Just For You - Roger Taylor

9; NOCHE DE FERIA

Un día más y como siempre, no tenía que hacer. Solo me quedé estudiando ya que el próximo año termino mis estudios. Y como me mudé aquí a Londres tendría que estudiar desde casa por mientras. Aunque últimamente he estado muy ocupada....

— Anne! - gritó Gia desde la sala. — te llaman.

— voy. - bajé las escaleras rogando de que no fuera Roger quien estaba en la llamada. Si era el tendría que cortar la llamada de inmediato. — diga? - contesté.

— Anne? Hola, soy Tom. - dijo através de la línea.

Que alivio.

— ah, hola Tom ¿Que tal? -
— bien , bien. Oye , quería saber si hoy tienes algo que hacer.
— ehh...nono , por que?
— quieres salir un rato? Podemos ir a tomar algo.

Lo pensé por un rato. Pero hacer nuevos amigos no estaba mal.

— claro que sí. Te parece si vienes a mi casa? - le pregunté.
— me parece perfecto.

Le pasé la dirección de mi casa y me aliste para salir con Tom.

— saldrás con un chico? - me preguntó Gia y dió una sonrisa pícara.

— con un amigo si. - no la miré ya que estaba escogiendo mi ropa. — este o este? - le mostré dos prendas de ropa que había comprado el otro día.

— te queda mejor el de ahí. - señaló una polera rosa.
— gracias.

— saldrás con un chico? - llegó Hanna a el cuarto.

— es un amigo. - rodé los ojos.

— pero te invito a salir. - sonrió Hanna.
— como amigos.

Hanna y Gia se miraron y lo negaron. Yo las saqué de mi cuarto antes de que me sigan molestando.

Gia pov.

Anne nos sacó de su cuarto. Nunca había escuchado de un tal "Tom" . Que yo sepa , ella solo sale con los de la banda y Lia. Y el no es de la banda, tal vez sea su novio.

No pasó mucho tiempo cuando tocaron el timbre, sin duda , ahí estaba el.

— Si? - abrí la puerta.

— está Anne? - preguntó un chico muy lindo.

— si, pasa. Soy su hermana. - hice un espacio para que el entre.

El se quedó viendo la casa por un rato. Todos hacian eso cuando entran por primera vez, tengo mucho cuadros de pinturas.

— que lindas pinturas. - me miró. — de quienes son? - preguntó el chico para después seguir viendo las pinturas.

— son mías. - lo miré emocionada porque le habían gustado mis pinturas.

— te gusta dibujar? - preguntó.

— mucho.
— también dibujo.
— de verdad?

En ese momento el chico abrió un cuaderno lleno de dibujos de personas, el también dibujaba muy bien.