12 • creed.

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Cristian había vuelto a la puerta con Germán y Guido luego de que llegarán Emiliano y Mandinha. Los pobres no habían pasado una buena noche y estaban bastante tristes, los padres de ella estaban defraudados por su embarazo y los habían tratado muy mal. Cristian estaba preocupado de que la situación provocara algo malo en el bebé, tal como había ocurrido antes.

──Cuti. ──Germán le llamó la atención después de un rato de que no emitiera palabra alguna. ──¿Escuchaste lo que te dijimos?

──No, Pezze, perdón. Lo de los chicos me tiene muy preocupado. ¿Qué me decías?

──Quedate tranquilo que todo va a estar bien. Mandi es fuerte, además no es como la primera vez. Nos tienen a todos, va a estar todo bien.

──Eso espero. Bueno, decime, ¿qué pasó?

──Ese Lisandro, el que nos dijiste, ya vino.

Cristian se quedó paralizado. Obviamente estaba esperando a que eso ocurriera, decir que lo ansiaba era poco pero, ahora era una realidad. Estaban en el mismo lugar, al mismo tiempo.

──Yo necesito saber algo sobre eso. ──Guido lo sacó del trance. ──¿Qué es la roja? Porque no nos dijiste nada y el dijo que solo te la iba a mostrar a vos. ¿Es una droga?

Criatian soltó una carcajada. Al parecer era igual que por chat siguiéndole los chistes.

──Es un secreto, no puedo contarles pero no, no es droga. Che, ¿preguntó por mi?

──Cuti. ──Nahuel lo llamó, estaba con Emiliano quien tenía los ojos llorosos.

──¿Qué pasó? ¿Dónde está Mandi?

──Está en la barra con Lean y Juli. Cuchame, tenemos que hablar.

Los tres se alejaron de la puerta. ──Mira Cuti, a mi me da muchísima vergüenza esto pero, ¿podríamos Mandi y yo quedarnos hoy en tu casa? Nos sacaron el auto y la verdad es que no tenemos muchas ganas de volver a mi casa. Se que es un pedido grande, no queremos molestar a Nelly, la verdad es que no pasa nada, mejor vemos donde...

──No seas pelotudo, Dibu. Ma vale que pueden ir a casa, además mañana iban a almorzar con nosotros. Cero drama, no hay problema. La buela va a estar feliz. ──Le sonrió y le puso una mano en el hombro. Cuchame, vos anda a hablar con Pala, el de la remiseria, para que los lleve a casa, Nahu vos llama a la buela, yo voy a buscar a Mandi.

──No Cuti, nos vamos caminando no tengo un peso hasta el quince.

──Flaco, ¿yo te pregunté si tenes plata? ──Emiliano solo lo miró y negó. Parecía un nene chiquito, estaba triste y Cristian sabía que no era por él mismo sino por su señora e hijo. ──Anda a hablar con Pala, Emi, haceme el favor.

Cristian dejó a los chicos afuera e ingreso a Creed. Había muchísima gente esa noche y entre todo el tumulto estaba Lisandro. No quería pensar tanto en eso pero la ansiedad porque lo buscara lo estaba matando. Se cruzo a gente conocida que lo saludaba e intentaba hacerlo bailar con ellos, siempre fallando en el intento.

──Así que vos sos Lisandro, mira vos. ──Mientras Cristian trataba de cruzar el lugar siendo arrastrado por la marea de gente, Lisandro estaba pasando una situación bastante rara. ──Escuchame, yo te voy a dar los tragos para tus amigos pero vos, te vas a sentar acá porque antes tenemos que hablar seriamente.

──Bueno, pero primero háblame bien,  segundo te voy a pagar las consumiciones de mis amigos. Son aquellos; el de los pelos parados y el colorado que se lo está comiendo, el de la camisa blanca con estrellas y el que tiene las zapatillas con luces.

carnicero | ( cutilicha ) pausado.Where stories live. Discover now