02 • nahuel.

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El calor que hacía no podía ser legal. Respiraba y sentía que chorreaban poe su cuerpo cinco litros de transpiración. Odiaba el verano, detestaba el calor sofocante y asqueroso que azotaba la ciudad. Ni siquiera pudieron safar con el ventilador industrial que habían comprado con su abuela. Era tanto el calor que parecían los Simpson girando con el.

──No sirve ni pa bosta el Liliana ese, Cuti. ──Nelly le decía mientras se abanicaba con un cartón propio de la caja del ventilador. ──Tenemos que comprar un aire.

──¿Y con qué plata lo vamos a comprar? Si nos gastamos todo en el bingo y en las cosas para la ensalada de fruta para el sábado, buela.

──Ni me hagas acordar que de la bronca iría a agarrar de las mechas a Sonia.

──Cómo nos cagó la vieja chota esa, que manera de sacarnos plata a lo guaso.

──Ni el budín de vainilla nos dio de premio, vieja sucia. Y vos también, que no te fijaste que 'taba todo arreglado.

──Sí te dije que que la sucia de la granja y Rogelio iban a cada rato a la mesa de los que cantaban pero vos estabas meta vino y maní.

──Bueno, bueno, más respeto.

Cuti se río y vio como su abuela también lo hacía. Le encantaba compartir esos momentos con la mujer. Se levantó y se dirigió a la cocina a buscar agua fría para los dos y los medicamentos que debía tomar la mayor.

──Buela, voy a ir a buscar a Nahue que esta por llegar a la parada. No te hagas la loca queriendo limpiar eh. ──lo último lo soltó sarcásticamente ya que su abuela nunca lo hacía.

──Ni en pedo. ──respondió mientras buscaba algo en el bolsillo de su vestido. ──Toma Cuti, compra dos tortilla para comer con el tere cuando vengan.

──Buela, nos vamos a cagar encima. ──hizo una mueca acompañada de una risita. ──Tranqui, guarda que yo llevo plata. Acordate que trabajo. ──lo último lo dijo con una mueca de superioridad.

──Para mi el boliche no es trabajo pero como yo no laburo no opino. ──Cristian negó con la cabeza mientras sonreía y salió en busca de Nahuel.

Su hermano vivía con sus padres en Córdoba, pero siempre que podía se instalaba unos días con él y su abuela durante las vacaciones o algunas fechas especiales. Las cosas no habían sido fáciles para ninguno de los tres cuando todos se enteraron de que Cristian era gay. Sus padres lo habían echado como si fuera la peor persona del mundo y solo su abuela Nelly le abrió las puertas de su casa.

Nahuel no habia podido hacer nada pero aun asi se culpaba por no tratar de evitar que todo aquello suceda. Los dos eran, y son a día de hoy, sumamente unidos pues las sospechas de que Cristian no era lo que la familia esperaba siempre estuvieron allí provocando que fuera dejado de lado y su hermano menor fue el único que jamás lo dejó solo. Por esto para él no fue sorpresa cuando lo echaron prácticamente a patadas, cerrando las puestas de todos lados con tan solo una llamada, con la plata justa para un pasaje de micro y nada más porque nada era de él.

De eso ya habían pasado más de dos años, entre la pandemia y la exclusión, Cristian no la pasó muy bien. Aunque su amada abuela hacía que siempre tuviera una sonrisa. Era una mujer excepcional, tenía un ángel particular que lo cuidaba y lo quería incluso lo hizo cuando su mundo se destruyó completamente y lo salvó.

El teléfono que estaba en su bolsillo vibró y supuso, sin sacarlo, que sería Nahuel diciendo que ya bajó del colectivo. Siguió caminando mientras tarareaba la canción que invadió su mente de la nada y en el momento en el que estaba por doblar en la esquina sintió el peso de una persona sobre él que lo arrojó con fuerza al suelo.

──¡Hola fiero! ¿Me extrañaste? ──Nahuel se reía mientras se levantaba del piso.

──¡La concha de tu madre! ──soltó Cristian después de que su hermano le pegara, como extra, una patada en la cintura.

──Me la debías del último partido, jodete. ──y una sonrisa inocente surco su rostro.

Nahuel extendió su mano y ayudo al Cristian a pararse para luego abrazarse muy fuerte por unos segundos largos. Cuando comenzaron a caminar Cristian le contó algunas novedades, mas que nada chismes del barrio y sus amigos, al mismo tiempo que se quejaba del calor producto de la caída sobre algunas piedras y la patada de regalo. Le avisó que tenían que pasar por lo de su amigo para comprar jugo y tortillas para el tereré antes de ir a su casa.

──Le voy a mandar un mensaje a Juli para que vaya preparando las cosas y se venga con nosotros a casa. Ese también estaba re contento de que venías. ──cuando sacó su celular vio que tenía un mensaje de un número desconocido.

Número desconocido
+54 11 1812 2225

Hola goloso
Cuantos chorizos queres?

──¿Y este pelotudo quien es? ──preguntó en voz alta y con molestia.

──¿Quién? ──Nahuel volvió algunos pasos para tratar de ver el teléfono de su hermano.

──No sé, un idiota me mandó un mensaje. ──le mostró el celular a Nahuel y el otro soltó una risa.

──Se ve que te conoce, goloso. ──respondió para después largar una carcajada aún más fuerte. ──Capaz es de ese tinder que tenías. O algún pelotudo haciendo chistes.

──Le voy a contestar porque no me gusta que me rompan las bolas.

──Te iba a responder qué es lo que te gusta que te hagan en las bolas pero me vas a pegar y la buela no me va a defender. ──Sin haber terminado de hablar Nahuel salió corriendo en dirección a la casa de Julian para tocar el timbre antes de que su hermano le pegara.

Número desconocido
+54 11 1812 2225

Mira flaco, si esto es por Grindr, paso.
Creí que ya había borrado mi perfil.
Y si no es por eso y sos chistoso, te voy a cagar a piñas.

──Encima esa foto de Tini de perfil, dios, muy trolaso. ──negó con la cabeza.

Bloqueó el celular, lo guardó y cruzo la calle para ir con su hermano quien, como suponía, ya estaba abrazado a la mamá de Julian, como siempre el favorito de su "tia" Laura.

──────────

Podes ser puto, pero no seas trolo man, como vas a tener una foto de Tini?

Voten y comenten porque quiero saber si esta copado o no<3

publicado 28/1/23
editado 4/9/23

carnicero | ( cutilicha ) pausado.Where stories live. Discover now