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Capítulo 3: Las memorias tiradas vuelven.

─Hola. No pensé encontrarlos por aquí, y perdiendo el tiempo. ─Vegeta los observó, su arrogancia sin limites emanaba de su tono y en si, de todo su ser.

─Hola ─saludó 17, con simpleza─. Si... te ves diferente.

─Por supuesto que si, ahora soy un ser superior a cualquier cosa que te puedas imaginar, máquina. ─Número 17 no se inmutó ante la comparativa con una maquina, sonriendo más ampliamente. Vegeta le regresó el gesto, a su manera siniestra con ojos asesinos─. Ahora díganme, ¿a dónde se dirigen?

─Vamos a casa de Goku, para matarlo. ─Android 18 respondió sin drama.

─Lo imaginaba. Y no les permitiré hacerlo. ─Vegeta sonrió de lado, encendiendo más su aura de poder y creando olas de viento más fuertes a su alrededor─. Yo seré quien se encargue de ustedes.

Tras decir eso, los gemelos se rieron altivos, no tomándose en serio al Súper Saiyajin frente a ellos. La confianza en si mismos y su propio poder eran grandes, y sabían que Vegeta no representaba una amenaza real. Androide 14, en cambio, permaneció serio, preguntándose porque una sensación de desprecio surgían de él al ver a ese arrogante saiyajin dorado.

Vegeta mientras tanto, no parecía feliz por las risas de los androides mellizos. Pero decidió no enfadarse. Ya les demostraría su poder y lo que oiría serían súplicas por piedad.

─Eso, ríanse mientras puedan... ─invitó, confiado.

─Pero que exceso de confianza tienes. Si todos los saiyajin son así, imagino que Goku no es muy diferente a ti. ─Número 17 comentó, riendo discreto─. Pobres monos. Por culpa de ese orgullo suyo van a morir más antes que cualquiera.

El comentario no fue del agrado de Vegeta en absoluto. No iba a permitir que un androide le insultara de esa forma, así que sin más elevó la voz junto a su ki, en un ataque de furia genuina.

─¡¿Cómo diablos te atreves a hablarme de esa manera?! ¡Robot bueno para nada! Ya me harté de ustedes, ¿a quien quieren que elimine primero?, ¿a la niña o al impostor? ¡Quizás quieran que acabe con los tres a la vez! ─Vegeta gritó todo con pura rabia.

Ningún androide pareció alarmarse por las amenazas del príncipe. Androide 18 era la más divertida por la actitud arrogante de Vegeta, ella lo encontraba bastante ridículo.

─Si que estás loco... ─dijo Número 18, y volteó a mirar a Número 14, quien parecía genuinamente atento a el rabioso saiyajin frente a ellos─. Oye Número 14, me gustaría que pelearas contra él, quisiera ver que tan fuerte eres.

La petición de 18 hizo que el androide saiyajin desconectara su atención de Vegeta un momento, y la dejara caer en ella. Sorprendentemente, al preguntárselo a si mismo, esa parecía ser una idea interesante. Él mismo tenía ganas de probar su propio poder, y las ansias de pelear contra alguien comenzaron a invadir sus sentidos. Al parecer, aún tenía una buena parte saiyajin en su interior.

─Bien, déjenmelo a mí ─dijo.

Entonces Raditz dio un par de pasos adelante. 17 y 18 sonrieron, interesados en ver una pelea entre un saiyajin-androide contra un saiyajin puro. Aunque ya podían adivinar el resultado.

Vegeta en tanto, miró serio a este supuesto androide de aspecto saiyajin de Raditz. Lo veía como un impostor, una deshonra a su raza. Lo despreciaba profundamente.

─Vaya, el impostor decide entrar en acción. ─Vegeta se rio─. Déjame adivinar, ¿tu cola está hecha de felpa y te transformas en un Oozaru a control remoto con ella? Ja, ja...

Retorno: Raditz es un androideWhere stories live. Discover now