Acabo de empezar esta nueva historia en la que crearé varios escenarios con los que podréis imaginar como sería tener un romance con los miembros de Akatsuki, como sería el día a día en la relación, que clase de cosas podrían pasar... Todo desde vue...
Quería escribir algo agradable y tierno para este capítulo y se me ocurrió esta idea. Ojalá os guste, creo que es bastante adorable💖
Pain
Era temprano por la mañana cuando despertaste en tu habitación. Tenías pensado pasar un día tranquilo con Pain ayudándole a organizar documentos y planear misiones, pero todo lo relacionado a la tranquilidad desapareció cuando te despertaste lo suficiente para poder oír un curioso sonido al otro lado del cuarto.
Instintivamente cogiste el kunai que tenías en tu mesita de noche y te pusiste en guardia. Estabas preparada para enfrentarte con cualquier ninja que se atreviera a invadir vuestra guarida, incluso te veías capaz de derrotar a toda una gran bestia salvaje, pero todo tu valor desapareció cuando viste unos ojos brillantes mirándote fijamente y un par de alas abriendose lentamente.
Sin pensarlo dos veces saliste corriendo hacia la oficina de Pain sin molestarte siquiera en llamar a la puerta.
-¡PAIN! ¡Tienes que ayudarme!
-Buenos días a ti también (T/N).
-Dejate de tus formalidades de líder supremo, se me ha metido algo en la habitación.
-¿Algo? (T/N), cuando tú dices algo puede ir desde un mosquito hasta un alienigena. Voy a necesitar que especifiques un poco.
-¡Tu ven a ayudarme!- No podías perder más tiempo, ¡esa cosa seguía en tu habitación!
Exasperado, el ninja se levantó de su asiento y te siguió. En cuanto llegasteis y Pain vio de que se trataba se giró hacia ti con la confusión más pura que habías visto jamás en su cara.
-Me has hecho venir corriendo... ¿Solo por un murciélago?
-¿Bromeas?- Dijiste seriamente- Los murciélagos inspiraron el mito de los vampiros. ¡Tengo en mi habitación a un chupasangre! Esto es serio.
-Ahhhh, está bien- empezó a levantar la mano hacia el animal- Shinra tens...-
-¡No!- Interrumpiste dramaticamente- Tampoco hace falta que lo mates hombre.
-¿Se puede saber qué quieres que haga?
-No sé, pero... -Ahora que lo veías más detenidamente este murciélago no era tan feo ni despreciable, pensándolo bien...- Es bastante adorable, incluso tiene ojitos grandes y carita de perro.
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-Dime que estás bromeando...- Dijo él sin saber qué hacer contigo.
-¡Decidido!- Dijite caminando hacia el murciélago, éste se acercó a ti y de buena gana se colgó de tu brazo-. Este animal será mi mascota, ¿se te ocurre algún buen nombre para ponerle?
-¿Mascota? ¿Un murciélago de mascota? Cada día haces cosas más raras.
