Su hermano, que solía dedicarse a su trabajo, ha pasado mucho tiempo con su cuñada desde que la conoció.
Si encuentra una compañera, tendría que pasar mucho tiempo con ella.
Cuando no tiene nada más que hacer, a Jiang Ping le gusta dormir y comer bien, así que ¿cómo puede tener tanto tiempo para dedicar a las chicas? Así que era mejor olvidarlo.
Al ver la cara de resistencia de Jiang Ping, Jiang Yu no dijo mucho. Este tipo de cosas realmente no se pueden forzar; a veces, cuanto más insisten los mayores, más se resisten los niños.
Al igual que Jiang Cheng, los ancianos se han preocupado por su falta de interés a lo largo de los años, pero ahora también ha encontrado una buena chica.
Mientras Jiang Ping y Jiang Yu hacían el largo viaje en tren, Zhao Xiulan empezó a hacer los preparativos por su parte.
La fecha de la boda se acerca y tiene mucho que preparar. La familia Jiang le había dado una gran dote, así que tenía que preparar algo decente para ella.
Para las mujeres de esta época, cuanto más generosa fuera la dote, más respetable sería ante su familia política.
Aunque la familia Jiang la trató muy bien y no se preocupaba por estas cosas, Zhao Xiulan todavía tenía que preparar algo de dote para ella.
Su familia también puso de su parte, Zhao Weiguo y Ma Yumei se tomaron un día libre en el equipo de producción y salieron a sacar seis edredones.
Al ver la colcha nueva, que estaba hecha de algodón blanco y envuelta en hilo rojo, Zhao Xiulan preguntó:
—Papá, ¿de dónde has sacado estos edredones? ¡Hay seis!
—Si tú y Jiang Cheng se van a casar, así que nuestra familia Zhao tiene que comprarte una dote —Zhao Weiguo explicó con una sonrisa—. Estos edredones están hechos con el algodón que el equipo distribuyó, y pedí a alguien que me ayudara a hacer algunos edredones para tu dote. De lo contrario, si te casas y no tenemos nada, no quedará bien cuando hablemos de ello.
Ma Yumei se apresuró a asentir y siguió el ejemplo de Zhao Weiguo, diciendo:
—Sí, Xiulan, la familia Jiang ha enviado tantos regalos de compromiso y la dote de nuestra familia también es indispensable. Unas cuantas colchas son lo básico, y debemos prepararlas si podemos.
Seis edredones eran mucho dinero para los campesinos del equipo de producción.
Todo el mundo es muy pobre en estos días, y los regalos de compromiso dados por la gente común son pocos, por lo que la dote, naturalmente, no es mucho. Los hombres y las mujeres no prestan mucha atención a las condiciones materiales cuando se casan, porque no tienen ninguna, así que no intentan forzar ni dificultar las cosas a los demás.
Hay muy pocas personas como Zhao Xiulan que se casan con seis edredones como dote, y gracias a las condiciones actuales de su familia, porque antaño habría sido imposible que la familia Zhao pudiera reunir tantos edredones.
Al ver lo mucho que Zhao Weiguo y Ma Yumei habían pensado en ella, Zhao Xiulan se conmovió.
—Papá, tía Mei, gracias.
—Hija, ¿por qué estás siendo educada con la familia? ¡Esto es lo que debemos hacer! Solo estas pocas colchas no son suficientes, Xiulan, nuestra familia tiene que comprar otra dote, papá no sabe sobre esto, ve tú y compra algunas cosas, deberías poder comprar lo que quieras para una boda en el condado. —mientras hablaba, Zhao Weiguo sacó un fajo de dinero y boletos de su bolsillo para entregárselos a Zhao Xiulan.
