Werewolf | Enid Sinclair

3🐺: "siento que alguien está observándome"

—Alguien asesinó a un estudiante...—Comentó Weems, con un hilo de voz.—Cuando la muchedumbre empezó a disiparse, pudo verse mejor el cuerpo muerto del estudiante. Al cual le faltaban extremidades, y yacía con una mirada perdida. Una verdadera masacre. El Sheriff analizaba la escena, e incluso el cuerpo ahora ya sin vida, expectante de encontrar alguna huella o pista que delatara la terrible situación para poder llegar al fondo de todo.

—Acabo de analizar el cuerpo, y según por las huellas marcadas, todo indica que fue alguien con garras...

Un escalofrío recorrió mi cuerpo subiendo lentamente por mi espina dorsal gracias a la escena terrorífica del cine que estaba frente a nuestros ojos, a la vez que sudaban mis manos. Mientras alrededor estaban ensimismadas un millón de miradas observándome, juzgándome. Miradas que fueron más que suficientes para sentirme observada de una mala forma.

No soy gran amante de la filosofía pero quien haya dicho de que un gesto dice más que mil palabras, estaba en lo cierto.

Tan enorme fue el espanto por el horripilante asesinato, que me costó volver con todos mis sentidos al mundo real. Cuando pude regresar me percaté de que mis largas garras coloridas y modernas, yacían fuera a lo que intenté esconderlas, pero fue imposible. El sentimiento era mucho más fuerte que el control que pudiera tener.

—¿Cuanto tiempo lleva así?...—pregunté, no pudiendo evitar tartamudear en cada palabra. intenté explicarme lo mejor posible, pero nadie lograba entender esos tartamudeos ininteligibles.

—No sabemos aún. Aunque parece reciente, debemos llevarnos el cuerpo para examinar y poder sacar conclusiones contundentes—contestó el Sheriff mientras su equipo llevaba aquel cuerpo moribundo

Tal caso misterioso conmocionó a todos los estudiantes que se encontraban en ese lugar incluyéndome. Absorta en mis pensamientos, observo a lo lejos que Merlina se abre paso entre los estudiantes, hasta llegar hacia donde se encontraba el cuerpo

Observó minuciosamente examinando toda la situación.
Analizaba  todo con detenimiento, con aquella mirada amenazante que la caracterizaba. Al finalizar su observación, caminó decididamente hacía adónde se encontraba el Sheriff.

—No sabemos aún de quién son las garras. Pero al observar, la sangre aún permanecía fresca.—Con cada palabra, podía sentir como se revolvía mi estómago.—Por ello, la muerte sin duda fue reciente.—finalizó.

El comandante se acercó a la de trenzas, observándola desafiante. Ella también lanzó la misma clase de mirada.

—Jovencita, ¿usted sabe que solamente yo tengo la potestad de encargarme del caso?–Merlina lo continuó mirando fulminante.

Encontrándome a metros del Sheriff pude oír cómo este tragaba saliva, y temblores involuntarios de su cuerpo. ¿Estaba nervioso?

—Sepa, querido señor Sheriff, que si es preciso, moveré tierra y mar para llegar al fondo de esto. Quiero ayudar a que realmente haya justicia.— La directora Wheems quedó perpleja, al igual que todos los que la oímos, excepto La señorita Thornhill quien dejó entrever un gesto de inseguridad.

En un pestañeó, se hizo presente en aquel lugar un silencio absoluto. El Sheriff en medio de su irritabilidad e impaciencia no tardó mucho en tomar las llaves de su camioneta blanca para irse junto con su hijo Tyler.

Ambos dejaron aquel lugar rápidamente, y el Sheriff estando al mando del volante condujo a tal velocidad causando que se levantara gran cantidad de polvo del suelo. Todos tosíamos debido a la picazón que toda aquella tierra producía a nuestras gargantas.

Vi entre aquella neblina de polvo a Merlina fugarse, todo indicaba que iba en dirección a la escuela así que decidí seguirla. La seguí, hasta que en un momento se detuvo en el patio.

Observé que aquella de trenzas oscuras con características facciones de asombro miraba algo. Una especie de cartel, colgado en las paredes antiguas. Tan antiguas, que parecían derrumbarse pronto. Pero tan resistentes, capaces de estar firmes durante años.

—¿Que sucede?—Pregunté intrigada. Mi expresión facial, era igual que la que ella conservaba mientras fijaba su vista en aquel pedazo de papel.

—Parece que la noticia del estudiante faltante no tardó en hacerse correr—explicó.

Mi pecho latía a mil por hora, sentía mi ansiedad subir al ver ese cartel, tanto, que quería gritar, aunque mi roomie ahogó el grito tapándome la boca con su mano

La vi dar una sonrisa enorme. Era extraño viniendo de ella, Merlina casi nunca reía. Siempre tenía expresiones duras, extremadamente frías.

—¿Y ahora que sucede?—le pregunté

—¿No te das cuenta tonta loba? es una gran oportunidad para investigar. Y un misterio emocionante por descubrir.—la observé mientras un miedo paralizante se apoderaba de mi.

Weems se acercó a nosotros. Y la detuvo bruscamente del brazo.

—No pienses que serás la Heroína de esto, olvídate de todo. Solo nos meterás en problemas.—Sin embargo nada de eso detuvo a la nueva estudiante, quien lanzó a la directora una mirada desafiante

En aquella guerra de miradas interminable pude observar la incomodidad de la directora quien sabiamente no emitió palabra, y se alejó del lugar.

—Enid, esto es extraño. Este lugar oculta algo—escuché su respuesta sin entender a lo que se refería.

—Y tenemos que llegar al fondo de esto.—Asentí con la cabeza. Hasta que reaccioné a tiempo, por una palabra me dejó congelada

'¿Tenemos?'

¿Había escuchado bien?

—Has dicho ¿tenemos?—pregunté enervada. Ella asintió con seguridad

—pues si, porque me apoyaras ¿verdad?

Estaba en una encrucijada