Renato el más poderoso (S2)

El elegido

Renato arremete contra Gabriel con una fuerte patada mandándolo a volar kilómetros lejos del castillo.

- ¡Maldito!

Renato vuela hasta estar cara a cara con Gabriel.

- ¿Donde está tu amigo? Ese tal Luigi...

- No lo menciones.

- Increíble que sigas vivo sin su ayuda, te tenía de hijo.

Renato con una mirada fría apuñala el estómago de Gabriel.

- No sé ni porqué te admiraba, siendo tan débil...

Dice Gabriel separandose de Renato.

- No pudiste proteger a Luigi, igual pasará con todos tus seres queridos, los perderás por tu debilidad.

Renato estaba en silencio, pero se notaba furioso.

- ¡No te atrevas a mencionar a Luigi nunca más!

Renato con gran velocidad aparece un par de metros detrás de Gabriel, pero en un solo instante le hizo mil cortes en todo el cuerpo dejándolo caer en picado hacia el suelo.

- ¡No tienes salvación!

Renato lanza un montón de fuego oscuro de sus manos impactando este con Gabriel quién se estalla contra el suelo fuertemente dejando un gran cráter con él en el medio.

- Sé que no eres una mala persona Gabriel, la maldición con la que naciste, un demonio rodeado de humanos, no fue tu culpa.

Renato carga energía en sus manos.

- Pero yo he pasado por cosas peores y no he dejado de ser quién soy.

Renato lanza un gran ataque de energía hacia un moribundo Gabriel.

- ¡Full counter!

Gabriel devuelve el poderoso ataque hacia Renato provocando una fuerte explosión mandándolo a volar, huyendo de la escena.

Renato vuelve sin ningún rasguño segundos después, pero Gabriel no estaba, en su lugar en medio del cráter estaba el brazo de Gabriel con la espada de Renato, al parecer la había perdido al momento de devolver el ataque por la cercanía de la explosión.

Renato toma su espada y el brazo de Gabriel mientras toda la oscuridad de su cuerpo desaparece, dejando al aire sus tonificados abdominales sin ningún tipo de herida en su cuerpo.

- Gabriel... no te perdonaré lo que hiciste.

Renato con sus tijeras aparece de nuevo con Rhombolus.

- Renato... ¿y la espada?

- Ya no tienes que preocuparte más de ella, ha desaparecido, ¿puedes cristalizar esto?

Renato le lanza a Rhombolus el brazo de Gabriel y éste lo cristaliza al instante.

- Me vas a tener que contar todo Renato.

- Vale, pero ahora no.

Renato algo triste se retira del lugar, un buen amigo suyo acababa de matar a miles de personas e intentado asesinarle.

Mientras tanto con Gabriel, en un pequeño santuario del reino que conquistó.

- M-mierda... mi brazo...

Dice Gabriel mientras gruñe por el dolor caminando por el jardín.

- ¿Donde está?

Gabriel llega a un pedestal con una espada.

- Ha llegado el día.

Gabriel toma la espada con su único brazo y comienza a sacarla haciendo un gran brillo en el pedestal.

- ¡El mundo me negó lo que era mío! ¡Ahora yo les negaré la felicidad a todos ellos!

Flashback

Era un día tranquilo en el reino, un joven Gabriel estaba pasando el día con su padre en un parque.

- ¡Gabriel! Es hora de irnos.

Dice el padre de Gabriel caminando hacia su pequeño hijo.

- ¡No papá! Un rato más.

- Mamá nos está esperando.

Gabriel ignora sus palabras y se escabulle por el parque mientras su padre lo persigue, Gabriel es arrinconado por su padre, pero éste saca sus alas de magia oscura y vuela alrededor de su padre riendo, su padre por el contrario se encontraba muy serio, no quería que la gente les mirara raro aunque quizás eso se volvió una costumbre, su hijo no era normal, era peligroso y seguían sin saber la razón.

Llegan a casa y Gabriel se va a su habitación mientras escucha a sus padres a escondidas.

- Él es especial, estoy segura de que es el elegido de la espada.

Dice su madre exaltada.

- ¡Estoy harto! Siempre que salgo con él me pone en vergüenza, debemos sacrificarlo antes de que nos maten a nosotros, ¡es un demonio!

- ¡No sé como puedes decir eso de tu propio hijo!

- ¿Mi hijo? Que yo sepa no tengo ningún tipo de poder sobrenatural, ¿acaso es mi hijo?

La madre de Gabriel comienza a llorar, pero Gabriel no era tonto, al menos no del todo, a pesar de su corta edad se prometió algo, que él era el elegido quisiera el destino o no, él sacaría la espada.

Años después, un Gabriel adolescente se encontraba haciendo fila en el interior del santuario, tenía dieciséis años, a esa edad todos tenían que intentar sacar la espada y ver si eran dignos de portarla o no.

Al llegar el turno de Gabriel, antes de que éste pudiera tocar la espada un guardia real lo empuja.

- No toques la espada sucio monstruo, ¡podrías darle asco!

Gabriel frustrado vuelve a su casa y se encierra en su habitación, comenzando a dar golpes a la pared, pero de una estantería cae un libro lleno de polvo en su cabeza, que hablaba de las azañas de un tal Renato, un guerrero sumamente poderoso que nunca encontró rival.

Gabriel se dirige con su madre.

- Mamá, ¿qué es éste libro?

Gabriel enseña a su madre el libro.

- Oh, este libro, me lo vendieron y pensé que te podrían gustar las historias que cuenta.

- ¿Renato de verdad existió o fue la creación de un escritor?

- Existió hijo.

- ¿Dónde está?

- No lo sé, el reinado de Eclipsa en Mewni fue hace décadas, pero actualmente la reina Celena se encuentra reclutando a fuertes guerreros, se dice que uno de ellos son miles o incluso millones de soldados Mewmanos.

Gabriel deja el libro en la mesa y mira a su madre con determinación.

- Iré a Mewni mamá, desde que papá se fue la estamos pasando muy mal, buscaré a ese tal Renato y le diré que me enseñe a usar mi poder para el bien, así el reino no nos tratará de esta manera.

Su madre sonríe gentilmente, sabía que todos los adolescentes eran muy impulsivos y que no podía detenerle, ambos se despidieron con un fuerte abrazo y Gabriel tomó la antigua espada de su padre, emprendiendo su viaje a Mewni, su madre entra en la casa tras la despedida y mira una carta que había llegado que decía; "Citación juzgado real".

Fin del flashback

Gabriel con su único brazo termina de sacar la espada y sonríe victorioso.

- El mundo me negó mi destino, ¡entonces yo negaré el suyo!

Dice Gabriel con arrogancia mientras la marca de su frente aumentaba de tamaño.