—Esta pequeña es tan linda. Soy tu tía, ¿lo sabes? —Liu Lanlan se sintió asombrada al ver una criatura tan pequeña, y no pudo evitar querer hacerle mimos.
Liu Jianguo se la entregó mientras decía:
—Lanlan, cuida de la bebé por mí mientras voy a ver cómo está tu cuñada.
—Hermano, ve a echar un vistazo, yo cuidaré de mi sobrina, no te preocupes —respondió Liu Lanlan mientras la cargaba.
—¡Está bien! —Después de hablar, Liu Jianguo se apresuró a entrar en la sala de partos para ver a su esposa.
Después de dar a luz, Zhou Xiaocui estaba extremadamente débil y verla así le hizo sentir angustiado.
—Xiaocui, gracias por tu arduo trabajo.
Zhou Xiaocui no estaba de buen humor en este momento,
—Jianguo, yo ... lo siento, ¡no te di un hijo!
En esta época, las mujeres se sienten autocondenadas cuando no tienen un hijo, sienten que no son dignas. La familia Liu cuidó muy bien de ella durante el embarazo, pero al final no pudo dar a luz a un varón, por lo que sintió aún más pena.
Muchas mujeres del equipo de producción son bien atendidas si tienen un hijo varón, pero si tienen una hija, no son bien recibidas por su familia política.
Algunos suegros despiadados las obligan a trabajar en el campo durante el período de confinamiento, y tampoco estarán dispuestos a darle buenos alimentos para nutrir sus cuerpos.
Entonces, hay una gran diferencia entre dar a luz a un hijo y una hija. Ahora que tiene una niña, siente que tendrá que trabajar en el campo después de regresar a la casa de Liu en el futuro. Será imposible vivir tan cómoda como cuando estaba embarazada.
Liu Jianguo dijo apresuradamente:
—Xiaocui, ¿de qué estás hablando?, pero mi hija también es hija mía y tuya, y las quiero a ambas.
»Aún eres joven, tomémonos nuestro tiempo, podemos tener otro hijo en el futuro. No lo pienses demasiado, acabas de tener un bebé y tu salud es lo más importante. Has sufrido tanto para dar a luz un hijo para mí, me siento apenado, ¿por qué me pides perdón a mí?
Al escuchar las palabras de Liu Jianguo, Zhou Xiaocui sintió que una corriente cálida fluía por su corazón.
—Jianguo, eres tan amable.
Estos son los pensamientos más íntimos de Zhou Xiaocui. Es muy raro que un hombre del campo diga lo que dijo Liu Jianguo. Como campesina, tiene muy claro las costumbres de la gente del campo.
Muchos hombres se sienten desdichados cuando se enteran de que una mujer ha dado a luz a una niña y solo se sienten felices cuando tienen un hijo. Pero Liu Jianguo, al contrario, se sintió muy feliz, lo cual la hizo sentir que había encontrado al hombre adecuado.
Antes, estaba enojada con él porque solía gustarle Zhao Xiulan. Pero ahora que la trata tan bien, siente que fue demasiado mezquina, no debería haber sospechado de él. Los dos están casados y ella siempre ha visto la amabilidad de Liu Jianguo con ella. No debe detenerse en el pasado, sino mirar hacia el futuro.
Además, ahora no hay ninguna posibilidad de que ocurra nada entre Liu Jianguo y Zhao Xiulan, así que sería demasiado mezquino por su parte seguir pensando en ello.
—No hables de ello, necesitas recuperarte después de dar a luz y cuidar primero de tu salud.
—¡UH Huh!
La pequeña enfermera al lado dijo:
—Vamos a ingresar a la madre en una sala durante dos días para que esté en observación y luego podrá abandonar el hospital si se encuentra bien. Ahora que la madre acaba de dar a luz, lo mejor es darle algo de comer para reponer fuerzas.
