Alfas

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- Ya estamos en un lugar más tranquilo idiota, de qué quieres hablar?

- Yo quiero una malteada de fresa - entregándole el menu al mesero.

- Hey, préstame atención idiota.

- Estás seguro de que no pedirás nada Bakugo?  yo invito.

- Tsk, uno de vainilla.

- Enseguida se los traigo!

- Ahora, de qué quieres hablar. - la mirada rubí de Bakugo fue directo hacia la mirada neutral de Todoroki.

- En ese momento, estuve apunto de entrar en celo. - mencionó.

- Qué dijiste?

- Tú sabes lo que es celo, no? el celo es cuándo..

- Mierda, sé que es eso. Pero no tiene sentido lo que dices, no soy un estúpido omega. - respondió

- Lo sé, también estoy confundido.

- Sus malteadas ya están listas, qué las disfruten!

Tomaron un sorbo a sus bebidas.

- Si soy sincero, mis feromonas están inestables desde hace un tiempo Bakugo.

- Y eso qué tiene que ver conmigo?

Bakugo sabía muy bien que estaba pasando por lo mismo, pero su orgullo se caería si lo decía.

- Bueno, en ese momento reaccione a tus feromonas.

- Quieres echarme la culpa acaso idiota? - frunció su ceño.

- No, quería saber si a tí también te pasaba..debido a qué, seguiste mi beso. - alzó la mirada hacía él.

Bakugo casi escupió su bebida, eso era algo que no quería recordar, qué excusa podía poner, su mente no pensaba lógicamente.

- Entiendo si no me respondes, cometí un error. Lamentó eso. - agachó la cabeza y tomó de la malteada.

Bakugo no entendía porqué, de pronto Todoroki se veía realmente bien. El ruido alrededor desapareció y toda su atención estaba en aquella cabellera bicolor. Y en esos labios pegados al popote.

- De hecho..me pasa lo mismo. - susurró sin pensar.

- Bakugo, Bakugo?

Reaccionó.

- Qué mierda!

- Estás soltando feromonas en este momento y tú cara esta roja, estás bien? - Todoroki no entendía que sucedía.

- Disculpen que los moleste señores, pero..algunos de mis clientes son omegas, podría pedirles que se retiren?

- Oh, lo siento. Ya nos íbamos. - contestó el bicolor - Vamos Bakugo.

- Eh?

Todoroki le tomó de la mano y lo sacó del lugar.

- Estás bien?

Al ver su mano con la de Todoroki y enseguida la despegó.

- Mierda, sí.

- Tus feromonas aún salen, toma - le entregó pastillas en al mano.

- Estos son..

- Supresores, los estuve utilizando mucho. Puedes tomarlo sin problemas, aún que creo que ya te habían dado en la enfermería.

- No sabía para qué servían realmente.. - contestó y tragó una.

- Entonces tengo razón?

- Eh, en qué? - frunció el ceño

- Te pasa lo mismo qué a mí. Tus feromonas se han puesto inestables.

Bakugo desvió la mirada y se quedó callado. Todoroki ya había escuchado la conversación de él con Mina, pero no creía bien mencionarla o pregúntale. Quizás el tiempo lo diría todo.

- Bakugo.

- Qué?

- Podrías acompañarme a un lugar este fin de semana? cuándo terminen las prácticas.

- Acompañarte? qué dices, ni siquiera somos tan cercanos idiota.

- Bueno, acabamos de tomar algo juntos ¿no es un avance? - respondió normalmente

- Ese rostro de idiota que no cambia me molesta.

- Es un sí?

- Tsk, piensa lo que quieras. Me voy.

Bakugo se alejó en dirección a la academia.

- Entonces te veo el fin de semana.

Inestables (Todobaku)Where stories live. Discover now