Reencuentro

71 5 8
                                    

¡Hola a Todos! sé que es la primera vez que los saludos van al principio pero bueno jeje, una disculpa por eso. Gracias a todos ustedes por acompañarme hasta este punto. Los quiero un montón chicos y chicas.

Dejen su estrellita y su comentario, en verdad me agrada saber que les gusta la historia, además que me gustaría saber cómo mejorar mi escritura o el curso que les gustaría tomara la historia: ¿un final feliz o un final triste?, ¿o hago ambos?

Sin nada más que decir, se despide su amigo y escritor Wondingfear. 

P.D.: igual si quieren podemos mensajear de vez en cuando,nunca es malo conocer gente nueva ;) 

***********************************************************************************************

Han pasado un par de horas desde que Enterprise dejó la oficina de Tirpitz sin saber el futuro peligro que dejaba tras de si; dicho tiempo lo utilizó para pasear por toda la base, saludando a viejas conocidas como Kobayashi, Yuhata, Nimi o Shinano incluso... bueno,  a la última la encontró durmiendo por lo que acabó por dejarle una nota en que decía que esperaba verla pronto.

La gran mayoría de personas a quienes saludó estaban estupefactas: estaban viendo un muerto en vida, a un fantasma del pasado;aunque el asombro poco les duró y respondieron los saludos de forma alegre e incluso jovial en algunos casos.

Durante el trayecto, ocasionalmente preguntaba por Bismarck y su paradero, aunque no dijeron mucho más que la dirección de la casa en que vivía la mujer peli rubia y su hija, cosa que nuestro protagonsta agradeció de corazón, aunque seguía con la intriga de qué tanto habría cambiado su esposa y crecido su hija respectivamente.

En su camino se encontró con aquella quien le veía como hijo, y él hasta cierto punto como madre: Friederich der Grosse (lo escribí bien... ¿verdad?), ambos se saludaron con un abrazo y charlaron de forma jovial algunos minutos, antes que la mujer le ofreciera llevarlo a uno de los lugares que su esposa e hija frercuentaban mientras en su rostro se podía observar una sonrisa sospechosa... demasiado sospechosa para gusto del peliblanco: conocía a la mujer y sabía que cuando tenía esa sonrisa en el rostro era porque algo se traía entre manos, la cosa era descubrir si era algo bueno o malo, esparaba que fuera lo primero.

Enterprise preguntó el por qué le ayudaba casi como si nunca hubiese dejado el plano existencial por seis años. A palabras de la mujer: "porque ¿qué madre no ayudaría a sus pequeños hijos? fufufu, en especial a dos que tienen problemas". Nuestro protagonista no le dió mayores vueltas al asunto y decidió seguirle el paso a Friederich, puesto que sabía que no podría sacarle mayor información: La mujer de cabello negro era un enigma cuando quería serlo sin duda alguna.

Durante la caminata, el recientemente resucitado kansen, le contó lo que había visto, y francamente Friederich estuvo decepcionada, ella pensó que el más allá sería un lugar más emocionante; también le contó sobre su encuntro con el que alguna vez fuera su capitán y la mujer prestó especial atención a los detalles, puesto que años atrás habían comenzado investigaciones queriendo comprobar la naturaleza de los cubos mentales y los aparejos que los acompañaban

La teoría indicaba que en los cubos mentales se guardaba parte de las almas de todos aquellos que alguna vez estuvieron a bordo de las diferentes naves, dándoles la capacidad de entender los sentimientos, así como manifestar sus aparejos de forma casi instintiva, puesto que era casi como si entrasen en modo de batalla en su tamaño real junto a toda su tripulación. Aunque esta teoría fuese cierta, no acababa de quedar muy claro cómo era que los buques de investigación prioritaria como ella o Anchorage lo hacían si para empezar jamás existieron en el "mundo real".

Un Viaje a las Estrellas...Où les histoires vivent. Découvrez maintenant