Once Upon a Different Time

Estoy cerca.

Knight Cookie partió al día siguiente, despidiéndose de los aldeanos de la tribu. Agarró su corcel, y se fue hacia el Valle de los Dragones, con una mirada decidida y sin mirar atrás.

El caballero avanzó durante días, hasta que un nuevo problema le dio la cara: Animales salvajes.

-"Atrás! Atrás he dicho!"-El caballero se defendía a espada a sus enemigos, los cuales parecían hambrientos.

Unas plantas monstruosas se acercaban al caballero sin temor, con intenciones de llevarlo al fondo del bosque, donde nada ni nadie podría escuchar sus gritos. Knight Cookie, al darse cuenta que estaba en desventaja, salió corriendo, buscando el pequeño campamento improvisado que había hecho unas horas antes. Las plantas corrían detrás de él, pero el caballero era más rápido, así que llegó al campamento, agarró una rama de la fogata encendida, y la lanzó hacia las plantas. Las plantas gritaron en profundo dolor, hasta que Knight Cookie les lanzó un balde de agua que había llenado hace un tiempo.

-"¡VÁYANSE! ¡NO ME TOQUEN!"-Gritó el caballero, ahuyentando a las plantas, las cuales saliendo corriendo despavoridas. El caballero respiraba agitadamente, aún con la adrenalina recorriendo por su cuerpo.-"Creo... que no nos molestarán en un buen rato..."

El corcel se levantó del suelo, acercándose al caballero para lamerle la cara. El caballero acarició a su caballo y se limpió la baba de la cara, para proceder a apagar el fuego y dirigirse a la tienda de dormir improvisada que había logrado hacer, acostándose a dormir profundamente.

.
.
.

─── ･ ｡ﾟ☆: *.☽ .* :☆ﾟ.───

Los sueños pueden llegar a ser algo intrigante, algo que no llega a tener sentido, pero que aún así tenemos muy presente en nosotros.

Knight Cookie se encontraba en el borde de un acantilado, tratando de escapar de algo, aunque no estaba muy seguro del que. Después de correr por algunos segundos, se encontró con un camino sin salida, donde su destino parecía terminar, y en efecto, algo pareció atacarlo con una braza ardiente por la espalda, dejándolo incapaz de hacer algo más para salvarse. El caballero despertó agitado, sudando por todos lados, con un dolor fuerte de cabeza y espalda. Después de analizar un poco su sueño, respiró hondo y volvió a recostarse, intentando convencerse a sí mismo de que solo era un tonto sueño, y que no tenía que significar algo... obligatoriamente.

─── ･ ｡ﾟ☆: *.☽ .* :☆ﾟ.───

.
.
.

Al día siguiente, el caballero desayunó unas pocas bayas que había traído, intentando recordar lo que había soñado la noche anterior, sin poder recordar mucho al respecto, sin intentar ponerle ponerle más atención más allá de eso, a pesar de sentir una extraña sensación de estar perdiéndose de algo. Knight Cookie le dio de desayunar a su caballo, para después peinar su cabello y repasarle su plan en caso de una tragedia, para volver a colocarle su armadura y su silla y continuar con su viaje. El caballero continuó por el bosque, intentando no hacer mucho ruido para no llamar la atención de otras criaturas.

Al este salir del bosque después de unas horas, se aventuró hacia el este. Cada vez estaba más cerca de su destino, cada vez más cerca de completar su misión, pero este ya no se sentía tan emocionado como antes, la adrenalina parecía haberse drenado de su cuerpo, quizás el terror de enfrentarse a algo mucho más grande que el, pero a este punto no importaba.

El caballero avanzó por días y noches, mucho más cansado que antes, no se había encontrado con ninguna civilización desde la Tribu del Té, y ya estaba empezando a desesperarse, solo quería volver a casa donde su princesa lo esperaba con los brazos abiertos, donde ambos estarían bien y volvería todo a la normalidad, pero al mismo tiempo quería completar su misión, quería ver a la princesa orgullosa de él, y también quería ver a los reyes felices, quería ver a su reino feliz, a salvo de ese monstruo.

Cuando se detuvo para que su caballo descansara, no aguantó más las lagrimas, y comenzó a llorar.

—"Soy increíblemente patético... Debí hacerle caso a la princesa, no estoy preparado para esto... Nunca lo estuve, solo quiero ir a casa..."—Sollozó el caballero, sentado sobre el húmedo suelo en posición fetal, con lágrimas corriendo por sus mejillas.—"Quiero volver... quiero rendirme... pero no soy capaz de ver a mi princesa defraudada de mi, de mi cobardía..."

El siguió llorando, y después de unos segundos, su caballo se acurrucó cerca de él, intentando hacerle compañía de una u otra manera. El caballero sonrió un poco, secándose las lagrimas de sus ojos, mientras acariciaba a su fiel corcel, pero él no estaba mucho mejor, seguía pensando sobre su hogar, sobre la princesa, sobre su gente... era extraño, tenía una sensación de nostalgia, como si hubieran pasado años desde que estuvo por última vez en el reino, lo cual no era cierto, solo habían pasado unas cuantas semanas... pero aún así, esa sensación era horrible.

Knight Cookie cayó dormido mientras lloraba, despertando de un salto, poniéndose de pie rápidamente, despertando a su corcel, el cual también se había quedado dormido. El caballero subió a su caballo, sacando una zanahoria de su mochila, dándosela como merienda. Ambos avanzaron en dirección al valle del dragón, cada vez más cerca de su destino, y de hecho, el ambiente comenzaba a cambiar. Comenzaba a hacer calor, mucho calor, las flores y las plantas dejaban de crecer por los alrededores, el suelo se volvía seco y el ambiente pesado, el olor del azufre te asfixiaba, pero el caballero no se detuvo, y su corcel tampoco.

El dúo se acercaba a su destino, dispuestos a enfrentarse a lo que sea que pasara, pero al mismo tiempo ambos tenían miedo, pero ya no había tiempo el que perder.

—"Princesa, voy a hacerte orgullosa."

.
.
.

En el castillo, la princesa se encontraba en su habitación, ansiosa, con miedo de no ver a su mejor amigo de nuevo. Ella quería cortar tras el, pero sabía que no le dejarían poner un pie fuera del castillo con ese propósito, así que solo quedaba esperar y desear
lo mejor por su amigo.