Sabemos que Hurrem tuvo 4 príncipes, y el candidato perfecto al trono era Mehmed, pero lamentablemente este murió, dejando el trono sin un candidato apto para él.
Pero...¿Que hubiese pasado si el no hubiera muerto? ¿Que hubiera pasado si cierta sult...
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Bueno creo que no hay que especificar que hicieron después de la boda, por que es evidente.
Pasaron nueve meses desde que se celebro la boda de Emine y Mehmed, nueve meses en los que habían pasado bastantes cosas.
Una de ellas fue el reencuentro de Anastasia y su amado padre, el cuál llegaba de un viaje de negocios a Venecia, el hombre estaba más aue feliz al ver a su princesa de nuevo, aunque claro que no le gusto la idea de que ella estuviese casada.
De igual manera Enzo, el padre de Anastasia, termino por aceptar a Mehmed, pues se dio cuenta que no era un mal muchacho, de hecho le sorprendio el noble corazón que él poseía.
También Enzo y Mehmed se habían vuelto socios en el negocio de comercio, pues Mehmed era muy hábil en el manejo de dinero, lo cuál Enzo aprecio mucho, por lo que en unos meses, Mehmed consiguió comprarle una casa a Emine, justo al frente del mar para cuando a ella le diese la regalada gana de ir a caminar.
──Este es tu palacio, haz lo que te plazca en el.──Hablo él Sehzade mostrandole el interior a su esposa.──No lo decoré, pensé que a tí te gustaría hacerlo.
──¿Cuántas habitaciones tiene?──Pregunte Emine encantada mirando el lugar.
──Unas cuatro o Cinco, quizás seis, ¿Eso importa? Después de todo tu y yo dormimos en la misma habitación.
──No creo que nuestros hijos duerman con nosotros también.
──Para eso falta mucho.──Mehmed miro directamente a Emine a los ojos, el silencio se hizo presente por dos minutos, dos largos minutos.──No me digas...
──La partera me lo confirmo ayer, tendremos dentro de poco a un príncipe... ──Emine fue interrumpida por el abrazo que le dio Mehmed, levantandola por los aires, mientras la risa de ambos se hacía presente.
──Será una hermosa Sultana, igual a su madre.──Mehmed sonrió sin despegarse de Emine.
