Tu olor

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- Déjame ver si entendí, me trajiste a una clínica de feromonas para que me estudien junto contigo - alzó una mirada incrédula hacia el bicolor.

Asintió sin ningún cambio en su rostro.

- Ja' te crees que soy un experimento, eres idiota? - se dío la vuelta para irse.

- Espera Bakugo.

- No, qué pretendes que yo haga aquí? no sé nada de mis feromonas es correcto, pero porqué yo vendría contigo - alzó la mirada.

- Porqué nos pasa lo mismo - respondió.

- Lo mismo?

La mente de Todoroki dudó un momento en decirlo, pero sus labios fueron más rápido que su boca - Yo, escuché lo que hablabas con Mina el día de las prácticas..

El rostro de Bakugo quedó atónito, él había escuchado todo lo de ese día. Lo había escuchado admitir qué sus feromonas se habían puesto mal por él. Por el mismo idiota delante suyo, ¿acaso su orgullo podría hundirse más?

- No fue mi intención escuchar. Lamentó eso. - mencionó sacando a Bakugo de sus pensamientos. Aunque este no sabía que decir.

- Si aceptas entrar conmigo a ese lugar, yo prometo que olvidaré ese tema - lo miró Todoroki.

¿Aceptarás? los pensamientos de Todoroki sé limitaban a quién estaba delante suyo.

Bakugo dió la vuelta y camino hacia la clínica en silencio.

- Bakugo..

- Cállate y entremos.

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- El médico los atenderá pronto, pueden tomar las revistas qué deseen.

Ambos estaban sentados en los únicos sillones que había en la sala de espera, el ambiente era incómodo y silencioso. Sin contar las revistas a sus lados hablando de embarazos, feromonas y cosas explicitas sobre la ginecología.

Los pensamientos de Bakugo estaban mezclados, había entrado sin pensar. Quería respuestas, pero no imagino qué Todoroki sería sé compañero de "información" en ese ambiente.

Decidió romper el "hielo", aunque estaba al lado del mismo.

- Oye, desde cuándo? - giró su mirada hacia él.

- Desde cuándo qué?

- Tus feromonas, si están inestables igual que las mías, cómo fue que las tuyas se pusieron así? - preguntó curioso, si el bicolor conocía que el problema de las feromonas de Bakugo era el mismo, sería justo saber él porqué de Todoroki.

- Es un secreto. - respondió.

- Qué mierda!

- Señor, podría bajar la voz. Gracias.

Frunció su ceño mientras gruñía y moría de rabia internamente, estaba jugando acaso? ¿cómo que "secreto"?!

- Oh, mira esto - tómo una de las revistas.

El bicolor cambiaba de tema sin darse cuenta.

- Deja de jugar y respóndeme..

- El doctor les está esperando, pueden pasar.

- Sí, gracias - asintió - entramos Bakugo?

Ese solo gruñó.

- Vaya, vaya. Son muy jóvenes, tomen asiento. - les indicó el doctor.

- Buenas tardes - dijo el bicolor.

- Bueno, a qué debo su visita? oh, no me digan que es un embarazo no deseado? cielos aún son jóvenes.. - exclamó.

- No diga tonterías. - dijo Bakugo.

El doctor río.

- Es sobre feromonas qué queremos hablarle. - mencionó Todoroki.

- Feromonas, lo noté en cuanto entraron. Ambos son alfas, no?

Los dos se sorprendieron ante el comentario sin prejuicios o sorpresa.

- Por lo que notó ambos están inestables, son pareja?

- No. - ambos contestaron al mismo tiempo.

- Ya veo, entonces me imagino que las feromonas de ambos coquetean entre sí jaja.

- Qué carajo dijo?

- Es extraño qué esto suceda, pero debido a la rareza de alfas y omegas, lo poco que se investiga entre otras cosas. Los alfas al desarrollase, no saben controlar los olores o sus propios olores. Tienen a confundir su entornó o las situaciones que se presentan, debido a qué no saben usar sus feromonas.

Ambos chicos se quedaron sorprendidos ante las palabras del médico, es cierto que ninguno había soltado sus feromonas o se había puesto a estudiar cómo controlarlas.

- Qué pasa si siento asco sobre las feromonas de otros alfas, menos a las de este tipo? - señaló al bicolor a su lado.

Este se sorprendió ante la pregunta de Bakugo, fue muy directo.

- Te agrada su olor, eh?

Bakugo de avergonzó al instante y gruñó.

- Puedo pedirle al joven a su lado que liberé su feromonas? - miró a Bakugo.

- Tsk, haga lo que quiera.

- Joven, podría? - volteó hacía Todoroki.

- Puedo liberar pocas, pero no sé guardarlas de nuevo - respondió.

- Está bien, te daré un supresor después.

Todoroki se relajó y liberó sus feromonas lentamente. El cuarto se empezaba a llenar de ellas, poco a poco.

Bakugo empezaba a sentir un hormigueo en su cuello. Un calor en sus mejillas y una sed interna en su boca. Sus feromonas empezaron a salir para acompañar a las de Todoroki. El bicolor volveó enseguida al sentir el olor de Bakugo nuevamente, ese aroma a miel, tan dulce y refrescante.

Su cabeza parecía que iba a enloquecer solo de olerlo, viendo a Bakugo agitado y rojo carmín. Sus ojos brillosos que de pronto se encontraron con los suyos, un dolor extraño se sintió en su pecho.

Por otro lado, Bakugo solo pensaba en aquel olor resfrescante que volvía a llamarle, con su mirada puesta en aquellos ojos heterocromáticos y su cabeza sin poder pensar del todo bien.

- Esto sí que es interesante, veamos.

El doctor tomó un frasco de aromatizante y lo puso encima de la mesa, con cuidado lo encendió y un aroma comenzó a inundar la habitación.

La nariz de Bakugo reaccionó enseguida.

- Huele a mierda. No puedo respirar.. - se tapo la nariz con las manos.

- Son feromonas de alfa.

Bakugo no podía respirar, las ganas de vomitar empezaban a llegar, en medio de todo ese desagradable aroma. Había uno que solo él conocía.

Volteó hacia Todoroki, se lanzó hacía él.

Inestables (Todobaku)Where stories live. Discover now