso mientras llegaba a casa. Abrí la puerta, estaba vacío como casi siempre, mis dos hermanos, Ikane y Otsaka, ambos trabajaban casi todo el día, mis padre lastimosamente ya no estaban con nosotros, murieron en un accidente automovilístico.

Subí a mi habitación y dejé el bolso en el suelo, me bañe y me cambié. Me dormí pensando en todo lo que pasó hoy, especialmente en ella.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Bueno hasta acá el capítulo de hoy.

Según la wiki es oficial que Aone tiene un hermano y una hermana mayor de nombres desconocidos, así que decidí agregarlos.

Si les gusto dejen una ⭐️.

Sayonara💌

𝐌𝐔𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐂𝐄𝐑𝐎 - Aone Takanobu ✓Where stories live. Discover now