Gasoline

Capítulo 11

Un mes después

Kihyun marchó por los pasillos del Ministerio de Asuntos Intergalácticos de Calluvia, ignorando las curiosas miradas que recibía de parte de los trabajadores.

Ignorar sus pensamientos era mucho más difícil.

Mientras que su control sobre su telepatía había mejorado considerablemente en los últimos meses desde que Hyunwoo había roto su vínculo, todavía no era perfecto. La parte más difícil había sido evitar los pensamientos de otras personas. No era un gran problema en casa, pero era mucho más difícil en lugares públicos como el Ministerio, donde había muchos calluvianos telepáticamente nulos que no tenían ningún escudo mental en absoluto. Sus pensamientos desprotegidos todavía tendían a abrumarlo, provocándole un dolor de cabeza tremendo después de unas horas de exposición. 

Kihyun no podía imaginar estar alrededor de t-nulos todo el día. Eso seguro sería una buena explicación a por qué Hyunwoo era un completo imbécil, si no fuera por el hecho de que él había vivido sin su vínculo durante décadas. Su control sobre su telepatía era probablemente cientos de veces mejor que la suya, por lo cual estar cerca de t-nulos no podía ser una buena excusa para su actitud de mierda.

Kihyun frunció el ceño. Si Hyunwoo no fuera un imbécil, habría tenido la decencia de ofrecerle algunos consejos sobre cómo controlar su telepatía, pero no, por supuesto que ni siquiera se le había ocurrido. El imbécil básicamente arrojó a alguien que no podía nadar en el océano y solo esperaba que aprendiera antes de ahogarse.

Para ser justos, el mayor le había advertido. Él sabía que había pedido esto, pero aun así, no había esperado que ajustarse a la ausencia del vínculo sería tan difícil. Wonnie no había parecido luchar tanto cuando se rompió su vínculo. Pero, de nuevo, era cada vez más obvio que él era un telépata más fuerte que su mejor amigo. Sin el vínculo, el castaño probablemente había sido de Clase 3. Kihyun no podía estar seguro, pero estimó que él era de Clase 4 o Clase 5. Podía leer la mente de la gente tan fácilmente que era una lucha no hacerlo. No hace falta decir que, en los últimos meses, se había dado cuenta de que muchas personas tenían opiniones poco halagadoras de él, lo cual era... bastante revelador. Siempre se había considerado a sí mismo como una persona amigable y sociable, pero después de escuchar las opiniones reales de sus amigos sobre su persona, su deseo de socializar había disminuido exponencialmente, incluso después de haber dejado de sentirse abrumado en las multitudes.

Hasta ahora, la vida sin el vínculo no era lo que él había esperado que fuera.

—Salud y tranquilidad —dijo Kihyun, saludando al recepcionista con una sonrisa—. Quiero ver al Lord Canciller.

El hombre apenas lo observó antes de volver a mirar su dispositivo múltiple.

—El Lord Canciller está en una reunión. Haga una cita si desea verlo. Tiene una vacante en su agenda en once días.

—¿Once días? —preguntó Kihyun con incredulidad, irritado por la actitud del hombre. No era inusual que los t-nulos que trabajaban en el Ministerio se negaran a ajustarse a las costumbres que consideraban anticuadas, cosa que el príncipe respetaba, pero se consideraba de muy mal gusto no saludar a un miembro de una familia real.

—Sí, creo que ya lo dije —dijo el recepcionista, su voz llena de sarcasmo.

¿Por qué le sorprendía tanto que los empleados de Hyunwoo fueran unos maleducados imbéciles como él?

—No puedo esperar once días. Necesito verlo ahora.

El hombre sólo sonrió de manera burlona.

—Lo siento, pero no hay nada que pueda hacer —Sus pensamientos eran muy fuertes y claros: No es de extrañar que el jefe no pueda soportarlo. Qué arrogante y altanera princesita.