Capítulo 3

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Ya era lunes y el rubio se estaba preparando para ir a trabajar, estaba un poco nervioso, pues nunca había trabajado, no había tenido nunca la necesidad de trabajar.

Cuando estuvo listo se fue a las grandes oficinas que se erguían gigantes frente a el. Sabiendo que no seria nada fácil, pero haría un esfuerzo.

Entró sintiéndose un poco perdido y llego a recepción.

-hola buenos días señor, ¿que se le ofrece?.- le preguntó amablemente la mujer que rondaría los 50 años.

-Pues a ver... Como explicarle, soy un nuevo empleado, empiezo hoy y estoy un poco perdido, no se donde ir o que hacer.- le explico él sinceramente.

-No te preocupes joven, yo te ayudo, avisaré a mi jefe por el teléfono y si me dice que vayas a su despacho te guiaré hacia el, y si me dice que vayas directamente a tu puesto de trabajo te llevare hasta allí y te diré el funcionamiento de todo ¿de acuerdo?- pregunto la señora.

-De acuerdo, gracias.- respondió él agradecido.

-No hay de qué, ahora permiteme un momento y le aviso.- dijo ella cogiendo el teléfono.

Draco asintió con la cabeza y esperó a que la agradable mujer terminase la llamada con el que sería su jefe.

-Dice que quiere que pases por su despacho, supongo que querrá hablarte de como son las cosas aquí y te dirá lo que harás, yo te guiaré a su despacho, sígueme- dijo la mujer y el solo asintió con la cabeza siguiendo a la mujer.

Le llevó a través de pasillos y más pasillos, hasta que llegaron al ascensor, eso se le hizo conocido al rubio pues en el ministerio de magia había uno muy parecido.

Entraron y subieron hasta el piso mas alto, el numero 20. Entraron por un pasillo. En el final de el había una gran puerta de roble, la amable señora le abrió y le ofreció paso, el solo sonrió agradecido y entró.

-¿El señor Malfoy cierto?.- pregunto el hombre que estaba sentado. Era un hombre con aspecto mayor, con bigote y cabello blanco.

-Si señor, soy Draco Malfoy.- dijo el dándole la razón.

-Encantado Draco Malfoy, yo soy Robert Newman, tu puesto va a ser en una oficina haciendo cualquier cosa ya pueden ser redactar cosas para el periódico o simplemente lo que le ordenen redactar, pero no estará solo. Tendrá una compañera con la que compartirá usted la oficina y que le ayudara en lo que sea necesario, lleva un tiempo aquí así que dispone de bastante de experiencia.- le dijo Robert.

-De acuerdo.- respondió simplemente.

-La llamaré- dijo descolgando el teléfono.- ¿Querida? Necesito que vengas a mi despacho por aquello de lo que te hable, si, ahora mismo esta aquí y necesito tu presencia. De acuerdo aquí te esperaremos.- Dijo el hombre colgando el teléfono.

Esperaron alrededor de cinco minutos hasta que la puerta de abrió, dándole paso a una chica castaña con ojos color miel y curvas tentadoras, con una sonrisa radiante, sorprendiendo al rubio, pues a acordaba perfectamente de ella.

-Buenos días jefe.- dijo la chica.

-Oh, Hermione ¿Cuántas veces te tendré que decir que no me llames jefe?.- dijo riendo el hombre a una de sus mejores empleadas.

-Lo siento Robert pero no me acostumbro.- le dijo la chica siendo totalmente ajena a quien se encontraba allí, pues casi ni se había dado cuenta.

-Mira Hermione este es el nuevo empleado, le tendrás que ayudar el tiempo que sea necesario, como hicieron contigo tiempo atrás.- le dijo el hombre sonriente. Ahí Hermione se dio cuenta de que había alguien mas. Cuando lo vio se extrañó muchísimo, le sonaba un montón y ya sabía de que, era la persona con la que se había chocado ayer.

-¿Draco Malfoy verdad?.- pregunto ella un principio dudosa pues a lo mejor se equivocaba y no era la persona que pensaba.

-Verdad ¿Y tú Hermione no?.- preguntó él, aunque en realidad si lo sabía, como olvidar el choque de ayer, aun le dolía el trasero.

-Oh si, soy yo, me alegra haber vuelto a coincidir.- dijo ella dándole la mano.

-Veo que se conocen.- dijo el hombre.

-Eh..., no nos conocemos, ayer nos chocamos y bueno.- dijo ella simplemente encogiéndose de hombros.

-Oh, de acuerdo- dijo el hombre.- Ahora Hermione, llévale a la que será vuestra oficina y explicarle todo lo que sea necesario, hoy solo verá como son las cosas, pero ya mañana empezará a trabajar de verdad.- dijo el hombre mirando a Draco.

-Si Robert, si necesita algo avíseme, sígueme Draco, te explicaré todo esto- le dijo saliendo por la puerta siendo seguida por el blondo.

-A ver, esta sección es la de las fotocopiadoras y escáneres.- Dijo cuando pasaron por una sala con muchas fotocopiadoras y demás materiales de imprenta.- Aquí el papel, si te sobra papel o no lo utilizas lo traes aquí y se recicla.- Dijo señalando los contenedores y las varias repisas con papel que habían. -Esta es la parte del periódico y revistas.- Dijo mientras pasaba por varios pasillos y salas indicándole mas secciones.- Y por último la cafetería, para comer para los trabajadores en horario de comida suele ser gratis, para la gente de fuera es pago, ahora te daré la acreditación que indique que trabajas aquí.- Le dijo sonriente. -Y por ultimo la oficina.- Le dijo abriendo la puerta para que el entrara a ver esa gran oficina, era amplia y elegante.

-Está bastante bien.- Dijo él observando todo.

-Al principio no te acordaras de donde están ni la mitad de secciones, pero te ayudaré, me pasó lo mismo cuando empecé.- le dijo ella sonriendo.

-¿Cuánto hace que estas aquí?- le preguntó él con curiosidad.

-Exactamente tres años.- Le respondió.

-Eso es mucho tiempo.

-No creas, solo lo parece, el tiempo aquí se te hace muy corto.

-Supongo.

-¿Eres nuevo en Londres?- le preguntó con curiosidad la chica.

-Si, yo realmente no soy de aquí ¿Se nota?- preguntó mirándola y sonriendo.

-Un poco nada más. Vayamos a comer, ya es mediodía.- Le dijo la chica cogiendo sus cosas y saliendo por la puerta.

Entonces el rubio pensó que no seria tan malo trabajar, ya que estaba en compañía de la chica, de alguien mas o menos conocido, al menos tendría una amistad allí.

Enamorado de una MuggleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora