Un nosotros

92 9 6
                                    

- Bakugo.

El rubio alejó su mano al instante por la sorpresa. Mientras Todoroki tocó su cabeza y se enderezó despacio.

- Tú, idiota ¿te sientes bien? - titubeó Bakugo.

- Me duele el cuerpo, creo que mi rut aún no termina - respondió.

- Quieres que llame a alguien? - Bakugo se paró rápidamente de la silla para irse de la habitación.

- Estoy bien, no te vayas.

El rubio se cuestionó a sí mismo el haber ido ahí, pero se sentó de nuevo sin decir nada. La mirada de Todoroki volvía a ser fija en la cara de Bakugo, quién solo intentaba evadirla por alguna razón.

- Así que eres tú quién realmente está aquí, pensé que estaba alucinando - Todoroki bajó la mirada hacía las sábanas que lo cubrían.

El rubio no respondió.

- O quizás si estoy alucinando, porqué no tendrías nada que hacer aquí. - suspiró el bicolor.

- Yo tampoco sé qué hago aquí. - agregó.

Todoroki alzó la mirada rápidamente con una expresión de sorpresa ante eso.

- Estás haciendo expresiones que nunca pensé ver en una cara tan fría e idiota cómo la tuya. - río con un poco de burla.

- Bakugo, realmente eres tú?

- El dormir tanto, te durmió el cerebro también? - alzó el ceño.

- Al parecer no estoy soñando, cómo llegaste aquí?

- Tu hermana me buscó.

- No, por qué decidiste venir? no entiendo porqué harías eso.

Las miradas de ambos estaban fijas, cómo si en algún momento cualquiera pudiera romper ese límite que los separaba aunque no sabían la razón.

- Respuestas.

Bakugo respondió sin desviar la mirada.

- Respuestas? - repitió el bicolor.

- Sí.

Ambos guardaron un silencio incómodo. Volviendo a hablar a los pocos minutos.

- Bakugo ¿sabes qué son los "destinados"? - preguntó.

- Destinados?

- Mi madre me hablaba mucho de ello cuando era niño, es cómo la leyenda del "hilo rojo". Solo que este se da solo en omegas y alfas, a mi madre le encantaba hablar de qué probablemente al crecer encontraría una pareja destinada.

Bakugo escuchaba atentamente sintiendo un ligero apretón en el corazón.

- Sinceramente no creía en esto, no era mi prioridad, ni deseo - continuó Todoroki.

- ¿Qué quieres decir?

- Hace un tiempo que un olor me tiene pensando mucho. No es molesto, pero tampoco es agradable ¿sabes cuál es, Bakugo?

Todoroki se enderezó, sentándose en la cama quedando frente a Bakugo.

- Estás hablando mucho. - murmuró el rubio.

- No tengo idea del porqué empezó esto, quizás la curiosidad, quizás un fallo en mí, pero sí tuviera creer en lo que mi madre me decía..diría que tú eres mi destinado Bakugo.

- Tonterías, no soy un omega.

- No quiero que lo seas.

Todoroki siguió hablando- Tu aroma fue lo que me despertó hace un momento, Bakugo.

- Sí sigues hablando, te arrepentirás. - contestó él rubio.

- Perdón, no quiero callarme.

Sus miradas no se alejaban de los ojos del contrario al hablar.

- Tú, solo sigues confundiéndome más - agregó Bakugo - Tú y tu maldito olor, desde ese día, por qué debo de creer que esto no es coincidencia?

- Quizás si lo sea, pero no es algo de lo que me arrepienta. Aún si nuestro segundo género es igual, no quiero limitarme.

Bakugo escuchaba su corazón latiendo rápidamente en su oído, esa sensación extraña de picor en el cuello no paraba.

- Estás seguro de ello? - preguntó el rubio. - Ni siquiera somos iguales fuera de eso, cualquiera diría que somos un par de idiotas desequilibrados.

- Tienes razón, pero estoy seguro. - exclamó Todoroki. - Seré más directo, quiero conocerte más Bakugo, encontrar la razón del "nosotros" ahora mismo.

- Hablas demasiado. - bufó.

Bakugo deslizó la mirada hacía abajo y suspiró pesadamente. La cabeza le daba vueltas de tanto pensar, ambos ni siquiera sabían porqué razón terminaron juntos, si era correcto y qué sentían en realidad. Eso debían aclarar primero.

- Qué sientes por mí? responde eso primero, idiota. - soltó recargándose hacía atrás.

- Es confuso, me siento tranquilo estando a tu lado.

- Qué gran respuesta.

- Fue tan mala?

- No lo sé, para mí cuándo estás malditas feromonas me invaden, eres lo único cerca para respirar. Te necesito aún si no es mi decisión.

El bicolor río un poco ante el último comentario, por alguna razón lo hizo feliz escucharlo.

- De qué demonios te ríes?

- No es nada - alzó su cabello hacía atrás - entonces, me permites conocer el porqué de "nosotros"?

- Mierda, bien. No queda otra opción..mitad y mitad? me estás escuchando?

Inestables (Todobaku)Where stories live. Discover now