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—Te encontré.

El sujeto dejó de esconder sus ojos reales, un ser alado podría ver la ilusion que usaba, incluso un chiquillo como el que estaba parado frente suyo. Lo raro, era la afirmacion del alado, pero lejos de su real reacción, se mantuvo calmo al reconocer un cierto parecido con un alado que conoció hace mucho tiempo. Era como ver una version joven y mas tierna.

—¿Cómo me descubriste?— Habló Seonghwa.

—Sentí tu mirada desde que llegué— Yeosang se sintió nervioso de pronto, no sabía qué decir ahora que tenia a su padre en frente. —Me llamo Yeosang, soy hijo de Hongjoong, sé que lo conoces y tambien... Soy tu hijo— Reveló.

El de cabellos negros se hubiera reído y burlado, no le agradaba el irrespeto con el que le hablaba el chico, pero conocía a los seres como él, no se tomaban a bien las bromas y no lo entendían.

—Tendrás que explicarme esa suposicion, porque jamas te he visto en mi vida— Comentó Seonghwa. Él enseñó la silla libre. —Gira la silla y sientate, asi esas alas no te molestaran.

Yeosang solo movió la cabeza. Le agradaba la calma del hombre. Hizo lo que le pidió y se sentó en la silla con el respaldo de frente.

Seonghwa levantó la mano hasta conseguir que el mesero fuera a atenderlo.

—Traigame mas café cargado y para él, alguna bebida dulce de frutas— Ordenó el de cabellos negros.

El mesero estaba serio y no era a causa de uno de sus clientes mas asiduos, sino por el hecho de que ahi solo se ofrecían licor y como una excepcion el café.

—Señor, no ofrecemos dul...— El mesero tragó saliva y tembló al ver la mirada de Seonghwa.

Tenía el aspecto de un hombre común, quizá mas culto y reservado, pero la mirada molesta de Seonghwa tenía algo que lograba causar calosfríos y miedo.

El mesero movió la cabeza y tras inclinar la cabeza, avanzó rapido y con el rostro bañado en sudor frío.

—Habla, díme qué haces aquí y por qué me buscabas— Seonghwa guardó el libro y se centró en el alado.

—Pues... Yo no te conocía y me enteré de tí por casualidad, cuando me desterraron. Asi-que-no-me-queria-quedar-solo-y-escapé-de-Éter-y-vine-a-buscarte-porque-quiero-quedarme-a-vivir-contigo...

Seonghwa terminó levantando una mano, ya que no logró comprender nada porque Yeosang empezó a hablar rápido y ansioso.

—Relájate. No pienso marcharme hasta que me cuentes toda la historia— Le calmó.

Yeosang asintió y tras regular su respiracion, ordenó sus ideas y empezó a contarle acerca de su vida en su mundo y los tormentos que pasó.

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—¡Sí! ¡Asi es como se juega!— Festejó Wooyoung tras hacer un buen movimiento.

San sintió alivió al ver la partida finalizada. Tras ello miró a un lado, recien notando que Yeosang ya no estaba ahi.

—¿Y Yeosang?— Les reclamó al par de sujetos que seguian festejando.

—No lo sé— Yunho levantó los hombros, no estando preocupado.

San avanzó entre la gente y lo buscó casi desesperado, se regañaba a sí mismo por no haberlo vigilado y ahora temia que algo le hubiera ocurrido.

El alma le volvió al cuerpo, al verlo en un rincon y platicando con alguien mas. De inmediato avanzó hacia ellos, Yeosang viendolo al instante.

—San, encontré a mi padre— Le reveló con gran alegría.

Tras ver hacia la persona sentada frente a Yeosang, San creyó que todo era una broma, ya que el sujeto parecia unos cuantos años mayor que él, no tenia el aspecto de ser padre de alguien como el alado.

Alas Rojas | SanSangWhere stories live. Discover now